Las más de 60 mil personas que pasaron durante la primera semana por la Escuela Pública Itinerante nos mostraron una vez más que hay un pueblo comprometido con la defensa de la educación pública.

Emociona ver cómo la represión a maestrxs y profesorxs del domingo 9 derivó en una marea de apoyo y aliento de quienes condenan los atropellos y las injurias. Miles de docentes que llegan a la “Escuela” con sus guardapolvos, niños que dejan sus dibujos de aliento, organismos de derechos humanos, artistas, poetas, músicos, académicos, intelectuales y periodistas, dijeron presente en esta lucha en defensa de la educación pública.

Las clases artísticas, de danzas, ajedrez o científicas realizadas por docentes echan por tierra el menosprecio que el presidente Macri y el ministro Bullrich expresan por los docentes y la educación. Nuestrxs queridxs jubilados también se hicieron presentes y pasaron la mañana del sábado tejiendo nuestra bandera, tejiendo la patria.

Las disertaciones en la Escuela Pública Itinerante sobre la Ley de Financiamiento Educativo y la paritaria nacional docente debieron repetirse varias veces ante la cantidad de ciudadanos que vienen a solidarizarse y a interiorizarse de manera más profunda acerca de la justicia de nuestro reclamo. La Escuela instalada en Entre Ríos 50 es el escenario de una sucesión interminable de emociones, como el conmovedor encuentro entre Teresa, la maestra de 83 años que enseñó junto a Isauro Arancibia, y Sandra Rodríguez durante el homenaje a su esposo, nuestro compañero Carlos Fuentealba. También nos conmueven las manifestaciones de afecto de la marea de gente que durante todo el día nos visita y se retrata junto al pizarrón que está en el aula o en los pupitres del patio. En estos días reunimos miles de firmas para impulsar la sanción de una nueva Ley de Financiamiento Educativo que eleve del 6 al 10 por ciento el presupuesto para Educación y también para reclamar la convocatoria a la paritaria nacional docente.

Hace 20 años se instalaba la Carpa Blanca de la Dignidad. Hoy la Escuela Pública Itinerante está en el mismo lugar, con idénticos reclamos. En aquel momento plantamos un arbusto que hoy es un árbol. Sus raíces profundas de amor y compromiso son las que la educación pública echó en el pueblo. El compromiso es el de seguir defendiendo tenazmente nuestros derechos, por el presente y el futuro. Hoy más que nunca “la escuela argentina enseña, resiste y sueña”.