Cuba: 26 de Julio: revolución contras las oligarquías, revolución contra los dogmas

Resumen Latinoamericano/Valeria Fariña, especial desde Venezuela – El Asalto al Cuartel Moncada, contra todo pronóstico revisionista y dogmático, confirmó la organización de la revolución, el papel de la vanguardia y del individuo en la historia. Colocó en un primer plano al factor consciente de los revolucionarios conforme a las leyes de la historia.

El Moncada sopapeó a los fanáticos del factor subjetivo que gravitan en el inmovilismo a la espera de las condiciones. Inició el comienzo del fin del capitalismo en Cuba. Fidel y los combatientes lo comprendieron: las derrotas forman parte de la victoria final.

Injuriadores y calumniadores de siempre vieron infantilismo y aventurismo donde hubo organización y planificación estratégica. El triunfo revolucionario correspondió al análisis científico concreto de la situación concreta: “Lo que determinó esa arremetida no fue el entusiasmo o el valor de un puñado de hombres, fue el fruto de profundas meditaciones sobre el conjunto peculiar de factores objetivos y subjetivos que imperaban en aquel instante en nuestro país”. (Fidel Castro)

Los empachados de inmediatez se negaron a comprenderlo. La historia sentenció sus dogmas y el enemigo lo comprendió rápidamente; Cuba ¿excepción histórica o vanguardia?: “…¿cómo llevar a cabo la insurrección armada si la tiranía era todopoderosa, con sus medios modernos de guerra, el apoyo de Washington, el movimiento obrero fragmentado y su dirección oficial en manos de gángsters, vendida en cuerpo y alma a la clase explotadora, los partidos de opinión democrática y liberal desarticulados y sin guía, el Partido marxista aislado y reprimido, el maccarthismo en pleno apogeo ideológico, el pueblo sin un arma ni experiencia militar, las tradiciones de lucha armada distantes más de medio siglo y casi olvidadas, el mito de que no se podía realizar una revolución contra el aparato militar con una relativa bonanza por los altos precios azucareros de posguerra, sin que se vislumbrara todavía una crisis aguda como la que en los años 30 de por sí arrastró a las masas desesperadas y hambrientas a la lucha?”. (Fidel Castro)

Los 61 años que han pasado del asalto al cuartel Moncada dieron la razón al pueblo cubano.

El Moncada y el Movimiento 26 de Julio dieron una lección a los pueblos oprimidos del mundo entero.

Para quienes aún nos preguntamos ¿qué hacer?, ¿por dónde empezar?: ¡siempre es 26, siempre!

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