Venezuela. Juan Guaido, Cúcuta y “Venezuela Aid Live”, del fracaso a la corrupción

 

“…démosle una oportunidad a la paz…”                        Lennon

 

Por Lic. Jorge Félix Mejías Sánchez, Resumen Latinoamericano, 30 junio 2019

 

Algo más de cuatro meses han transcurrido desde que, el 22 de febrero del año en curso, fecha en que un grupo de artistas “estrellas mediáticas”, latinoamericanos, bajo la batuta del multimillonario británico, Richard Branson[1], empinaron sus voces al vuelo de los intereses del imperio norteamericano. No hizo falta más tiempo para que la mentira, que tiene piernas cortas, nos muestre un nuevo episodio de corrupción en las filas de la oposición venezolanas, esta vez protagonizado por el “elegido” de la administración estadounidense, Juan Guaido.

El show mediático, cuyo objetivo fundamental era convocar a la violación de la soberanía venezolana, al intentar la entrada de “ayuda humanitaria” por territorio fronterizo, desde Colombia, hacia el interior del país, por cierto no solicitada por el Gobierno constitucional del presidente, Nicolás Maduro Moro, se convirtió en el estrepitoso fracaso de una gran operación injerencista, con posibles consecuencias bélicas, diseñadas por Washington como un intento más de desestabilizar la nación bolivariana.

Durante la semana que precedía a la operación de “falso positivo”, que la derecha colombiana diseñaba, en complot con algunos presidentes del área y el ala más radical fascista de la oposición venezolana, financiada y fiscalizada in sito por políticos y militares de la administración estadounidense, la Cruz Roja y la Media Luna Roja en Colombia hacían saber a la opinión internacional, que no participarían en la entrega de “asistencia humanitaria internacional a Venezuela, desde Colombia, por no existir acuerdo previo ni concurrir los principios fundamentales de imparcialidad, neutralidad e independencia en lo entrega de la asistencia planteada”.

Contrario a esta decisión, de   la Cruz Roja y la Media Luna Roja colombianas,  el recién electo presidente Iván Duque, informaba a los medios de comunicación que las autoridades colombianas trabajan con la oposición venezolana “en la logística para la recepción y movilización de la “ayuda humanitaria”, que, como caballo de Troya, pretendía introducir en territorio venezolano.

No faltaron las amenazas, desde el propio escenario de la provocación, por parte del senador Republicano, por el Estado de la Florida, Marcos Rubio, quien anunció, “…Sé que la democracia va a regresar a Venezuela, lo único es que ahora hay que ver si será con la cooperación de algunos de los que están en el gobierno o si ellos también van a pasar el resto de sus vidas como presos o fugitivos…”. A buen entendedor con pocas palabras bastan, es evidente, en las expresiones del político republicano de origen cubano, la intención de cambiar el orden existente en el país suramericano.

El nuevo episodio de corrupción que azota a la oposición venezolana y a su “presidente Interino”, fue denunciado el pasado lunes 17 de junio, por el Ministro de Comunicación venezolano, Jorge Rodríguez, quien presentó testimonio documental sobre el posible “entramado de corrupción”, liderado por el diputado venezolano Juan Guaido.

Guaido, diputado y actual presidente de la Asamblea Nacional, con mayoría de derecha y en desacato ante los restantes poderes de la nación bolivariana, se   juramentó, como presidente encargado del país, el miércoles 23 de enero del presente año, durante una jornada de protestas opositoras en contra del presidente constitucional Nicolás Maduro Moros, recibiendo de inmediato el apoyo de la administración estadounidense a través de una llamada del vicepresidente Mike Pence en la que le dijo “Washington está listo para apoyarlo”.

