La política intervencionista de Trump en contra de Venezuela se encuentra ya en pleno desarrollo

Por Carlos E.Lippo, Resumen Latinoamericano, Investigation.net /16 febrero 2017.- El actual secretario de estado de EE.UU. Rex Tillerson es un conocido enemigo de Venezuela, desde que siendo presidente de la Exxon Mobil, retiró a esa empresa del país al negarse a aceptar el nuevo régimen legal de la Faja Petrolífera Hugo Chávez,(régimen impuesto a las empresas mixtas  y aceptado por todas las otras operadoras transnacionales), y fracasando luego al no obtener la milmillonaria indemnización que solicitaba ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI).

 

En un artículo publicado en este mismo portal (1) pocos días después de la victoria electoral de Donald Trump, especulábamos en relación a que su presidencia podría representar al menos una discontinuidad en la política de ataque frontal a nuestro país desarrollada por el trío Obama-Clinton-Kerry en los últimos ocho años; especulábamos  también en relación a que nuestra contrarrevolución había recibido un duro golpe con la derrota de la señora Clinton, ya que necesariamente habría de ver temporalmente suspendido el flujo de billetes verdes que se le ha hecho tan necesario para poder activar, tanto como lo es el oxígeno para la inmensa mayoría de los seres que hacen vida en nuestro planeta.

 

La realidad parece habernos dado la razón en el segundo de los pronósticos, y es que esa lucha de todos contra todos que viene desarrollándose con extrema ferocidad en el seno del liderazgo de la MUD, en medio de lo que es un inocultable síndrome de abstinencia de billetes, sería explicable por la necesidad que tiene cada uno de ellos de mostrarse más radical que los otros ante los ojos del nuevo amo, para así poder hacerse acreedor a una mayor cuota de financiamiento.

 

Lejos estuvimos de acertar con el primero de los vaticinios y es que la discontinuidad pronosticada no se produjo, no sólo porque Obama estuvo tratando de defenestrar a Maduro hasta el último día de su mandato, sino porque Trump dio temprana muestra de lo que se trae entre manos en relación a la revolución bolivariana con su selección como secretario de estado de Rex Tillerson.

Tillerson es un conocido enemigo de Venezuela, desde que siendo presidente de la Exxon Mobil, retiró a esa empresa del país al negarse a aceptar el nuevo régimen legal de la Faja Petrolífera Hugo Chávez,(régimen impuesto a las empresas mixtas  y aceptado por todas las otras operadoras transnacionales) fracasando luego al no obtener la milmillonaria indemnización que solicitaba ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI).

 

El inefable Tillerson, en la audiencia de confirmación para el cargo ante el senado norteamericano desplegó un claro resumen de lo que sería la política de Trump hacia la revolución bolivariana, en el cual destacan planteamientos como éstos:

 

  • “Creo que estamos totalmente de acuerdo en cuanto a la calamidad que ha sucedido en Venezuela, en gran medida debido a la incompetencia y la disfunción de su Gobierno, primero, con Hugo Chávez y ahora con su sucesor designado, Maduro. De ser confirmado, insto a una estrecha cooperación con nuestros amigos en el hemisferio, en particular con los países vecinos de Venezuela, Brasil y Colombia”.

 

  • “…así como también cooperaremos con organismos multilaterales como la Organización de Estados Americanos (OEA), para buscar una transición negociada a la democracia en Venezuela”.

 

  • “Se van a cumplir las sanciones impuestas por el Congreso (…) vamos a continuar apoyando los esfuerzos del secretario general de la OEA, Almagro, en la búsqueda de la invocación de la Carta Democrática Interamericana para promover la normalización de la situación en Venezuela y el restablecimiento de las situaciones democráticas”.

 

  • “Al final, se reconstruirán las instituciones políticas, encabezadas por valientes defensores de la democracia y de los derechos humanos, que allanarán el camino para el tipo de reformas necesarias para poner a Venezuela en el camino de la recuperación económica”.

