Líbano. 1996: Cuando Hezbolá impuso a Israel el equilibrio de disuasión

Mohammed Salami / Resumen Latinoamericano / 20 de abril de 2020 –

El Líbano marcó el sábado 8 de abril, el 24º aniversario de la masacre israelí contra civiles inocentes libaneses y las tropas de la FPNUL en la ciudad sureña de Qana, cuando más de 106 mártires fueron muertos por los proyectiles de artillería sionistas.

La masacre de Qana fue una de las atrocidades cometidas por las fuerzas enemigas israelíes contra los civiles libaneses durante la agresión de 16 días que “Israel” lanzó el 11 de abril de 1996 para atacar al poder de la Resistencia.

En respuesta, Hezbolá decidió enfrentar la guerra israelí de una manera que acabara con la arrogancia del enemigo y evitara que alcanzase sus objetivos.

Ese día, el secretario general de Hezbolá amenazó con disparar misiles contra los asentamientos sionistas en el norte de la Palestina ocupada en respuesta a cualquier escalada militar israelí, refutando así las promesas del primer ministro israelí Shimon Péres de restaurar la seguridad y la estabilidad en el norte de la entidad de ocupación.

Hezbolá disparó cientos de misiles Katiusha contra los asentamientos sionistas en el norte de Palestina ocupada, infligiéndoles considerables pérdidas y obligando a cientos de miles de colonos a dirigirse a los refugios.

La feroz confrontación de 16 días llegó a su fin cuando el enemigo sionista no pudo derrotar el poder de los cohetes de la Resistencia libanesa, que impuso nuevas reglas de enfrentamiento a los israelíes.

El pacto de alto el fuego reconoció el derecho de Hezbolá a atacar los asentamientos israelíes en respuesta a cualquier ataque sionista contra los civiles libaneses, dando a la Resistencia una legitimidad internacional.

Este logro diplomático se basó también en los grandes sacrificios realizados por la Resistencia, el Ejército y el pueblo del Líbano, dado que la agresión israelí dejó una gran cantidad de mártires y heridos.

El poder de los cohetes de Hezbolá consagró un nuevo equilibrio de disuasión, forzando al enemigo israelí a detener su agresión y otorgándole al Líbano una gran victoria sobre la operación “Uvas de la Ira” israelí a pesar de las grandes pérdidas que infligió a los libaneses.

Desde 1996, el poder de los misiles de Hezbolá ha obligado al enemigo sionista a someterse a nuevas reglas de enfrentamiento basadas en el pago de un alto precio por sus crímenes, siguiendo el principio de “ojo por ojo”.

Eran las 2 p.m. el 18 de abril de 1996, cuando la ocupación israelí atacó una posición de las tropas de la FPNUL (brigada de Fiji), matando a 106 civiles inocentes e hiriendo a docenas.

Los civiles libaneses escaparon de los proyectiles israelíes durante la guerra de 1996 y se refugiaron en la posición de la FPNUL, suponiendo que el paraguas de la ONU podría protegerlos de la barbarie sionista.

El Consejo de Seguridad de la ONU celebró una sesión urgente para condenar la masacre israelí. Sin embargo, EEUU vetó la resolución.

Source: Al Manar

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