Chile. (Opinión) Campaña “Apruebo Chile Digno”: ¿Embellecer la trampa constituyente o luchar por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana?

Resumen Latinoamericano, 20 enero 2020

Este domingo la plataforma de partidos no firmantes del Acuerdo por la Paz Social lanzaron la campaña “Chile Digno” en miras al próximo plebiscito del 26 de abril. En un momento donde la derecha defiende con uñas y dientes la Constitución de Pinochet, es fundamental tener una posición independiente para luchar por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana realmente democrática.

Este domingo en la explanada del Museo de Bellas Artes los partidos PRO, FREVS, PC, Wallmapuwen, Igualdad e Izquierda Libertaria, junto a artistas y organizaciones lanzaron una campaña publicitaria “Chile Digno” hacia el plebiscito del próximo 26 de abril.

De acuerdo a la información de Emol.cl, Camilo Lagos, dirigente del PRO, el lanzamiento de esta campaña se remonta a la constitución de un comando hacia el próximo plebiscito, el cual “recoge la demanda legítima de dignidad que se ha expresado en las calles y plazas de Chile desde el estallido popular del 18 de octubre”.

Por su parte, la diputada del Partido Comunista, Karol Cariola, dijo que “la participación hoy en día es un elemento fundamental para que el plebiscito que ha logrado abrir la ciudadanía desde la movilización social, este proceso constituyente, sea exitoso”.

Sin embargo, a dos meses del “Acuerdo por la paz y la Nueva Constitución” los partidos del régimen se encuentran preparando diversas actividades para participar en el cronograma constitucional pactado con la derecha. La oposición alista sus propios comandos electorales hacia el plebiscito, mientras que Chile Vamos lanza su campaña para mantener la Consititución impuesta por la dictadura de Pinochet.

El proceso constituyente, acordado en las cuatro paredes del parlamento, le entrega un poder de veto a la derecha, junto con el método de elección de dichos representantes a la medida de los partidos tradicionales, lo que asegura que la derecha tenga ese porcentaje y poder de veto. Es decir, un proceso que no garantiza ningún cambio estructural a las demandas impuestas por la movilización ya que no podrá modificar los tratados internacionales vigentes, asegurando que los tratados de libre comercio por los que Chile está sujeto a los grandes monopolios transnacionales y los intereses del imperialismo, sigan intactos. Para colmo, el proceso constitucional prohíbe la participación de las y los estudiantes secundarios, que son quienes iniciaron la rebelión.

Por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana realmente democrática

A más de 90 días de la revuelta popular, ninguna de las demandas que levantamos millones en todo el país han sido resueltas. El negocio de las AFP y de la salud sigue intacto, mientras que Piñera anuncia reformas para continuar entregando millones a los bolsillos de los grandes grupos económicos. El sueldo mínimo sigue en los 300 mil pesos y el costo de la vida continúa precarizando los hogares de familias trabajadoras y populares. Pero, el avance de las medidas represivas es lo que ha marcado la pauta durante estos últimos tres meses con la “ley anti protestas”, el refuerzo policial y las querellas contra cientos de manifestantes, como la persecución política contra Dauno Tótoro, dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios y los dirigentes de la ACES junto con decenas de secundarios que se movilizaron contra la PSU. Mientras cientos de manifestantes siguen en prisión preventiva, los que asesinaron, mutilaron, torturaron y violaron gozan de completa impunidad. No hay duda, la campaña por la paz está basada en la impunidad, el negacionismo y la represión.

Es fundamental tener una posición independiente, que partiendo por hablar con claridad, de cara a los trabajadores y el pueblo, denuncie la trampa que significa el proceso constitucional de la cocina y plantee la necesidad de enfrentarla, utilice todas las vías para impulsar una campaña por la Asamblea Constituyente Libre y Soberana, planteando la necesidad de un plan de lucha para conquistarla.

Para esto debemos golpear donde le duele a los grandes empresarios. Nunca se nos puede olvidar que fue el 12 de noviembre, cuando se mostró la fuerza de la clase trabajadora a través de la huelga general y se unificó masivamente con la juventud y el pueblo en la protesta popular, es que temblaron los dueños del país. Si queremos triunfar, tenemos que retomar ese camino.

Llamamos a todas las organizaciones que conforman Unidad Social a ser consecuentes con su programa de Asamblea Constituyente libre y soberana y organizar un plan de lucha para conquistarla, partiendo por preparar una huelga general de cara al 8 de marzo.

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