Uruguay. Brigadistas vascas a 25 años del Filtro: “Venimos a dar nuestro apoyo y las gracias al pueblo uruguayo y a luchar contra la impunidad”

Resumen Latinoamericano*,  25 de agosto de 2019.-

A 25 años de la Masacre del Filtro, entrevistamos a 3 militantes vascas. Hablamos de la impunidad y la memoria, del feminismo, de la lucha independentista vasca y de la represión política que sigue existiendo en el Estado Español.

Por Karina Rojas* y Facundo Faroppa.

La entrevista se realizó en el local de FENAPES. En un intercambio muy ameno y cariñoso, María Eugenia, Inesa e Itxasne nos contaron de su militancia, de la situación de las presas y presos políticos vascos, de la nueva etapa abierta a partir de la disolución de la ETA como organización armada, y de las posibilidades de recuperar la memoria y avanzar en la lucha contra la impunidad tanto en el País Vasco como en Uruguay.

Los 25 años que pasaron desde los sucesos del Filtro en nuestro país fueron el motivo del encuentro. Pero rápidamente nos dimos cuenta que había muchas más cosas en común: la lucha de los pueblos por liberarse de sus opresores, la defensa de los derechos humanos y una militancia de izquierda que permanentemente es perseguida por el aparato represivo de los Estados que defienden los privilegios de los poderosos.

La lucha independentista del pueblo vasco ha venido modificándose en los últimos años. La estigmatización con la que se la asoció históricamente a la organización armada ETA había impedido que se desarrollaran otras expresiones de lucha que, ahora, luego de que la ETA anunciara su disolución, esta situación pareciera modificarse.

La lucha del movimiento de las mujeres y otras luchas sindicales y sociales que vienen en ascenso podrían ser la punta de lanza para un nuevo reverdecer del movimiento independentista tomando a su vez las reivindicaciones de las y los más explotados.

En simultáneo, está planteado combatir fuertemente no solo el avance de la extrema derecha en su propio Estado y en todo el continente europeo, sino también ajustar cuentas con el Estado Español que hoy mantiene a unos 248 presas y presos políticos, es decir, procesados y condenados en el marco de la Ley Antiterrorista que criminaliza la actividad política de izquierda en el País Vasco, y por supuesto en todo el territorio español.

El régimen españolista pone un signo igual entre cualquier manifestación política de la izquierda vasca y la organización ETA, y con esto se justifica la criminalización. Como nos contaban las compañeras, “para ellos todo es ETA”. Entonces, con el argumento de combatir a la organización armada (hoy ya disuelta) se violan la libre expresión y asociación, la libertad de prensa y de reunión y la manifestación social.

Por su parte, el movimiento de mujeres está activo y gana las calles. A partir del caso conocido como La manada, se disparó la movilización de masas que confronta directamente con la actitud patriarcal de la justicia española al condenar a el hecho como abuso y no violación.

La lucha por justicia y por acabar con la impunidad sobre las responsabilidades políticas del Filtro concentra a su vez muchas peleas: por la memoria, a un lado y al otro del Atlántico, contra la criminalización de la protesta y de la afiliación política y social, y une una lucha de la clase trabajadora internacional contra la represión estatal.

 ¿Por qué están aquí?

Inesa:
 Somos una brigada internacionalista de Askapena, que es una organización de solidaridad internacionalista del País Vasco del entorno de la Izquierda Abertzale. Hemos estado en Argentina y ahora en Uruguay, sobre todo por la conmemoración de los 25 años del Filtro. Venimos todos los años a dar nuestro apoyo y las gracias al pueblo uruguayo por haber estado en los momentos difíciles, y también a luchar contra la impunidad.

LID: ¿Cuál es la situación de la lucha independentista del pueblo vasco y las políticas de seguridad y represivas que vienen siendo aplicadas por los distintos gobiernos durante los últimos años?

