Una iniciativa ciudadana pone en jaque a la justicia paraguaya

 

Resumen Latinoamericano /El Ciudadano /27 de julio 2015,. “Condena cantada” es como en Paraguay se refieren a un juicio cuyo resultado ha sido decidido de antemano de acuerdo a intereses extrajudiciales. Contra un juicio que viene con condena cantada es que se levantó la iniciativa Somos Observadores de Curuguaty, una campaña ciudadana nacional e internacional de vigilancia al juicio oral de la masacre de Curuguaty, el cual ha sido pospuesto por tercera vez en ya casi dos años. La última fecha dada por el tribunal para su realización será este lunes 27 de julio de 2015 en la ciudad de Asunción.

En este juicio la fiscalía intentará castigar a 13 campesinos y campesinas por la masacre de Curuguaty. En la mañana del 15 de junio de 2012, en la zona de Marinakue, cerca de 350 policías fuertemente armados, en vehículos, a pie y a caballo, con un helicóptero, ingresaron a desalojar a cerca de 60 campesinos –incluyendo mujeres y niños- quienes ocupaban esa tierra exigiendo que fuera recuperada por el Estado para la reforma agraria. En medio del diálogo entre la policía y una delegación campesina se inició un tiroteo que dejó 17 muertos, 11 campesinos y seis policías. La Fiscalía investigó solo la muerte de los seis policías caídos ese día. Los asesinatos de los campesinos no fueron investigados por la fiscalía, pese a las pruebas que indican la ejecución de la mayoría de ellos por la policía. Esa masacre fue el detonante para el juicio parlamentario que destituyó al entonces presidente Fernando Lugo. Este hecho ha sido llamado “golpe parlamentario” por la prensa nacional e internacional.

La no investigación del asesinato de campesinos y muchas otras irregularidades más han venido construyendo, a ojos de la sociedad paraguaya, esta “condena cantada”. Estas “condenas cantadas” son habituales en la vida judicial paraguaya. Las irregularidades abarcan todo el proceso judicial, desde la recolección de pruebas hasta los procedimientos de acusación y audiencia preliminar. La fiscalía ocultó evidencias, incluyendo balas de calibre de uso policial recolectadas en la “escena del crimen”, no investigó las denuncias de torturas y ejecuciones de campesinos. También fue ilegalmente añadida evidencia falsa –como una escopeta robada en una ciudad lejos del lugar de los hechos, días después de la masacre, cuyo robo fue denunciado, y que fue incorporada a las pruebas por la fiscalía, pruebas que en general fueron presentadas a bulto y sin que la defensa tuviera acceso a ellas, como la ley exige. La jueza de garantías realizó una conferencia de prensa contra los abogados defensores cuando estos le recusaron durante la audiencia preliminar del caso el año 2013.

Las irregularidades abarcan todo el proceso judicial, desde la recolección de pruebas hasta los procedimientos de acusación y audiencia preliminar.

En el mes de mayo, una serie de personalidades y ciudadanos de Paraguay –incluyendo artistas, actores, religiosos, feministas e intelectuales- propusieron a la sociedad toda ser “Observadora” del juicio, para asegurar su trasparencia, que sea efectivamente un juicio público, el cumplimiento y respeto del debido procedimiento y de las garantías a la defensa. Somos Observadores sostiene que la presencia de público, de referentes nacionales e internacionales del ámbito del derecho y los derechos humanos y en general de cualquier ciudadano de a pie en el juicio, ayudará a impedir maniobras oscuras e irregulares que hagan posible la “condena cantada”.

Una activista de la campaña, Sandra González, llegó a ella porque pensó “que no se podía dar la injusticia sin que la ciudadanía colocase que estamos pendientes, que somos más que los familiares, más que las organizaciones que acompañan desde el día uno todas las acciones, que somos más que unos abogados y abogadas… que cada ciudadana y ciudadano que crea en la justicia, puede y debe participar, conocer al caso de cerca, seguir el juicio, apelar a la independencia, a la transparencia y a la imparcialidad.”

El cineasta Marcelo Martinessi, director de Televisión América Latina, es una de las figuras públicas que ha declarado que será observador del juicio. Como muchos de los observadores de Curuguaty, Martinessi ha publicado una foto con el logo de la campaña en las redes sociales.

“El caso Curuguaty necesita que tomemos postura” señaló. “Y Somos Observadores es una forma de hacerlo. Lo otro es permanecer indiferentes, callados, es la inercia, el ‘no te metas’ que avaló prácticas nefastas, injustas y criminales, en los momentos más oscuros de nuestra historia”.

“Se ve que están activos ahí y veo que cada vez se suman más observadores” Dijo la estudiante Jeruti Bareiro, quien se enteró de la campaña por las redes sociales y cree que “Si su propósito es presionar y hacerse presente, creo que ya lo logró de hecho, pero no creo que depende solamente de la campaña el lograr justicia para Curuguaty”.

Lanzada públicamente a principios de junio, con ya más de dos mil personas inscritas como observadoras en el sitio web de la campaña y han publicado fotos suyas con el logo de la campaña y la consigna Somos Observadores

Somos Observadores recoge firmas y compromisos de participación observadora en el juicio mediante su página web y en las redes sociales, aunque sus actividades principales son en las calles, plazas y eventos de Asunción y otras ciudades de Paraguay, así como también ha sido presentada en otras ciudades del mundo, como Madrid, Barcelona, Buenos Aires, Rio de janeiro. Incluso durante la participación de la selección paraguaya de fútbol en la Copa América Chile 2015, se realizó una acción de apoyo a Somos Observadores y en demanda de justicia y libertad para los y las acusadas de Marinakue en la ciudad de La Serena, lugar de concentración de esa selección.

Durante el juicio los observadores seguirán el proceso mediante las redes sociales, las que mantendrán permanentemente actualizadas. También asistirán al juicio para asegurarse de que toda la información sea compartida tanto como sea posible, para que la ciudadanía tome medidas si el juicio no es justo.

“La suspensión (del juicio) no nos ayuda, porque queremos para los 11 campesinos asesinados, no sólo para los seis policías” dice Diana Rivarola, activista de la campaña “Tengo la esperanza de que se anule este proceso”.
Acción noviolenta durante visita del papa Francisco I donde vecinos de un edificio del centro de Asunción usaron sus ventanas para hacer un gigantesco cartel. (WNV/Fotociclo)

Por Pelao Carvallo

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