 

Los gobiernos, instituciones y personajes expresamente citados en estas declaraciones por el nuevo canciller del imperio, como los sumisos vasallos que ellos son, han tardado muy poco en ponerse a trabajar gustosos en contra de la revolución bolivariana; tan es así que:

 

  • El gobierno burgués colombiano, en cabeza de su vicepresidente, ha lanzado una turbia maniobra de provocación, dando así continuidad a la permanente campaña de odio hacia todo lo venezolano que ingratamente ha venido desarrollando en las áreas fronterizas (2). A quien pueda parecerle exagerada esta apreciación debemos recordarle que a pesar del enérgico rechazo de nuestra cancillería, expresado a través de dos contundentes comunicados y al propio rechazo de nuestro presidente, ni la canciller Holguín ni el presidente Santos, cuyas cínicas declaraciones sobre el tema confirman el carácter forajido de ese gobierno, ha ofrecido las excusas solicitadas.
  • Luis Almagro, aunque al parecer se ha mantenido un poco a la expectativa por conocer cuál de los grupos del ala pirómana de la MUD logrará hacerse del control absoluto de la contra, no ha perdido tiempo en congraciarse con el nuevo amo, cuyo apoyo político-financiero busca obtener en forma vergonzante para poder cristalizar sus aspiraciones presidenciales en su país de origen, por medio de unas declaraciones ofrecidas el pasado lunes a una emisora FM uruguaya, ha llegado al extremo de reconocer impúdicamente sus acciones injerencistas, señalando de manera altanera que lo hace porque está cumpliendo con su trabajo y “si eso le gusta a todo el mundo bien y si no tiene esa dimensión de apoyo, también” (3); para luego llegar al summum del injerencismo al expresar en las mismas declaraciones el siguiente planteamiento de claro carácter intervencionista relativo al diálogo que el gobierno revolucionario persiste en sostener con los representantes de la MUD: “mientras el Vaticano este ahí definitivamente no tomaremos ninguna acción de impulsar la carta democrática. Si nos dicen que ese diálogo terminó y hay una comunicación formal de la oposición al Vaticano a ese respecto recomenzaremos los esfuerzos a la hora de tomar medidas” (4).
  • El gobierno dictatorial de la República Federativa del Brasil al parecer ha obrado con mayor prudencia, ya que no hemos podido conseguir en la red ninguna información reciente que de testimonio de su apoyo a la política intervencionista de la nueva dirigencia del imperio; sin embargo sus antecedentes al haber abogado antes por los políticos presos, al ofrecer su colaboración al cipayo Almagro para contribuir a “solucionar nuestra crisis”, al intentar promover una eventual expulsión ilegal de Venezuela del MERCOSUR  y al acusarnos de ser un país cada vez mayor exportador de cocaína (5), aunados a su carácter de facto y cada vez más necesitado del apoyo del imperio para poder subsistir, no dan lugar a dudas sobre en cuál lado de la confrontación están ubicados y qué estarían dispuestos a hacer para apoyar al nuevo gobierno del imperio en sus propósitos.

 

Por otra parte, la contrarrevolución local, presumiblemente acicateada por aquel señalamiento de Tillerson que ofrece el poder y la gloria a los “valientes defensores de la democracia y los derechos humanos”, a pesar de todas sus pugnas internas y de un evidente divorcio de sus masas, sin duda alguna está optando por una huída hacia adelante al estar desarrollando un coordinado plan de acciones desestabilizadoras de bajo, mediano y alto impacto realizadas a nivel nacional, desde mediados de la semana pasada. Entre ellas podemos citar las siguientes:

  •  intentos de montar guarimbas en Caracas, Mérida y San Cristóbal, con motivos varios;
  • intento de perturbar el normal funcionamiento del CNE por parte de diputados ociosos de la AN con la excusa de presionar para el llamado a unas elecciones (para las cuales ellos no tienen actualmente partidos con los cuales poder participar);
  • intento de perturbar el normal funcionamiento de centros de salud, con la excusa de una supuesta crisis humanitaria en salud;
  • acciones de sabotaje que han sido causa de paralizaciones parciales y temporales del servicio en el ferrocarril de los Valles del Tuy y en el Metro de Caracas y las que mayor impacto adverso pudieron haber causado, aunque al ser fallidas terminaron siendo las más lamentables a causa de la pérdida de la vida de seis de los perpetradores, que son los intentos de sabotaje en cuatro subestaciones eléctricas de CORPOELEC ubicadas en El Tablazo, Petroquímica de Morón, Planta de Tratamiento de Aguas en El Guri y en el estado Falcón.

