8M. En el Abya Yala, la tierra tiembla! Paro internacional de mujeres

Resumen Latinoamericano, 6 de marzo 2017 .-

Nosotras, mujeres, lesbianas y trans, indígenas, campesinas, urbanas, afros, trabajadoras, estudiantes, feministas integrantes de los Movimientos Sociales del Alba, paramos el 8 de marzo en nuestros países para que se visibilicen nuestras luchas históricas de más de cinco siglos, nuestro trabajo precarizado, de las tareas que nos agobian día a día que nadie considera como trabajo. Paramos para que se visibilicen nuestros cuerpos desaparecidos por las redes de prostitución y trata, nuestros cuerpos asesinados en femicidios, nuestros cuerpos golpeados por la violencia patriarcal.
Nosotras paramos para denunciar que las guerras nos toman como botín de guerra, y que en la paz precaria por la que las mujeres tanto hemos luchado, como en Colombia, nos siguen asesinando.
Nosotras paramos para denunciar los femicidios territoriales de las mujeres defensoras de la naturaleza, de los bienes comunes, de los ríos, de los bosques, como Berta Cáceres en Honduras, Laura Leonor Vásquez Pineda en Guatemala, Macarena Valdés en Chile, Ruth Alicia Lopez Guisao, líder social del Congreso de los pueblos de Colombia y del Coordinador Nacional Agrario, y para que sea reconocido el lugar que las mujeres venimos asumiendo en el enfrentamiento a las políticas neoliberales, extractivistas, del capitalismo patriarcal y colonial.
El 8M paramos para denunciar los femicidios, que están desangrando a México, Centroamérica, y crecen de manera alarmante en todo el continente, con complicidad de los Estados, las redes del narco, de la prostitución, de la trata y del crimen organizado. Denunciamos que desde la mayoría de los gobiernos del continente, y de los fundamentalismos religiosos se siguen negando los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, se sigue penalizado el aborto, mueren mujeres en abortos clandestinos, hay mujeres presas por abortos. Hay represión a las identidades lgtbi, y se establecen medidas de control de nuestros cuerpos. Exigimos que se implemente la educación sexual integral en todos los niveles de escolaridad pública, y que se desarrolle una comunicación no sexista.
El 8M paramos para gritar que todas somos migrantes. Expulsadas de nuestros territorios, criminalizadas en los lugares a los que llegamos, vamos tejiendo nuestras propias redes de encuentro y de rebeldía.
El 8M paramos, para que sepan de nuestra fuerza, de nuestra capacidad de llenar las calles y las plazas, de salir de las casas para el espacio público y ocuparlo con nuestras exigencias antipatriarcales, anticapitalistas, antirracistas. Para gritar que vivas y libres nos queremos.
El 8M paramos para expresar nuestro rechazo a los golpes de estado, a la militarización, a la represión sobre nuestros pueblos. Porque frente a la feminización de la pobreza, respondemos con la feminización de la resistencia.
Ante la pérdida de conquistas, de derechos sociales, de libertades, las mujeres avanzamos en nuestra potencia organizativa y política. Por eso decimos también, que nuestras luchas no son solamente defensivas.
Que vamos a defender los procesos populares asediados, como en Venezuela, en Bolivia, y la Revolución Cubana, como estrella que sigue dando ejemplo de dignidad antimperialista.
El 8M paramos para denunciar la agresión imperial contra Venezuela, el bloqueo silencioso de las transnacionales y de los gobiernos derechistas dirigidos a aislar a la Revolución Bolivariana, atacando específicamente a las mujeres, e intentando agobiarlas económicamente.
El 8M paramos en solidaridad con las luchas descolonizadoras y antimperialistas de las mujeres y del pueblo de Puerto Rico, colonia de Estados Unidos por más de 500 años, que también estarán parando en reclamo de su independencia total. Exigimos la libertad de Ana Belén Montes, y de todos los prisioneros y prisioneras del imperio. Paramos también para denunciar a las tropas de la MINUSTAH que han violado a mujeres haitianas que valientemente resisten la ocupación.
Paramos porque nuestras luchas no reconocen fronteras, y nos duelen los golpes dados a las mujeres, trans, lesbianas, travestis, y a nuestros pueblos.

El 8M paramos en el Abya Yala, y la tierra toda temblará.

Sin el protagonismo de las mujeres, no hay revolución.
Las mujeres reivindicamos nuestro derecho al placer, a la libertad, y al deseo.
Revolución en las calles, en las plazas y en las camas.
Sin feminismo no hay socialismo

 

Foto de archivo

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