Palestina y el coronavirus en tiempos de conflicto

Por Leticia Martínez, Resumen Medio Oriente, 6 abril 2020

La disputa con Israel ameritaba una tregua. Sin embargo, los incidentes de estas semanas vuelven a dejar expuestas las consecuencias de un enfrentamiento que ya lleva más de siete décadas.

Ricos o pobres, de Reino Unido o Indonesia, el coronavirus afecta a todos por igual. En lo que sí se encuentran las diferencias es en la capacidad de los estados para dar respuesta a esa enfermedad. Ahora bien, si países como España -con un prestigioso sistema de salud y con recursos económicos por encima del promedio de los estados- sufrieron un colapso, ¿qué pasa en países como Palestina, con gran parte de su territorio ocupado, bloqueado y con dificultades para acceder a un recurso tan básico como el agua en la Franja de Gaza?

Hasta ahora Palestina registró un total de 193 contagios y un muerto por coronavirus, en una población de poco más de cinco millones. Mientras que en Israel los contagiados ascienden a 7030 y hubo 49 decesos. En un comienzo se especuló con cierta colaboración entre ambos estados, pero el avance de la pandemia deja expuestas, una vez más, las consecuencias de un conflicto que lleva más de siete décadas.

El contexto

Lo que se denomina actualmente como Palestina corresponde al territorio de Cisjordania, que permanece bajo el control de la Autoridad Nacional y la Franja de Gaza, en manos de la milicia Hamas. Ambas jurisdicciones se encuentran separadas por Israel, país que ocupa además gran porcentaje de esos territorios.

Si bien ambos territorios se encuentran con dificultades, como falta de empleo e indicadores negativos en diversas ramas, la peor parte se la lleva la Franja de Gaza. Territorio que se lo conoce como “la cárcel más grande del mundo”, debido a que el Estado de Israel la mantiene bloqueada hace ya más de diez años, por la cual tiene complicaciones para acceder a los recursos más básicos como la electricidad y el agua corriente.

“La ocupación israelí sigue siendo el punto débil, y la principal causante de los males en Palestina. Ni hablar de la Franja de Gaza que de por sí vive en condiciones precarias, debido al bloqueo impuesto por Israel, por aire, mar y tierra, donde no entran los artículos de necesidades básicas. Hasta el momento ha sido controlada la situación, pero si se llega a propagar en Gaza será catastrófico”, advierte en diálogo l el Embajador de Palestina en Argentina, Husni Abdel Wahed.

En una línea similar se había pronunciado el titular de la Organización para las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, quien había asegurado que si continuaba el bloqueo en la Franja, “Gaza sería inhabitable en 2020”. Las palabras del funcionario fueron dos años atrás, sin contar que vendría una pandemia que sacudiría al mundo con más de un millón de infectados, más de 58 mil muertos y que el territorio palestino no escaparía a esa situación.

¿Cómo se prepara Palestina ante la pandemia?

“Si la industria israelí en biotecnología es sumamente competitiva y el sistema hospitalario cuenta con equipamiento moderno, ese no es el caso de Gaza o de Cisjordania, cuyas infraestructuras están sumamente deterioradas y no se disponen de insumos suficientes para atender las necesidades de la población”, explica Ignacio Rullansky, coordinador del Departamento de Medio Oriente del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en diálogo con Cenital.

El especialista en Medio Oriente recuerda que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Palestina tiene en uso entre el 80% y 90% de los respiradores de Cisjordania y Gaza en pacientes que no tienen relación con el Covid-19. Algo similar pasa con la ocupación de las habitaciones y los medicamentos. De acuerdo a la agencia de noticias WAFA, China envió 10 mil kits, entre tests y material sanitario, pero es insuficiente.

“El gobierno palestino tomó medidas anticipadas: hace como un mes empezó la cuarentena y las medidas de precaución permitieron que la situación sea menos grave que en otros sitios”, recuerda el Embajador sobre las decisiones de las autoridades de Palestina. Además del aislamiento se dispuso el uso de centros comunitarios, escuelas y otros edificios para solventar la falta de camas hospitalarias.

¿Cómo impactó el coronavirus en el conflicto con Israel?

La llegada de la pandemia a Medio Oriente había generado un cierto aire esperanzador, cuando se proponía una asistencia mutua entre Israel y Palestina para combatir al virus. Sin embargo, la situación de los trabajadores palestinos en territorio israelí y la reciente detención del ministro de Asuntos en Jerusalén de la ANP, Fadi al-Hidmi, deja entrever que la relación no cambió en el contexto de pandemia.

“Antes de la propagación de esta pandemia, Israel había permitido el ingreso de obreros palestinos. Hoy en Israel se propagó el Covid-19 y los palestinos no están inmunes, unos cuantos de los obreros que trabajan en Israel fueron contagiados, donde uno contrae la enfermedad debería ser atendido. Israel nos manda los que fueron contagiados sin coordinación con las autoridades palestinas. Entonces cuando llegan tienen contacto con otros y pueden contagiar, más de la mitad de los contagiados han contraído la enfermedad por esta vía”, afirma el Embajador Wahed.

