Colombia. Ejército Nacional: Corrupción y guerra sucia

Eliecer Ariza / Resumen Latinoamericano / 14 de julio de 2019

Héroes multimisión”, “héroes bicentenarios, “Mi vida también importa”, Soldados 1.0Hombres de honor; emisoras, programas de televisión, pauta publicitaria en web, radio, prensa, revistas, vallas publicitarias, acción social, circo y más medios utiliza el Estado colombiano, el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Militares para mantener la imagen favorable. ¿Se justifica este altísimo gasto en una institución que tiene, según encuestas urbanas, un 68% de favorabilidad a junio de 2019?

Actualmente a nivel mundial estamos en un escenario con diferentes tipos de confrontaciones, en el escenario de mayor pérdida para los intereses de los trabajadores se encuentra en la disputa ideológica y mediática, la “Guerra de quinta generación”, que crea hegemonía desde los medios de comunicación, mejor dicho, ponen a las personas del mundo a que piensen como quiere la oligarquía que lo haga.

Para el caso de las conciencias compradas con dineros del Estado, de los impuestos, para limpiar la imagen del Ejército es posible asegurar que han sido bastante eficientes, ese alto porcentaje de favorabilidad no se corresponde con las atrocidades que realiza esta fuerza de ocupación en los territorios, ni mucho menos en su pulcro manejo de los recursos, es pura y física manipulación del pensamiento por medio de la propaganda.

En los últimos 3 meses por nombrar algunos escándalos, el Ejército como institución se ha visto responsable e involucrado por lo menos en los siguientes casos:

1. El New York Times, periódico estadounidense derechista, destapó documentos del Ejército que mostraban órdenes de bajas y aumento de muertes en las zonas de operaciones de las brigadas militares, documentos de ese tipo dieron pie para el recrudecimiento del asesinato de civiles con la intensión de hacerlos pasar por insurgentes o delincuentes. La orden, que para el comandante en Jefe del Ejército Nicasio Martínez no tenía nada de malo, fue retirada. En apartes de esos documentos se veían presiones totalmente fuera de lugar para aumentar acciones por ejemplo se exigían 5 “resultados” contra la banda puntilleros en Norte de Santander, departamento donde no hace presencia ese grupo paramilitar, ¿a quienes querían matar para hacerlos pasar como Puntilleros? Sobre la fuga de la información, el Ejército empezó una purga interna con polígrafo (detector de mentiras), amenazas de muerte, seguimientos y traslados; toda una BACRIM.

2. Dos Altos mandos fueron apartados de sus funciones en las últimas semanas en el Ejército, el General Jorge Romero y el General Adelmo Fajardo. A Romero, se le sindican desfalcos por más de 1000 mil millones de pesos y venta de permisos de porte de armas cuando era comandante de la IV Brigada, actualmente era comandante del Comando de Apoyo Integral y Desarrollo (los que llegan a las veredas ofreciendo proyectos, llevando payasos y música, involucrando a la población civil en la guerra por medio de la Acción Integral); a este “héroe” le dieron la baja, lo echaron. A Fajardo lo denuncia un propio oficial del Ejército, sus actuaciones incluyen corrupción por más de 50 millones de pesos donde exigía a sus subordinados conseguir plata para viajes, teléfonos para sus hijos, legalizaban la plata por medio de partidas presupuestales y amenazaba a quienes se le atravesaban con traslados; este general fue investigado por la Fiscalía por préstamo indebido de helicópteros, homicidios y como cosa rara paramilitarismo; actualmente era el jefe de contrainteligencia, los mismos que ofrecían hasta 100 millones de pesos por quienes pusieron en evidencia las nuevas órdenes.

3. Esta misma semana fueron capturados 12 suboficiales de distintas regiones y brigadas del Ejército, porque exigían una coima o soborno por hacer posible los cambios de arma (es decir moverse de una especialidad a otra dentro del ejército) de miembros del ejército; exigían entre 3 y 5 millones por cada cambio, sin importar el cumplimiento de los requisitos, se calcula que un solo Sargento consiguió más de 100 millones, los “beneficiarios” de estos cambios suman más de 68 militares.

4. Los crímenes del Ejército no son casos aislados, entre los últimos casos denunciados y probados se encuentran: La relación directa entre fuerzas armadas y los  Urabeños en el Bajo Cauca y el Chocó; el asesinato de Dimar Torres y su intento de desaparición en el Catatumbo; el asesinato de un campesino que jugaba fútbol en el Sur de Bolívar, violaciones a mujeres  en retenes en el departamento de Arauca; fuga de cabecillas de los Caparrapos con apoyo de militares; grafitis de las AUC inmediatamente después del paso de patrullas en Arauca; torturas a sus propios miembros en entrenamientos haciéndose pasar por guerrilleros del ELN en el Amazonas; descubrimiento de un Coronel brindando seguridad y llevando en un carro oficial al cabecilla de la banda paramilitar La Constru que actúa en el Putumayo.

5. Existe también una importante negligencia en cuanto a las Águilas Negras, del Estado y sus fuerzas no se conocen pronunciamientos sobre cabecillas, golpes o acciones contra esta banda paramilitar, ¿Qué esconden? ¿Serán los mismos?.

La guerra sucia ha sido una actuación constante del Estado colombiano, de sus Fuerzas Militares y Policía en conjunto, que sumados a los medios de comunicación manipulan la opinión y oprimen a las comunidades. Viene siendo tiempo de quitarnos el velo y empezar a ver su verdadera cara, la corrupta y criminal.

*La opinión es responsabilidad del autor de la columna,  Trochando Sin Fronteras medio popular y alternativo no se hace responsable de los expresado.

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