Itxasne:
 En el País Vasco se aplica la Ley Antiterrorista, que habilita las detenciones sumarias, donde pueden incomunicar a alguien hasta por cinco días, no se permite el acercamiento con los abogados defensores o la revisación médica, entre otras violaciones más a los derechos humanos más básicos. Esta es la ley que hoy rige, aunque se aplique en un menor grado a partir de este nuevo escenario.

“Durante todo este tiempo se fue moldeando toda una legislación contra la militancia vasca de izquierda, que criminaliza la acción política y demoniza la lucha independentista. En los últimos años, esta legislación ha ido cambiando, pero aparecen otras más duras como la conocida Ley Mordaza”.

La represión, sin embargo, es constante en el País Vasco. Euskal Herria es uno de los lugares de Europa con mayor cantidad de policías por habitante. Los cuerpos policiales, los servicios de inteligencia, la guardia civil – un cuerpo militarizado – y todos los cuerpos represivos se ponen al servicio de esta política de criminalización.

Inesa: La Ley Antiterrorista sigue vigente, y se la sostiene con un discurso islamofóbico. El Estado va cambiando su entramado y sus formas de represión al pueblo vasco. Si antes la ley antiterrorista se “justificaba” por la existencia de la lucha armada de ETA, ahora esa misma ley tiene otras formas de reprimir y de seguir criminalizando.

LID: ¿Cuál es la situación de las y los presos políticos?

“Actualmente tenemos 248 presas y presos políticos dispersos en varias unidades de detención tanto en el Estado Español como en Francia”. 

María Eugenia:
 Hay solo dos presos políticos detenidos en el País Vasco, la mayoría están a más de 1.000 kilómetros de su hogar. A esto lo llamamos situación de dispersión, que es claramente injusta porque favorece el aislamiento y el impedimento de visita por parte de familiares y amigos. En reiteradas oportunidades se ha reclamado al Estado Español por esta situación, para que las y los presos puedan estar todos juntos y en el País Vasco, pero nunca se ha aceptado de parte de los gobiernos españoles ninguna mesa de negociación siquiera. Esto por supuesto que es una decisión política.

Nosotros decimos que existe una “política de excepción”, es decir, siempre para el pueblo vasco se decide la condena más larga, más cruel, la pena máxima, un régimen más estricto con las salidas al patio, todo lo contrario a las consideraciones que deberían tener a quienes se consideran “presos políticos”. En los hechos, hay una legislación especial para los presos vascos. Se niega el carácter de “preso político” porque se quiere esconder el conflicto político que existe entre el Estado Español y el País Vasco.

Mientras tanto, quienes son detenidos deben padecer condiciones peores que los presos comunes. Todos los presos y presas están condenados por la Ley Antiterrorista: cualquier disturbio o hecho que suceda en territorio vasco puede ser incluido dentro de esa ley ya que se lo asocia a la ideología política independentista. Si alguien, por ejemplo, quema un contenedor en cualquier otro sitio de España le viene una multa, mientras que, si el mismo hecho ocurre en el País Vasco, es terrorismo.

Itxasne: La situación en las cárceles es difícil. Tenemos presos enfermos, o con edades muy avanzadas, algunos están hace más de 20 años en condiciones de aislamiento, con restricciones para estudiar. Las y los familiares denuncian falta de asistencia en salud y también los cacheos y desnudos a los que son sometidos para poder visitar a sus familiares. Frente a esto, nosotras venimos también a denunciar lo que está pasando en nuestro lugar y a difundir nuestra lucha. Antes la gente era más reacia a escucharnos, pero con el cambio de situación es más proclive a empatizar con este reclamo. 

María Eugenia:
 A todos los presos políticos vascos se les aplica el FIES, que es un Fichero de Especial Seguimiento, situación que comparten otros presos políticos como los catalanes o los galegos. Esto habilita a que se graben todas las comunicaciones telefónicas, las cartas que los presos reciben y envían, todo es controlado. En las visitas, se graban las comunicaciones con familiares, inclusive las conversaciones que los presos mantienen con sus abogados, algo totalmente por fuera de todo respeto por los derechos humanos.

