Cuba: Aire fresco en El Caribe

 

Por Javier Salado, Corresponsalía de Resumen Latinoamericano, Cuba

11 marzo 2017.-La prensa internacional una vez más trató de acallar la realización de dos eventos que en el actual escenario regional e internacional tienen una vital importancia: La Asociación de Estados del Caribe (AEC) celebró su I Reunión de Cooperación con la presencia de representantes de todos los estados del bloque, y a continuación, la XXII Reunión Ordinaria del Consejo de Ministros de la AEC, donde Cuba entregó la presidencia pro témpore.

Apenas un día después, se celebró la V Reunión Ministerial CARICOM-Cuba. Ambas actividades- asumiendo las dos reuniones de la AEC como un conjunto- fueron inauguradas por el presidente cubano Raúl Castro.

Visto en términos de noticia, tal pareciera que simplemente una vez más los medios al servicio del imperio y las oligarquías nacionales latinoamericanas hacen silencio ante realidades y hechos concretos. Pero es mucho más que eso, en este caso hicieron valedera la premonición del Che Guevara de que el enemigo tiene un excelente olfato para comprender quienes son sus adversarios más peligrosos y cuales acciones amenazan sus intereses. Estamos en presencia de ese caso.

Las reuniones de la AEC y CARICOM-Cuba tienen en la actualidad un muy esperanzador y progresista significado, aunque los temas abordados en las mismas pudieran parecer regionales. Hablar hoy en día de la protección del medio ambiente y la naturaleza, coordinar acciones concretas en ese sentido e intercambiar experiencias, está en la mayor consonancia con el vaticinio que hiciera el Comandante Fidel Castro hace más de veinte años de que una especie se encuentra en peligro de extinción: el ser humano.

Insignes politólogos y cientistas han denunciado al capitalismo y a su salvaje ley de mercado como el principal causante de la contaminación, la escases del agua, las hambrunas terribles en África, Asia y América Latina y la inexorable futura destrucción del planeta. El efecto invernadero, la polución, las irrespirables atmósferas de cada vez más ciudades del mundo, tienen una sola causa: la barbarie y el egoísmo capitalista. Son esos mismos intelectuales quienes han señalado que la salvación se encuentra solo en el socialismo. Y son los pueblos los que pagan en la actualidad con su pobreza, miseria y vidas estas verdades.

Es por ello, que la I Conferencia de Cooperación de la AEC, tiene un profundo sentido humanista, progresista y revolucionario, porque no solo se discutieron los temas de la lucha contra la destrucción del medio ambiente, sino se habló y llegaron a acuerdos sobre la integración de los estados caribeños, donde la punta de vanguardia estuvo representada por Cuba y los pequeños estados del caribe insular.

Por si ello fuera poco, la Reunión Ordinaria del Consejo de Ministros CARICOM-Cuba no sólo se pronunció de forma enfática y segura sobre el tema de la integración y la cooperación, sino que, en no pocos de los planteamientos de los dirigentes presentes, se denotaron posiciones de franco enfrentamiento a las políticas imperiales, como lo es la necesidad de la reparación, resarcimiento e indemnización de daños causados por la esclavitud en el Caribe, enfrentar unidos los desafíos para construir sociedades más justas y equitativas, ponerle fin al Bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos a Cuba, el apoyo irrestricto a la proclama de América Latina y el Caribe como zona de Paz realizada por la CELAC en La Habana, el legado de Fidel Castro para las nuevas generaciones y el apoyo consensuado a la República de Haití.

En momentos en que el escenario regional enfrenta una escalada imperialista y de las derechas nacionales caracterizada por el golpe de estado contra Dilma en Brazil, el acceso a la presidencia de Macri en Argentina, las rastreras posiciones del secretario de la OEA Almagro y del presidente de Perú Kuczynski (tranquilo sobre la cálida alfombra), las agresiones de todo tipo contra la revolución bolivariana de Venezuela, las dificultades para encontrar la Paz en Colombia; no hay dudas que el carácter y contenido de estas reuniones caribeñas son un verdadero soplo de aire fresco y de esperanza para los pueblos del continente.

 

La Habana, 11 de marzo 2017

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