El triunvirato de la CGT encabezó la segunda conferencia de prensa luego de 15 horas de paro nacional para informar sobre los alcances de la medida de fuerza. El primero en tomar la palabra fue Héctor Daer, quien enfatizó que el cese de actividades fue “contundente en todas las regiones del país” y aprovechó para responderle a Mauricio Macri, quien en la apertura del Foro Económico Mundial celebró: “Qué bueno que hoy estamos trabajando”.
“Hoy escuchamos de alguien que se puso contento porque estaban trabajando. Y nosotros todavía estamos tristes porque hay millones y millones de compatriotas nuestros que no tienen trabajo”, expresó.
También hizo referencia a los cortes de calles y al accionar de la policía: “Donde hubo circunstanciales interrupciones del tráfico no las compartimos y no las convocamos, pero tampoco creemos que el uso de la violencia y represión sean necesarios para desalojar una ruta”.
Daer hizo hincapié en el acatamiento al paro, según sus estimaciones: “Los que deambulamos durante el día por la Ciudad también vimos que no solo nos acompañaron los compañeros trabajadores, sino que también fuimos acompañados por el Comercio, por las pymes, por todos aquellos sectores que vienen siendo vulnerados por esta política económica y social que lleva adelante el Gobierno”.
Asimismo, explicó que en el interior se realizaron “jornadas solidarias a favor de los numerosos compatriotas que se encuentran complicados por las situaciones climáticas” y le reprochó al Gobierno por su accionar en este sentido: “El Estado nacional no ha hecho mención alguna a la situación de las catástrofes de las provincias de Catamarca, Tucumán, Santiago, Chubut y La Pampa. Esta ausencia del Estado no es casual. Tiene que ver con que nos estamos mirando permanentemente hacia el centro y no se está mirando desde el poder lo que pasa en términos federales en la región”.
Por su parte, Juan Carlos Schmid reafirmó la “vocación de sostener al Gobierno electo por voluntad popular” pero aclaró que “eso no significa resignación”.
Además, reiteró los reclamos de la central obrera: “Terminar con la fantasía de que la inflación únicamente tiene que ser carga sobre los sectores populares, paritarias libres, un aumento de emergencia para millones jubilados, una solución a la puja educativa”.
Al ser consultado sobre una posible reunión con Mauricio Macri, Schmid dijo que deberá “empezarse a gestionar al concluir esta jornada” pero ratificó que el sindicalismo tiene “distintos enfoques” en materia económica “que han sido los que han provocado este paro”.
“Hay un llamado de atención y, si el Gobierno se jacta de llevar adelante una lógica de ensayo y error, creemos que es una buena oportunidad para que se cumpliera efectivamente”, sentenció.
Carlos Acuña sostuvo que “había que llegar a esto para hacerle entender y que escuche el Gobierno” y dejó en claro que la CGT está “dispuesta a acompañar para mejorar el rumbo”.
“El paro es una medida constitucional que tenemos los trabajadores para hacer escuchar al Estado y que solucione los problemas, están ellos gobernando y tienen la responsabilidad y obligación de escuchar lo que el pueblo ha dicho”, añadió.
Represión a los piquetes: Macri felicitó a Patricia Bullrich y le pidió mayor dureza a Rodríguez Larreta
El jefe de Estado se mostró satisfecho con los operativos, aunque desea una Policía de la Ciudad más comprometida con garantizar la libre circulación
El Gobierno mostró como un éxito el operativo de seguridad que se realizó este jueves en las calles para asegurar la libre circulación de los trabajadores en medio del paro. Mauricio Macri pudo exhibir por primera vez coordinación entre las fuerzas de seguridad nacional y la Policía de la Ciudad con un solo objetivo: mostrar mayor dureza para evitar la amenaza de los piquetes.
Así lo evaluó esta tarde el propio Presidente en una reunión que mantuvo con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Según pudo saber Infobae, Macri se mostró satisfecho por el accionar de la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura. Pero también extendió ese mensaje al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien hasta ahora sus fuerzas de seguridad se habían mostrado reticente a intervenir en los cortes de calle.
La respuesta estuvo a la vista: un desalojo con seis detenidos y cuatro heridos en la Panamericana, realizado por las fuerzas nacionales, y la intervención de la policía porteña en la avenida Callao y Corrientes, que dejó un manifestante detenido. El resto de los cortes fueron controlados con otras estrategias.
“Hubo un comportamiento de las fuerzas de seguridad entre la Nación y la Ciudad que habrá que ir ajustando, pero que mejoró mucho visto desde afuera“, sintetizó un funcionario del gobierno luego de varias reuniones en las que participó con el Presidente.
En este “ajuste de coordinación de tareas” que analizó la ministra Bullrich con Macri, se habló de la necesidad de tener una policía de la ciudad de Buenos Aires más comprometida con desalojar las calles aunque sea por la fuerza. Esto no se vio en la Avenida 9 de Julio, donde hubo cortes, pero sí en la intersección de Corrientes y Callao.
Para el objetivo mayor de Macri, que era mostrar una Argentina sin caos, sobretodo ante la presencia de más de 1000 empresarios que vinieron al Foro Económico Mundial, quedó resuelta la meta con el accionar en Panamericana y en el piquete porteño. También se destacó el dominio de la situación por parte de las fuerzas de seguridad en el Puente Pueyrredón, en el Puente de la Noria, en Autopista Oeste, en la autopista La Plata y en los accesos de Constituyentes y General Paz.
Bullrich estuvo desde las 5 en el centro de Operaciones del Ministerio de Seguridad y envió a su segundo, Eugenio Burzaco, a la Panamericana para controlar in situ el operativo. Allí fue donde se concentró el mayor operativo para desplazar los piquetes y garantizar la libre circulación. La causa judicial quedó radicada en el juzgado de Sandra Arroyo Salgado, que el Gobierno quiere llevar “hasta las últimas consecuencias”. Tiene videos e imágenes de manifestantes con palos, a los que pedirá identificar e investigar.
A su vez, Bullrich y el equipo de Rodríguez Larreta mantuvieron un diálogo permanente durante toda la jornada para coordinar tareas. Esto es algo que antes no ocurría y que se mostró como un avance desde la Casa Rosada. Para ello tuvo mucho que ver la decisión de Macri de exigirle al jefe de gobierno porteño mayor dureza y un acompañamiento con el accionar de la Nación.
“Acá mostramos que hay un país que entendió que con el uso de la fuerza no va a llegar a ningún lado y que estamos dispuestos a asegurarle a los trabajadores la libre circulación“, dijo un encumbrado funcionario del Gobierno a Infobae.
Desde la Ciudad también hubo coincidencias en que se trabajó más unificadamente con el accionar de la Nación a diferencia de otros cortes de calle. Claro que la estrategia de Rodríguez Larreta sigue siendo la del diálogo más extensivo con los manifestantes, en comparación con Nación. “Son protestas y piqueteros diferentes. En Panamericana había más dureza entre los manifestantes y la reacción fue diferente“, se justificaron en su entorno.
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