Puerto Rico.La demoniocracia

Por Rafael Cancel Miranda, Resumen Latinoamericano, 8 agosto 2019 

Mi gente,

Hay algo que no me tiene sentido.  El Congreso estadounidense, contrario a los más elementales principios democráticos,  impuso sobre el gobierno de Puerto Rico una junta para beneficio de los llamados bonistas de Wall St.   Si la Junta es para el beneficio de los bonistas, ¿por qué el pueblo de Puerto Rico tiene que pagarle millones de dólares a los miembros de la Junta, así como a sus llamados asesores?

Pero hay algo más.  Se habla de una supuesta deuda pública del gobierno colonial, pero ni la Junta, ni  Rosselló Nevárez, ni la llamada Legislatura han permitido que se haga una auditoria.  Más aún, el individuo que el señor Trump usó como secretario de Justicia, Jeff Sessions, cuando era senador estuvo involucrado en unos eventos de dudosa legalidad relacionados con la deuda de Puerto Rico y se opuso a que el FBI continuara una investigación en curso al respecto.   Para más, ahora una juez que atiende el caso de la deuda del gobierno de Puerto Rico en un tribunal federal de Nueva York ha emitido una orden para que no se revelen los nombres de las personas involucradas en la supuesta deuda.  Cabe preguntarse, ¿qué hay  detrás de todo esto?  ¿A quiénes están tapando?

Hay algo más que quiero compartir con ustedes.  El Pueblo se tiró a las calles y confrontó gases lacrimógenos, balas de goma, arrestos y atropellos para sacar al gobernador Rosselló de la administración colonial y lo logró, pero los politiqueros de turno no le reconocieron a ese pueblo en lucha el derecho a escoger un nuevo gobernador o gobernadora colonial. 

Como excusa,  los politiqueros, desenterraron la Constitución de un “Estado Libre Asociado” inexistente.  El mismo gobierno yanqui nos  ha tirado en la cara reiteradamente que Puerto Rico sigue siendo una colonia y que lo del “ELA” no fue más que una farsa.  Por lo tanto, la llamada Constitución (que fue alterada antes de ser aprobada por el Congreso yanqui para, entre otros cambios, incluir una cláusula que colocaba la obligación de pagar a los bonistas por encima de proveer recursos para salud, educación y seguridad) es otra farsa.  ¿Por qué la  gobernadora que juramentó en la tarde de ayer lo hizo primero a la Constitución  de los Estados Unidos y luego a la del ELA?

Mientras más pronto conozcamos la verdad, más pronto sabremos hacia dónde vamos y hacia dónde no debemos ir. 

¡De pie siempre, mi gente!  

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Rafael Cancel Miranda