Bolivia. La infamia de las acusaciones y prisión que sufre Gustavo Torrico

Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano, 11 febrero 2020

Un ignoto Juez al servicio de la dictadura boliviana ha ordenado la detención domiciliaria, arraigo y fianza de Bs. 25.000 para el diputado del MAS, Gustavo Torrico. De esta manera se consuma una nueva fase de la persecución implacable que el gobierno de la autoproclamada Jeanine Añez (ahora ungida candidata) contra la izquierda y lxs luchadores populares.

Señalar, como dice el juez, que el asambleísta del MAS debe ser imputado por los delitos de sedición, terrorismo e instigación pública a delinquir, es una aberración jurídica en primer lugar, pero sobre todo una demostración de lo que está dispuesta a realizar la dictadura para quitar del medio a cuadros políticos revolucionarios, a quienes se ataca por emitir opinión, por defender sus ideas, por ser coherentes y por llevar esto último hasta las últimas consecuencias. Torrico es de ese tipo de militantes, y por más que lo encarcelen no va a renunciar a expresar lo que piensa.

La detención, por otra parte, expone las intenciones de los golpistas frente a una elecciones que dejan muchas dudas de su normal realización, y auguran futuro irrespeto a sus resultados. En Bolivia impera una dictadura y eso es importante tenerlo en cuenta en todo momento. Quienes desde Washington aplaudieron la instalación de la misma, y los que desde adentro del país, se sumaron a mostrar sus ideas de racismo, odio y criminalidad (son muchas y muchos los luchadores asesinados), no estarán dispuestos a retroceder fácilmente.

Lo que hoy ocurre con Torrico es una muestra más de las arbitrariedades que se pusieron en marcha desde el mismo día en que se forzó la renuncia de Evo Morales. Los tiempos que se avecinan, más allá de los votos, serán de lucha y más lucha, si se quiere recuperar la Bolivia de estos últimos años.