Argentina: La impunidad de violar a una joven o a una niña y criminalizar a la víctima

Carta de la joven que denunció que la violaron un grupo de rugbiers mendocinos

La muchacha escribió una carta pública donde aseguró que no consintió las relaciones sexuales: “Ellos decidieron por mí”, dijo.

21 febrero 2017 /La Capital/ La joven que denunció a un grupo de rugbiers por haberla abusado sexualmente en una fiesta privada en Chacras de Coria a fines del año pasado difundió una carta pública.

En el escrito, la jugadora de rugby confirmó que jamás pudo haber consentido tener relaciones sexuales con cinco personas y aseguró que su vida “se volvió un infierno”.

Este es el texto:

Quiero contar lo más triste que me pasó en la vida. Nunca imaginé encontrarme en esta situación tan dolorosa. Si fuera por mí, no desearía hablar de algo que tanto daño me hace, pero es tanta la presión y la impotencia, que decidí expresar un poco de lo que siento frente a tanta injusticia.

Me parece muy injusto haber ido a una fiesta a pasar un buen rato con mis amigas y que haya terminado todo tan mal como terminó, que cinco “hombres” hayan abusado de mí. Nunca me imaginé y menos sospeché que gente de mi entorno, con las cuales compartimos la misma pasión por el rugby, me traicionaran de esta manera.

Quiero y necesito aclarar que en ningún caso, ni bajo ninguna circunstancia, hubiera aceptado estar en esa horrible situación con cinco hombres. Esa noche no di mi consentimiento para nada de todo lo que pasó. Me robaron mi dignidad sin importarles nada. Solo fui una “cosa” que usaron para calmar sus más bajos instintos. ”

“Ellos” decidieron por mí. No es normal que cinco hombres se acuesten con la misma mujer en tan poco tiempo y frente a personas mayores. Ya no es suficiente decir no, a mí ni siquiera me dejaron decir “NO”.

Como si todo lo que pasó esa noche fuera poco, mi vida cambió y se volvió un infierno. No es solamente denunciar el hecho y listo, no. Significa someterme a miles de cosas horribles e ir a lugares donde no quiero estar. Es intentar procesar todo lo que pasó y estoy pasando, y buscarle algún sentido. Tener que escuchar que mienten sobre lo ocurrido, que digan que yo violé a un grupo de cinco hombres, que yo busqué esto por haber ido a la fiesta y tomado alcohol, que busco prensa, dinero y mil cosas más, dignas de personas verdaderamente muy malas, poco racionales y, prácticamente, nada humanas. Dicen que esto yo lo inventé, que podría sacar provecho, solo en una mente perversa, esta sea una manera. Nadie inventaría una cosa así.

Significa estar mal, angustiada, llorar todo el tiempo y de la nada, no poder sonreír con las mismas ganas y felicidad que antes lo hacía, es intentar estar bien sin poder lograrlo. Abandonar todas mis actividades cotidianas. Es tan difícil entender que la vida sigue.

No deseo semejante dolor a nadie, ni siquiera a las personas que tanto daño me hicieron y me siguen haciendo. Ojalá nunca se encuentren con una hermana, una madre, una hija, una nieta, una novia, una amiga, ni a nadie en esta situación.

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Otro testimonio sobre el caso de violación de Magalí, una chica de 13 años violada por varios hombres en Tandil

Por Zuleika Esnal

Y todavía hay pelotud@s que se preguntan si el feminismo no es igual al machismo.
Me tiemblan las manos para tipear… Y llorando. Es muy difícil de leer, pero es necesario. Aunque me duela la garganta de tanto apretar dolor, que aunque ajeno, también es mío, porque vivo en la misma sociedad.
“”Violaron entre 30 “hombres” a una piba. Treinta; aunque no es seguro. Ella contó 28 pero antes de quedar inconsciente le pareció escuchar a uno gritando “Somos 33!!!!”. O treinta y ocho. No recuerda.
Dice que cree que la drogaron porque no podía moverse, que se reían de ella y que pensó que iba a morir.
Dice que el alma duele más que la vejiga destrozada y es más difícil de sanar. Dice que se baña todo el tiempo, todo el día. Que siente culpa aunque no sabe bien de qué. Y que sueña que le sale basura de los ojos y la boca. Dice que no entiende.
Lo primero que preguntó la policía fue si alguna vez había estado en una orgía.
16 años tiene.
Lo segundo, que por qué estaba donde estaba.
Estaba donde estaba porque la drogaron,y así, DROGADA, fue llevada a una casa abandonada. La violaban de a dos, para hacer más rápido. Algunos repetían. Como si fuera un plato de comida. 16 años tiene.
Dice que no sabe si quiere cumplir diecisiete. Dice que para qué.
Vi la foto de uno de esos hombres, con la boca abierta y la lengua afuera al lado de la vagina sangrando de esta chica de la edad de mi sobrina.
Pensé en mí misma cuando a los quince, volviendo del colegio un tipo me siguió dos cuadras con la pija afuera.
Pensé en mí misma a los 21, volviendo en tren desde Moreno y un pibe se m asturbaba en el asiento de al lado se bajó riéndose cuando empecé a gritar. Recuerdo que vi el asiento manchado y vomité. Lo mío no fue nada. Algunas pesadillas de vez en cuando.
16 años tiene.
La encontraron deambulando, como ida, desorientada y sangrando.
Dice que tiene vergüenza. Y que no sabe por que.

