Carpa villera y huelga de hambre por la urbanización

Resumen Latinoamericano/Marcha – La Corriente Villera Independiente (CVI) realizó una huelga de hambre y un acampe en el Obelisco, donde exigió al gobierno de Mauricio Macri que declare la emergencia habitacional, socioambiental, sociosanitaria y socioeducativa en las villas.

Vecinos de las villas de la Ciudad de Buenos Aires nucleados en la Corriente Villera Independiente (CVI) instalaron una “Carpa villera” en la Plaza de la República frente al Obelisco, e iniciaron una huelga de hambre ante la ausencia de respuestas del jefe de gobierno porteño sobre la crisis habitacional de estos barrios, la ausencia de una política de sanidad de los territorios, el incumplimiento de las leyes de urbanización y la criminalización de la protesta, entre otros. La huelga de hambre que realizan cerca de 10 vecinos se extenderá al menos hasta el viernes, mientras que un centenar de personas se quedará en la Carpa.

A pesar de la disposición de personal de la Policía Federal con órdenes de detener e impedir el acampe, los integrantes de la CVI que llegaron en la mañana de ayer lograron instalar la Carpa a través de un cordón de vecinos.

En la noche de ayer, representantes de la CVI estuvieron presentes en el programa de Rolando Graña, “GPS” así como en el programa de Santiago del Moro, “Intratables”, ambos de la señal América 24. Natalia de la villa 21-24 declaró que a pesar de haber tenido “reuniones con funcionarios del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y con la Secretaría de Hábitat de la Ciudad (SECHI)” nunca se “llegó a nada concreto, nunca nos dan una solución”, se quejó. En este sentido, se culpabilizó a la SECHI y a su Secretaria, Marina Klemensiewicz, en la falta de respuestas de su gestión acerca de los pedidos que vienen realizando los vecinos de las distintas villas de la Ciudad.

Por su parte Rafael Klejzer, referente de CVI aseguró que las medidas consisten en “defender nuestra dignidad para que las villas formen parte del entramado de esta Ciudad”. “No queremos que llegue el invierno y tener que velar a nuestros familiares muertos por incendios que provocan los malos tendidos eléctricos o la falta de gas. Queremos vivir dignamente y es responsabilidad de los funcionarios del gobierno avanzar para que eso se cumpla”, aseguraron ante la pantalla.

Una “Carpa villera” para Macri

Dora Mackoviak, integrante de la Corriente Villera Independiente y vecina de la villa 31 bis (barrio Carlos Mugica) dialogó con FM Che Barracas y detalló los reclamos que llevan a estas medidas. “Lo que exigimos es la declaración de la emergencia habitacional, el cumplimiento de las leyes, la regularización de alquileres, los subsidios habitacionales”, aseguró Dora ayer por la mañana, mientras se realizaban los preparativos para la instalación de este acampe en pleno centro porteño. “Basta de criminalización a la pobreza”, agregó.

En un comunicado que difundió la CVI se anuncia la manifiesta falta de voluntad por parte del gobierno de la Ciudad en resolver la problemática de vivienda. En el comunicado aseguran que “frente al lucro inmobiliario de las tierras destinadas para la urbanización” y mientras “los funcionarios del Gobierno de la Ciudad no esconden sus pretensiones de llenarse los bolsillos”, a través de “la política neoliberal macrista” que “demuestra día a día que el objetivo es cerrarle la Ciudad a los pobres, se hace evidente la falta de voluntad política del Gobierno de la Ciudad para resolver la problemática de la vivienda”. Además denunciaron que “vivir dignamente” viene siendo un pedido desoído por los representantes porteños, y recordaron que “es responsabilidad de los funcionarios del gobierno avanzar para que eso se cumpla”. En este sentido Dora afirma que “es una decisión política” y que el gobierno de Macri “no quiere ocuparse de la verdadera situación que estamos viviendo en los barrios de emergencia y en las villas”.