La situación a la que hace referencia al diplomático tuvo su momento de mayor tensión esta semana, cuando se viralizó un video donde un trabajador palestino en Israel habría sido dejado en un puesto de control por estar contagiado. Por el caso, el premier palestino, Mohammed Shtayyeh, acusó al Estado israelí de “racista”, mientras que desde el país gobernado por Benjamin Netanyahu aseguraron que se trataba de un trabajador que permanecía de manera ilegal.

Consultado acerca de cómo afecta el coronavirus a estos empleados, Rullansky detalla: “Hay más de 100 mil trabajadores palestinos regularmente empleados en Israel y en los asentamientos, sin permiso de trabajo la cifra llega a cerca de 200.000, que no tienen asegurado un ingreso estable. En síntesis, entre el 15 y el 20% de los palestinos empleados trabajan en Israel y en los asentamientos, eminentemente, población proveniente de campos de refugiados y áreas rurales. Si consideramos que en Cisjordania, el desempleo es del 30% y los salarios son la mitad de lo que se paga en Israel, entonces es notable que esta situación afecta muy especialmente el sustento de los sectores más necesitados de la población”.

El otro factor que tensó más la relación tuvo que ver con la detención del ministro Fadi al-Hidmi. El funcionario fue detenido en Jerusalén Este, acusado de violar la prohibición para la actividad política. Sucede que ese territorio Palestina lo reconoce como capital del país, pero se encuentra bajo ocupación israelí desde la guerra de los Seis días en 1967.

¿Qué hay que seguir?

De acuerdo al especialista en Medio Oriente, la Autoridad Palestina sostuvo que para paliar la crisis del virus necesita contar con al menos 120 millones de dólares para pagar sueldos a personal médico, y comprar nuevo equipamiento. El Banco Mundial autorizó un desembolso de 5 millones de dólares y se autorizó otra suma de 800.000 mil dólares. “En suma, el total es insuficiente para paliar la emergencia”, concluye Rullansky.

Si bien hasta ahora la pandemia parece estar bastante controlada en la región, habrá que esperar para ver cómo avanza en las próximas semanas. De lo contrario, como dijo el propio Embajador y el titular de la ONU, se esperan los peores escenarios para Palestina y especialmente para la sitiada Franja de Gaza.

Denuncian que el pueblo enfrenta las epidemias de Covid-19, la ocupación y el racismo

Los palestinos enfrentan la epidemia del coronavirus, de la ocupación y el racismo al mismo tiempo, expresó recientemente el arzobispo Atallah Hanna, de la Iglesia Ortodoxa Griega Sebastia en Jerusalén.

Su eminencia también manifestó su condena a las últimas acciones de la ocupación israelí contra personalidades de Jerusalén.

En sentido, Hanna denunció la brutal detención del alcalde de la Ciudad Santa, Adnan Ghaith, después que fuerzas israelíes asaltaran su casa en la ciudad de Silwan, como parte de los ataques a cualquier figura palestina que trabaje para combatir el Covid-19 en Jerusalén.

Señaló que las autoridades de la ocupación también han convocado a varios activistas y figuras nacionales de Jerusalén en el marco de una política de intimidación para todos los que enfrentan la ocupación y sus prácticas en la Ciudad Santa.

“Expresamos nuestra solidaridad con el Gobernador y el ministro de Asuntos de Jerusalén, quienes fueron arrestados”, dijo Hanna, quien calificó lo sucedido en ambos casos como “delincuencia sistemática de la ocupación israelí”.

Al mismo tiempo, señaló que esas acciones no los disuadirá como habitantes de Jerusalén de servir a su gente, defender las santidades, especialmente en estas circunstancias, “ya que nuestra gente sufre la pandemia del coronavirus y sus repercusiones”.

Declaró que las acciones de las autoridades sionistas en Jerusalén, así como en otros lugares, es un crimen contra la humanidad y todas las normas y principios morales, espirituales y culturales.

En otra parte de sus declaraciones, Su Excelencia exigió la liberación inmediata de todos los detenidos, y que la política de perseguir a las figuras de Jerusalén se detenga, ya que “los palestinos en Jerusalén no son invitados en esta ciudad, es su ciudad y estas santidades son suyas y no cederemos a ninguna presión o chantaje de ningún tipo y forma”.

El Arzobispo Atallah Hanna, en un mensaje de solidaridad dirigido a la comunidad palestina y árabe en Estados Unidos, expresó: “Nos solidarizamos con todas las víctimas de esta epidemia en Estados Unidos que pertenecen a diferentes religiones y orígenes culturales, y le pedimos a Dios que se elimine esta epidemia y que se descubra su tratamiento lo antes posible para salvar las vidas de las personas en todo el mundo”.

“Nuestro desacuerdo con la administración estadounidense y con su política es que el gobierno de EE. UU. es hostil a nuestro pueblo palestino y nuestras causas justas”, añadió.

Al concluir su mensaje, el arzobispo Atallah Hanna expresó: “A través de nuestra comunidad árabe y palestina, nos solidarizamos con todas las víctimas del coronavirus en Estados Unidos, sea cual sea su afiliación religiosa. La humanidad en su conjunto se ha unido en su sufrimiento por esta epidemia que no distingue entre una persona u otra”.

fuente: Cenital y Al Mayadeen

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