Estados Unidos. En el peor escenario, tendría hasta 214 millones de contagios /Trump sigue afirmando que el coronavirus es chino

Por David Brooks, Resumen Latinoamericano, 17 marzo 2020

Solo después de una creciente ola de críticas por la falta de acción de su régimen y desplomes históricos en las bolsas de valores, el presidente Donald Trump declaró ayer una “emergencia nacional”, pero rehusó responsabilizarse de lo que ya es visto como una catástrofe de salud pública prevenible con enormes consecuencias humanas y económicas.

En conferencia de prensa en la Casa Blanca –donde inexplicablemente Trump reunió hombro con hombro a diversos funcionarios y ejecutivos de empresas, a algunos de los cuales saludó de mano, y todos compartieron el mismo micrófono, violando con ello todos los protocolos aconsejados por expertos– el presidente oficialmente declaró una “emergencia nacional”.

Aseguró que “esto pasará” y después de autoelogiarse, afirmó que ha creado una nueva alianza con el sector privado para abordar la crisis a la que hace sólo 13 días calificó como “un engaño”, y prometió que habrá más que suficientes pruebas diagnósticas disponibles en los siguientes días.

La declaración de emergencia nacional pone hasta 50 mil millones de dólares disponibles para apoyar los esfuerzos de autoridades estatales y locales para enfrentar el coronavirus, además se anunciaron medidas para otorgar “flexibilidad” a los médicos y administradores de salud encargados de responder ante la crisis.

Luego de dos meses sin actuar, dejando al país más rico del mundo sin suficientes pruebas diagnósticas disponibles, herramienta fundamental para controlar la epidemia y armar estrategias de contención y mitigación, provocando una cada vez más furiosa condena, Trump aseguró este viernes que habrá millones de pruebas disponibles en los próximos días, y respondió que “no tomo ninguna responsabilidad” por la carencia de pruebas hasta la fecha, culpando a otros, como suele hacer.

La carencia de pruebas en EU fue denunciada por una amplia gama de políticos y expertos. Desde el inicio de la crisis y hasta la fecha sólo se han aplicado 15 mil, mientras Corea del Sur administra en promedio 10 mil pruebas cada día.

A la pregunta de si asumía la responsabilidad por desmantelar la oficina de pandemias que existía en la Casa Blanca para coordinar la respuesta federal a crisis como esta, Trump primero insultó a la periodista comentando que “esa es una pregunta asquerosa” y luego añadió: “No sé nada sobre eso”. Sin embargo, fue su entonces asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, quien cerró esa oficina dentro del Consejo de Seguridad Nacional en 2018, y Trump en esa fecha lo justificó diciendo: “Yo soy un hombre de negocios” y afirmó que se estaban desperdiciando fondos manteniendo algo así.

El magnate comentó por primera vez que se someterá a una prueba después de que tuvo contacto con por lo menos dos visitantes contagiados. Hoy se confirmó que Peter Dutton, miembro del gabinete australiano, está contagiado, días después de reunirse con el procurador general William Barr y la hija del presidente Ivanka Trump.

Horas después de la conferencia de prensa en la Casa Blanca, la presidenta de la cámara baja Nancy Pelosi anunció que se había llegado a un acuerdo con el gobierno de Trump para impulsar un paquete de apoyo masivo para los afectados por el impacto de la crisis, que incluye fondos para pagar a trabajadores que soliciten licencia por enfermedad, seguro de desempleo y asistencia alimentaria para los más pobres, entre otras medidas. Se espera que ambas cámaras del Congreso aprueben el proyecto de ley entre ahora y la próxima semana.

Ante todo esto, las bolsas de valores respondieron positivamente, registrando una alza de casi 10 por ciento –la más alta en una jornada desde 2008– un día después de sufrir la peor caída desde 1987.

El número de casos confirmados se elevó a más de 2 mil, con 45 muertos, pero esas son cifras obtenidas con pocas pruebas, y se supone que habrá un incremento exponencial una vez que se cuente con las herramientas diagnósticas.

Más clausuras

Cada día la vida cotidiana es interrumpida con medidas que cancelan actividades de diversas agencias y entidades, cerrando miles de escuelas y universidades, mientras se alarga la lista de eventos cancelados o postergados como resultado de la pandemia.

Proyecciones alarmantes

Cálculos de las dimensiones potenciales de esta epidemia del Centro de Control de Enfermedades (CDC) y expertos internacionales, elaborados el mes pasado, proyectaron, en el peor de los casos y sin una intervención organizada (que ahora está en curso y por tanto se supondría que podría reducir estas consecuencias), una crisis con entre 160 y 214 millones de personas infectadas en Estados Unidos, de las cuales entre 2.4 y 21 millones podrían requerir hospitalización (en un país que cuenta con menos de un millón de camas disponibles, reportó el New York Times).