“La criminalización y judicialización de la protesta social y la militancia política de izquierda se basa en acusar cualquier manifestación ideológica bajo el delito de “participación activa en organización terrorista”.

Itxasne: Inclusive hoy vemos en los medios cómo agitan la idea de que puede haber un “rebrote del terrorismo”. Es una forma de amedrentar y de cortar toda expresión política de izquierda. El objetivo es clarísimo, criminalizar una ideología política y también a la lucha histórica del pueblo vasco. Si eres independentista y encima de izquierda entonces seguramente sea de la ETA. Ya no está ETA, pero todo sigue siendo ETA.

María Eugenia: Ahora tenemos la Ley Mordaza, sancionada por Rajoy, que amenaza la libertad de expresión. Por eso es que hay raperos, cantantes, twitteros que son procesados y condenados a cárcel. En el País Vasco, la represión está justificada al relacionar a todo el mundo con la posibilidad de pertenecer a una organización terrorista.

LID: Dentro de esta compleja situación, ¿Cómo ven al movimiento de mujeres en el Estado Español y en el País Vasco en particular?

Inesa:
 El movimiento ha tenido un emerger importante. La nueva situación de disolución de la ETA, ha permitido por otra parte la emergencia de otras luchas como el movimiento de pensionistas. Y para las nuevas generaciones que no han vivido los tiempos pasados, ahora están pasando por un proceso de organización.

María Eugenia: Tenemos el caso de La Manada en 2016 en San Fermín, Pamplona, donde varios hombres juntos violan a una joven. Además, dos de ellos eran un guardia civil y otro militar. Esto es histórico porque en otras oportunidades ya había ocurrido estas violaciones y abusos. Por primera vez hubo un intendente de la izquierda abertzale que activó medidas coordinadas con el movimiento feminista para proteger a las mujeres.

Itxasne: La relación entre género y clase es muy importante, y hay mucha desigualdad acerca de cómo se manifiesta la opresión de género entre las distintas mujeres.

LID: A 25 años de la Masacre del Filtro, ¿cómo les parece que se puede continuar con la lucha contra la impunidad?

Itxasne: En nuestro país la impunidad es total y absoluta: para los crímenes de guerra, para los crímenes de la pos guerra, para los crímenes de la dictadura, y para los crímenes actuales. Pienso que el tema de la memoria es fundamental. Y es necesario hacer un relato lo más ecuánime posible y que cierre todas las heridas.

María Eugenia: Mientras haya impunidad, algún conflicto social siempre se dará, porque si no, no habría impunidad. Hay un relato oficial donde todos los crímenes quedan en la impunidad.

Inesa: Como la más joven del grupo, no vi nada de lo que vivió el pueblo uruguayo en el 94, y creo que hay que recuperar esa memoria de todos los pueblos oprimidos y escribir nuestra propia historia, y no repetir la de los vencedores. En nuestra tierra también se hace todos los años un homenaje a Roberto Facal y Fernando Morroni, y se conmemora su lucha.

“Es necesario difundir todo lo que hizo el pueblo uruguayo por el pueblo vasco en aquellos tiempos, y lo que sigue haciendo, porque después de 25 años que nosotras estemos aquí, para mí es realmente importante”.

Itxasne: Cuando ocurrió lo del Filtro era muy pequeña, pero me fui enterando de lo que ocurrió por los homenajes que se han realizado durante todos los años. Si no hubiese habido gente que recuperó esa memoria y esa lucha, hoy no sabríamos nada. Y desde allí queremos transmitir nuestro agradecimiento y nuestra emoción. Es muy fuerte pensar que a 14 mil kilómetros de casa se puede ser solidario, y encima es gente que no conoces.

*Fuente: Izquierda Diario

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