Argentina. Memoria, Verdad y Justicia: Una construcción pendiente

Por Coordinadora Resistir y Luchar, 24 febrero 2020

Muy recientemente el Presidente de la Nación, junto a su Ministro de Defensa, fue a despedir a 228 efectivos de una nueva camada de una Fuerza de Tareas de las Fuerzas Armadas que viajará “en Misión de Paz” a Chipre. Este contingente, al igual que en otras oportunidades anteriores, cumplirá tareas en el marco de decisiones de las Naciones Unidas.

En esa oportunidad el Presidente hizo algunas afirmaciones que invitan a la reflexión. Dijo Alberto Fernández: “Toda la argentina debe dar vuelta una página que nos distanció mucho por la inconducta de algunos” y más adelante agregó: “hoy todos los oficiales y suboficiales son hombres de la democracia, egresaron de sus escuelas en democracia y esto amerita que de una vez por todas demos vuelta la página y celebremos”.

Señor Presidente: La página de la historia a la que usted se refiere no nos distancia, la mencionada inconducta no fue de algunos y tampoco nos da mayor tranquilidad que todos los oficiales y suboficiales que hoy egresan provengan de sus escuelas en democracia.

Sólo una ínfima minoría de nuestro pueblo está distanciada del pensamiento colectivo mayoritario que condena el golpe militar del 24 de marzo de 1976. La pregunta que habría que formularse es –en todo caso- ¿Porqué las Fuerzas Armadas siguen distanciadas, porqué no se identifican con esa inmensa mayoría que condena ese genocidio y sus efectos? La respuesta la deben proporcionar las propias Fuerzas Armadas y los sucesivos gobiernos que determinaron sus políticas y acciones.

¿No será Señor Presidente que no hemos ido hasta el fondo de la reiterada consigna de “Memoria, Verdad y Justicia”?
Si hablamos de las “inconductas de algunos” se construye una Memoria equivocada, ello no se corresponde con la Verdad histórica y de ese modo es imposible alcanzar la Justicia,
No fueron meras inconductas y mucho menos aún son de responsabilidad individual o de algunos. Se trató de un Plan Sistemático de Exterminio, un genocidio adoptado por el Estado, instrumentado por sus tres Fuerzas Armadas y respondiendo a una concepción ideológica sustentada por el gobierno de los Estados Unidos difundida y promovida internacionalmente como Doctrina de Seguridad Nacional.

Señor Presidente no se engañe y no pretenda engañarnos sosteniendo que estamos a salvo de parecidas aventuras futuras porque los oficiales y sub oficiales de la Fuerzas Armadas argentina fueron formadas en sus escuelas de la democracia.
Esa afirmación merece un par de consideraciones.
Durante la vigencia de esta democracia el Estado Argentino continuó con variadas políticas represivas protagonizadas por sus Fuerzas Armadas o Fuerzas de Seguridad de la democracia. (Por citar algunos casos recordemos los desaparecidos y asesinados en La Tablada, Kosteki y Santillán, Fuentealba, Nahuel, Teresa Rodríguez, los miles de jóvenes asesinados por el “gatillo fácil”)
Esas escuelas militares de la democracia continúan colonizadas por un pensamiento ajeno al sentir, intereses y voluntad del pueblo. Los Cursos de Especialización en agencias extranjeras y las acciones conjuntas con tropas del mismo origen, fundamentalmente estadounidenses, al igual que la autorización para el ingreso de tropas extranjeras, recientemente aprobadas por el Parlamento argentino son medios eficaces para continuar con esa penetración.
El reciente ejemplo del golpe en Bolivia demuestra la debilidad de una oficialidad considerada democrática pero manteniendo estructuras y acciones que los ponen al alcance de las dádivas y compromisos con el imperialismo.

Negar los datos de la realidad no es bueno. Por eso, Señor Presidente, no practique el negacionismo que por otro lado condena.

Da la impresión que declaraciones como la comentada dan cuenta de algunas cuestiones que no podemos soslayar:
*No ir a fondo en el significado de las acciones de la última dictadura y sus efectos forma parte de nuestra incapacidad de elaborar respuestas efectivas a la realidad actual.
*La necesidad de repensar más profundamente la democracia que tenemos, sus instituciones y perspectivas.
*La tendencia gubernamental a efectuar declaraciones polémicas con el objeto de cubrir la inacción respecto de políticas efectivas, ante los problemas cotidianos.

Para evitar exabruptos de este tipo es preciso considerar que MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA son tareas pendientes.

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