Latinoamérica. Esto sí se parece a Cóndor. Acuerdo de seguridad de los países del Mercosur para traspasar las fronteras

Por Stella Calloni, Resumen Latinoamericano, 9 noviembre 2019.-

Mientras los acontecimientos políticos se producen con una dinámica que no deja respiros, por estas horas, detrás de los distintos escenarios, el “clan del mal” continúa su trabajo sin que nadie se de por enterado, y aparece un nuevo esquema represivo-esto sí basado en la Operación Cóndor- mediante el cual tos ministros de seguridad de cuatro países del Mercado Común del Sur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay firmaron un acuerdo que permitirá a sus policías cruzar las fronteras hacia los otros países miembros del bloque “para perseguir criminales en fuga”.

Los ministros de Justicia y Seguridad Germán Garvano y Patricia Bullrich respectivamente por Argentina, junto a, nada menos, que Sergio Moro de Brasil habían avanzado en este proyecto en una reunión conjunta en enero pasado para acordar con sus pares de Uruguay y Paraguay, en la brasileña localidad de Foz do Iguazú, que los policías podrán adentrarse en principio en el territorio de los vecinos —en coordinación con el país de destino— hasta un kilómetro, aunque se podrán establecer otros límites en acuerdos bilaterales.

En el texto del acuerdo se incluyen una cantidad de nuevas medidas de cooperación entre las fuerzas policiales del bloque y aunque señalan que debe ser ratificado por los parlamentos de cada país, no se sabe si –como se ha hecho con otros acuerdos de este tipo – serán presentados todos los puntos acordados.

Este sería el acuerdo de los ministros de Seguridad del Mercosur logrado el jueves 7 en Foz de Iguazú (parte de la llamada Triple Frontera, que Estados Unidos quiere controlar definitivamente) y que debe ser ratificado por los gobiernos y los legislativos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, de acuerdo a las normas vigentes en cada uno de estos países..
Los gobiernos de Sebastián Piñera, Tabaré Vázquez, Jair Bolsonaro, Mauricio Macri, Mario Abdo Benítez y Evo Morales, deberían ser consultados.

El acuerdo fue fogoneado por Sergio Moro, el ministro de Justicia y Seguridad de Brasil,(quien trabajó en el FBI y otras instituciones de EE:UU) quien ha quedado expuesto después de enviar al ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva a la cárcel, no por algún delito probado, sino por “convencimiento”. En ninguna de las estructuras judiciales del mundo se llegó a enviar a alguien a prisión simplemente porque el juez asegure “estar convencido” del hecho inexistente en el caso de Lula, que este viernes 8 de noviembre recuperó su libertad después de 580 días de injusta prisión, objetada en todo el mundo.

“Es una medida que hace tiempo estábamos buscando, para dejar en claro que las fronteras físicas no deben servir como obstáculo infranqueable para la persecución de delitos”, había afirmado el ministro de Jair Bolsonaro, promotor del acuerdo de seguridad, este nuevo “cóndor” institucionalizado.

Consideró Moro que “las fronteras actúan como una especie de muro de impunidad y por lo tanto este acuerdo es muy importante para los policías que trabajan en la frontera”. En el caso de los creadores de la Operación Cóndor era necesario borrar las fronteras para intercambiar prisioneros políticos, “cazarlos” secuestrarlo en un país u en otro o eliminarlo, eludiendo a la justicia, de hecho inexistente en las dictaduras. También Moro sostiene que es un gran avance y que demuestra el nivel de confianza entre los países”, como señala el diario digital Infobae.

Se aclara que en el contexto de una persecución, para atravesar la frontera los agentes y vehículos policiales “deben estar debidamente identificados”. En caso de sufrir ataque, “podrán repeler esas agresiones sólo si las autoridades policiales del país donde se está realizando la persecución no acudieron aún”, añade el acuerdo.

Sergio Moro además anunció la instalación de un centro de inteligencia regional “inspirado en el modelo estadounidense” que se inaugurará en diciembre, en Foz de Iguazú, en la frontera con Paraguay y Argentina.
Allí se instalará un “grupo de trabajo” permanente para investigar cualquier tipo de delito, pero está pensado sobre todo para atacar el contrabando fronterizo de armas, drogas y otros productos, el financiamiento del terrorismo y el lavado de dinero”. Todos sabemos cómo terminará esto.

También Bullrich firmó acuerdos a finales de octubre de 2017- pocos días antes de la desaparición del submarino Ara San Juan-para instalar en Usuhaia, Tierra del Fuego un Centro de Inteligencia Regional, una especie de escuelita de las Américas, como la propuesta de Moro.

Es necesario que los dirigentes políticos instruyan a sus legisladores a no firmar acuerdos, que como las Leyes Antiterroristas, o la existencia de testigos arrepentidos, en realidad utilizados por gobiernos y justicias dependientes de estos, para acusar a perseguidos políticos y de todo tipo. Después de las experiencias vividas en América Latina no se pueden convertir en leyes acuerdos que permiten “legalizar” la ilegalidad, la impunidad y favorecer a los servicios de inteligencia de Estados Unidos y sus asociados que están al frente de la nueva guerra contrainsurgente que se aplica unilateralmente a toda la región, como lo estamos viendo.

Las guerras contrainsurgentes de Baja, Mediana o Alta Intensidad están siendo aplicadas en todas sus formas, como sucede en Venezuela, Nicaragua, Cuba, en Ecuador, en Haití en el silencio brutal ante las masacres cometidas en Colombia, la represión dictatorial en Honduras, de Chile, con muertos, torturados y desaparecidos, el golpismo en Bolivia, el uso del paramilitarismo y mercenarios en México para golpear al gobierno actual y otros.

Pero también la injerencia abierta ahora en los procesos electorales en la región para impedir el surgimiento de todo gobierno auténticamente democrático, que no se rinda al poder hegemónico y entregue los países devastados para asegurar el proyecto imperial del siglo XXI de recolonizar a América Latina.

No olvidemos que Washington considera a nuestra región su patio trasero y la más grande, diversa y cercana reserva de recursos, por lo cual y lo declarada públicamente nos están aplicando en el siglo XXI, la Doctrina Monroe del siglo XIX con lo que comenzaron su expansión y colonización de Nuestra América. Es un gesto tardío, pero letal, si los dejamos.

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