 

Estas acciones estarían inscritas en una fase previa de lo que se ha dado en llamar la “Operación Grito de Libertad”, denunciada por el gobernador Vielma Mora el pasado lunes en la ocasión en la que declaraba en relación a la neutralización de un intento de generar guarimbas en las inmediaciones de la Universidad Católica del Táchira por parte de los mercenarios de la contra (6).

Dicha operación, presuntamente planificada y financiada desde Colombia, estaría prevista de ser iniciada el próximo domingo 12 de febrero, fecha en la cual se conmemoraba el “Día de la Juventud”  y en la cual habrán de cumplirse tres años del inicio de las acciones terroristas de “La Salida” y dos años de la develación del llamado Golpe Azul, con su “Operación Jericó”, aquella que de haberse consumado se habría convertido en la más grande y cruenta acción terrorista de todos los tiempos en nuestro país.

 

Todo lo dicho anteriormente debería ser más que suficiente para demostrar la completa certeza del señalamiento que ha servido de título a estas notas, sin embargo, como el fascismo no conoce límites un grupo de 34 parlamentarios gringos, encabezados por Ileana Ros-Lethinen (republicana) y Bob Menéndez (demócrata), ambos de origen cubano, ha dirigido una carta al presidente Trump, dada a conocer públicamente el día de ayer, instándole a aumentar la presión sobre el gobierno de Venezuela “sancionando de inmediato a funcionarios responsables de corrupción y abusos de derechos humanos” (7).

 

Un pasaje de dicha carta contiene la siguiente perla: “Una acción decidida y ejemplar en respuesta a los acontecimientos en Venezuela como una de las primeras acciones de política exterior de nuestro gobierno enviaría un potente mensaje al régimen de Maduro y al pueblo venezolano”, en lo que sería una gigantesca bombona de oxígeno para revivir a nuestra muy maltrecha contrarrevolución; en otro, se exige el envío de más fondos para la oposición venezolana, otra gran bombona de oxígeno, y se llega al extremo de solicitar investigaciones y sanciones para funcionarios venezolanos como el Vicepresidente Tareck El-Aissami (8).

 

Entonces, no debería haber duda alguna en relación a que si la política intervencionista de la administración Trump tuviese algún cambio con relación a la de Obama, éste cambio sería para peor, por lo cual es necesario mantener activadas todas las alarmas.

 

Afortunadamente, en el frente de defensa internacional estamos contando con el apoyo decidido de la Federación de Rusia, cuya cancillería habitualmente muy prudente y comedida ha alertado en dos oportunidades en menos de un mes sobre la intolerable injerencia del gobierno de los Estados Unidos al que señalan de estar intentando promover una de sus cruentas “revoluciones de colores” en nuestro país. Recordemos que con Rusia tenemos importantes acuerdos en materia económica y militar, algunos de los cuales fueron repotenciados durante la muy reciente visita de nuestra cancillera a ese gran país (9).

A no dudarse contaríamos también con el apoyo de China la gran potencia del extremo oriente y de la República Islámica de Irán, como en diversas ocasiones sus gobiernos nos lo han hecho saber y por supuesto con el de los hermanos países del ALBA-TCP, que tan importante papel han venido jugando para pararle el trote al cipayo Almagro en el seno de la OEA.

 

En el frente interno es necesario incrementar la ofensiva sobre las fuerzas de la contrarrevolución de manera de evitar su eventual recomposición ahora que están pasando por uno de sus peores momentos; no debemos subestimar sus fuerzas potenciales porque aunque ella carece de masas si cuenta con mercenarios y con un grupo importante de elementos disociados capaces de intentar las más cruentas acciones terroristas y los más temerarios actos de sabotaje, como lo demuestra el caso de las personas fallecidas tratando de sabotear el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Para ello contamos con la poderosa unión cívico militar, cuyo elevado nivel de apresto operacional fue evidenciado por los recientes ejercicios “Zamora 200” y con la inmensa ventaja de poder controlar legítima y legalmente la mayoría de los poderes públicos.

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