Yo creo que tiene vergüenza porque es lo primero que aprendemos. Lo que nos hacen creer.
Que si la pollera era corta, BANCATELA.
Te emborrachaste, BANCATELA.
Te gusta coger pero no quieres que te violen? Estas loca? BANCATELA
Te gusta andar sola de noche? BANCATELA.
Te pones a hablar con cualquiera?BANCATELA
BANCATELA.
BANCATELA.
BANCATELA.

“ME VIOLARON TODOS, ME VIOLARON TODOS, ME VIOLARON TODOS” gritó Magalí apenas despertó del coma. 13 años tiene. O tenía. La madre no sabe bien porque parece una nena de 6 años. Dice que no habla. Que se arrancó la sonda en medio de una crisis y tuvieron que sedarla. Que tiene la vagina destruida. Que hay quemaduras de cigarrillo en todo el cuerpo incluyendo las orejas. Arañazos en el pecho y el abdomen de cuando intentó resistirse a ser violada, desfigurada a golpes y quemada.
Tiraron el cuerpo al medio de la ruta para que alguien la atropellara y así borrar las huellas.
“Estaba oscuro, pensé que era un animal” dijo el conductor de la camioneta. Y agregó que la tiraron a propósito, que no vio quien fue y que no pudo esquivarla.
Como a un perro. Peor que a un perro.
A mí no me importa si estaba en una fiesta. Si es chica para estar adonde estaba. Si tomó alcohol o estaba sobria. Si salió con las primas por Tandil cuando debería estar en casa.
Porque lo que verdaderamente importa es que esta nena llegó a la guardia de una sala de emergencias violada, atropellada por una camioneta apenas respirando y más de uno pregunta ¿pero donde mierda estaba para que le hicieran eso? Porque hay mucho forro pregonando que hay lugares donde si te metés, entonces bancátela.
No conozco la idiosincrasia de Tandil. Se que es un pueblo, se que hay pibes con plata, mucha plata que se creen con derecho de tomar lo que quieren, cuando quieren, como quieren y eso incluye a Magalí.
Magalí que fue a una fiesta con las primas, como fuimos todas en algún momento. Pero claro, como la violaron, de repente es una putita que estaba donde no debía.
“La noticia impacta y llena de horror a Tandil” reza el diario local.
Acá no ha pasado nada, digo yo. Porque en una ciudad donde todos saben todo, todavía no hay culpables. Guita señores. Hipocresía. Impunidad para los de siempre, como siempre.
Y mientras tanto esta nena, que nunca más fue al colegio. Que toma ocho medicamentos por día incluyendo Clonazepan 2 mg. Que tiene un golpe en el cráneo con secuelas de por vida. Que probablemente nunca pueda tener hijos por el útero destrozado. Que sufre pérdida de memoria, involución madurativa, dolores crónicos. Que no sale a la calle desde que pasó lo que pasó hace cinco meses por miedo a que la maten “a que me agarren de nuevo.” Recuerda, eso sí, que uno le pegaba, otros dos la sostenían de los brazos y la insultaban para que no se resista. Que le bajaron los pantalones y la violaron por turnos.
Y seguimos preguntando por qué estaba donde estaba. Si andaba a los besos y después que querés, que se joda. Seguimos cuestionando minifaldas y pelotudeces mientras esta piba se retorcía literalmente de dolor en una cama de hospital. Mientras no sale a la calle porque sabe que están libres y con plata. Mientras echaron al padre misteriosamente del trabajo por atreverse a denunciar.
“Pueblo chico, infierno grande”, muy bien. Que arda entonces. Que se prenda fuego. Que se pudra todo. Que no tengan paz. Que dejen de una puta vez de ofenderse por el aerosol en las paredes y “esas putas en la calle”. Que indigne lo que verdaderamente importa POR FAVOR que es la vida de esta chica. Y la de todas las demás.
Y mientras siga pasando lo que pasa, mientras aparezcan muertas, calcinadas, cagadas de miedo a denunciar, mientras sigan amenazas, violaciones, morgues llenas de pibas que deberían estar en el colegio, vamos a ser cada vez más putas por las calles. Y ofendete si querés. Perdé el tiempo y la energía en indignarte mirando a la pared. Que por eso pasa lo que pasa”.

Queremos ser libres, no valientes.
Vivas nos queremos!

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