Una fuente dentro del gobierno comentó a National Public Radio que en enero Trump bloqueó un esfuerzo para multiplicar las pruebas del coronavirus, porque deseaba evitar registrar números crecientes de casos para no afectar su imagen y su campaña de reelección.

Por todo ello, varios expertos coinciden en que las consecuencias que se acumularán por esta pandemia eran en gran medida prevenibles y su gravedad será resultado del manejo político al inicio de esta crisis.

Una periodista haitiana tuiteó: “mi tío me habló desde Puerto Príncipe esta mañana para saber si necesitaba huir de éste, mi país, hoyo de mierda (empleando la palabra de Trump “shithole”, con la cual se refiere a países pobres de donde provienen migrantes).

Pese a las críticas que recibió desde Beijing

Trump sostuvo que el coronavirus es chino

A la guerra comercial entre Estados Unidos y China ahora se suma el debate por saber quien es el padre de la criatura que está haciendo temblar al mundo: el coronavirus.

A la guerra comercial entre Estados Unidos y China ahora se suma el debate por saber quien es el padre de la criatura que está haciendo temblar al mundo: el coronavirus. El presidente de Estados Unidos , Donald Trump, defendió el uso de la expresión “virus chino” para referirse a la pandemia. “Creo que es una fórmula muy precisa”, dijo el mandatario en rueda de prensa desde la Casa Blanca. Beijing ya había manifestado fuertes críticas contra Trump por el uso de ese calificativo. Sin embargo el presidente norteamericano dobló la apuesta y sostuvo que China estigmatizaba a su ejército al decir que ellos habían ingresado el virus en el país asiático.

Fiel a su estilo el presidente estadounidense sostuvo su postura sin pelos en la lengua. “China difunde informaciones erróneas de que nuestro ejército les habría transmitido el virus. En lugar de meterme en una polémica, dije: lo llamaré usando el país de donde viene“, señaló el mandatario. Más temprano había vuelto a usar la expresión en un tweet. “No aprecié el hecho de que China estuviera diciendo que nuestros militares se los pasaron. Nuestros militares no se lo pasaron a nadie“, sostuvo Trump. Esta nueva escalada entre ambos países se inició el lunes cuando el presidente norteamericano dio por sentado que el virus venía de China. “Estados Unidos respaldará poderosamente a aquellas industrias, como las aerolíneas y otras, que se ven particularmente afectadas por el virus chino. ¡Seremos más fuertes que nunca!”, había escribió el mandatario en un tweet. 

La respuesta no tardó en llegar desde Beijing. Poco tiempo después de publicado el tweet las autoridades chinas lo consideraron estigmatizante y afirmaron que Washington debería concentrarse en cooperar en la lucha contra el virus. El portavoz de la Cancillería de China, Geng Shuang, fue el encargado de llevar adelante la respuesta de su país. “Algunos políticos en los Estados Unidos asociaron el coronavirus con China y mancharon al país. China expresa su fuerte enojo y oposición a eso”, sostuvo el funcionario. A su vez, Geng, hizo un llamado a que en Washington dejen de señalar con el dedo a China y remarcó que la máxima prioridad era que la comunidad internacional cooperara en la lucha contra el virus. “Estados Unidos debería centrarse en su máxima prioridad y desempeñar un papel constructivo en la cooperación internacional en materia de seguridad sanitaria”, agregó el vocero de la diplomacia china.

Desde hace días, ambos países sostienen una discusión en duros términos sobre el origen del virus. Un funcionario chino había apelado a teorías conspirativas y alegatos de que éste fue traído a China por el ejército de Estados Unidos. A su vez, funcionarios estadounidenses se habían sumado al debate utilizando términos estigmatizantes para con el país asiático. Los comentarios de Trump, no obstante, recibieron críticas incluso de parte del alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio. Este estado es uno de los más afectados por el virus en los Estados Unidos. “Nuestras comunidades asiático-americanas, personas a las que USTED atiende, ya están sufriendo. No necesitan que alimente más intolerancia”, escribió Blasio en Twitter.

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El nuevo virus del coronavirus se detectó por primera vez a fines del año pasado, y las propias autoridades sanitarias de China aseguraron que su fuente era un mercado de animales vivos en la ciudad central de Wuhan. Sin embargo, China intentó distanciarse del virus al afirmar que el origen continuaba siendo desconocido, al tiempo que buscaba la buena voluntad global al ofrecer ayuda a los países que enfrentan brotes graves. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostuvo que la cepa Covid-19 era desconocida antes del brote en Wuhan, China, de diciembre de 2019. Además informaron no saber con exactitud cómo pasó el virus de su vector animal a los humanos. Hasta el momento, los contagios confirmados superan los 183.000 en más de 110 países y casi 7.200 personas murieron por la rápida expansión del brote, la gran mayoría de ellos en China (3.111), Italia (2.158) e Irán (853).

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