Dos ciudades, un solo modelo excluyente

Los modelos de ciudad que imperan en la capital porteña responden al boom del mercado inmobiliario, es decir al interés de los emprendimientos de las mega trasnacionales en connivencia con la ausencia de políticas públicas dirigidas a la solución de la crisis habitacional de los cordones urbanos pobres por sobre el desarrollo de proyectos inmobiliarios para las clases altas y sus correspondientes trazas urbanas de accesibilidad. Producto una situación que aprieta como un cuello de botella a los sectores más vulnerados ubicados en las villas, cuya composición consiste en la población de la Argentina que fue segregada por estas políticas excluyentes, así como por las corrientes inmigratorias del continente especialmente la proveniente de Paraguay, Bolivia y Perú en su gran mayoría, es que las manifestaciones de los últimos años han tomado las calles en la pelea por la “urbanización” como uno de sus lemas más reconocidos.

“Frente al modelo de las dos ciudades que plantea Mauricio Macri donde la ciudad rica excluye a la pobre”, “¡Por esto vamos a la huelga de hambre!”, declaró la CVI con exactitud en el comunicado de prensa.

En este sentido, los reclamos por las reivindicaciones en los barrios y villas de la Ciudad de Buenos Aires no son nuevos. Distintas organizaciones que realizan trabajo territorial se encuentran con la misma respuesta del gobierno porteño: el silencio. Es así que Dora asegura que las negociaciones con el macrismo son inestables y que pese al diálogo no se avanza en obras o acciones concretas que puedan mejorar la calidad de vida de los vecinos: “porque en las villas se inició algún trabajito de 30 a 60 metros de pavimento. Pero eso generó que la gente que no tiene el pavimento se inunde con cuatro o cinco gotas de agua, y con el perdón de la expresión, se inunde con la mierda que tenemos en el barrio”.

El abanico de la lucha es amplio, y abarca todas las líneas de trabajo en que el gobierno porteño no tiene políticas favorables para los habitantes de la Ciudad. Además, la denuncia va también por otros ejes, como salud y educación. Dora asegura que en términos educativos “tenemos por ejemplo la falta de vacante para los chicos de la villa, y en la salud también tenemos bastante problemas, porque cuando hay algún caso con mucha urgencia, casi nunca llegan las ambulancias”. En relación a los subsidios que el gobierno porteño otorga para las familias para paliar los costos de alquileres, Dora denuncia que “la regularización de los alquileres” es otro de los puntos del Acampe ya que los ciudadanos que lo solicitan deben entregar constancia del pago del mismo: “cuando vivís en un hotel, el gobierno te da un subsidio para que (lo) pagues” pero lo que sucede cuando un ciudadano solicita un subsidio para utilizar dentro de una villa, es su incomprobabilidad dada precisamente la precariedad habitacional, “como somos gente de la villa, a nosotros no se nos da ese subsidio para el alquiler” concluye con molestia Dora.

En el marco del país del revés, las caras de los funcionarios no paran de desfigurarse ante una población movilizada. Y sin embargo, resultan impávidas. La protesta que comenzó ayer y se extenderá por cerca de dos semanas, se realiza mientras las familias de la Villa 20 continúan con la toma del predio de Villa Lugano, donde hace casi dos meses están esperando soluciones habitacionales –a una promesa que se extinguió en la gestión porteña desde hace dos años-. Recientemente, los delegados del asentamiento presentaron ante la Legislatura un plan que contempla un censo y la urbanización. A su vez, mientras que hace pocas semanas la CVI se presentaba ante la SECHI donde dos integrantes resultaron detenidos por la Policía Metropolitana tras elevar el reclamo de la falta de respuesta a diversos petitorios, su titular, la Secretaria Klemensiewicz se dirigía a Medellín, Colombia, para asistir como invitada al VII Foro Urbano Mundial, donde disertaba sobre la “exitosa gestión del macrismo” en la urbanización de villas.

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