La administración estadounidense, en abierto desafío al Derecho Internacional, a la Carta fundacional de las Naciones Unidas, al multilateralismo y el orden internacional y al respeto por la comunidad de naciones ha estimulado el asedio a las sedes diplomáticas de Venezuela en varios países, incluyendo Estados Unidos, además de despojar al Gobierno constitucional venezolano de millonarias sumas de dinero que han puesto a disposición de la derecha venezolana y su cuestionado “presidente encargado”, el ahora protagonista del “entramado de corrupción”, Juan Guaido.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha reiterado que “están sobre la mesa” todas las alternativas posibles para Venezuela, mientras que su asesor de seguridad nacional, John Bolton, había comentado el 28 de enero del año en curso,” no descartar una acción militar contra el país suramericano”.

Según las pruebas presentadas por el ministro venezolano de comunicación, el dirigente opositor Juan Guaidó, se habría robado tres millones de dólares recaudados en el concierto Venezuela Aid Live”, celebrado el pasado 22 de febrero en Cúcuta, municipio colombiano de la frontera colombo venezolana.

Las pruebas presentadas por el gobierno venezolano acusan también al opositor partido, Voluntad Popular, de robar los recursos asignados a sufragar los gastos de militares de la Guardia Nacional venezolana, que desertaron, como parte de la operación de “falso positivo” que intentaría introducir en territorio bolivariano, la denominada “ayuda económica” que supuestamente colapsaría al gobierno de Nicolás Maduro.

Las pruebas presentadas por Jorge Rodríguez, son las capturas tomadas de la pantalla del teléfono móvil de colaboradores de Juan Guaido, donde las personas que se comunican refieren no alcanzarles el dinero para contratar a sicarios provenientes de países vecinos para promover la desestabilización en Venezuela, comprometiéndose a pagar entre 500.000 y 700.000 dólares diarios para concretar las acciones.

Otras publicaciones aparecidas en las redes sociales comentan que los militares venezolanos desertores, durante las provocaciones fronterizas el pasado mes de febrero, han reclamado el abandono de los representantes del diputado opositor Juan Guiadó, “Estamos a la deriva, nadie de nuestro “presidente encargado”, que nosotros lo apoyamos 100%, ninguno de ellos se ha acercado aquí”, afirmó un desertor de la guardia nacional bolivariana.

Con solo una mirada a la hoja de servicios de los “designados” por el presidente Donald Trump para organizar y ejecutar la cacareada “ayuda humanitaria”, subvertir el orden interno y ejecutar la escalada imperialista contra Venezuela, sería suficiente para haberse ubicado del lado opuesto de la frontera colombiana aquel 22 de febrero de 2019.

Mike Pompeo, ex jefe de la CIA, John Bolton, asesor de seguridad nacional, Elliott Abrahams, enviado especial para Venezuela y Marcos Rubio, senador republicano por el estado de la Florida, cargan sobre sus conciencias la organización de planes desestabilizadores, golpes de estado e intervenciones militares en diversas regiones del mundo. El escándalo Irán-Contras, las intervenciones militares en Iraq, Libia, Siria, Honduras, Nicaragua y la permanente escalada subversiva contra Cuba y Bolivia, tienen también el sello de estos señores a quienes le cantaron, desde Cúcuta, los artistas que participan en el “Venezuela Aid Live”.

Como entender entonces que, los artistas convocados estén “ajenos” a las verdaderas intenciones de la política exterior estadounidense sobre Venezuela, su actuación y complicidad con los organizadores de ese “concierto” fue un espaldarazo a la “Diplomacia de la guerra” que lidera el gobierno estadounidense contra Venezuela, como parte del golpe continuado que ejecuta el imperialismo yanqui para socavar la soberanía venezolana.

Para nada sorprenden artistas considerados “estrellas mediáticas” como José Luis Rodríguez, el “Puma”, Ricardo Montaner, Nacho y Alejandro Sanz quienes han mantenido una postura antichavista desde los mismos inicios de la revolución bolivariana, participando en la animación de actividades de la derecha venezolana, durante campañas presidenciales y otros eventos de la sempiterna guerra mediática y psicológica que históricamente ha enfrentado el pueblo venezolano y su dirección política desde el triunfo de la revolución bolivariana.

Llama la atención el caso del cantante colombiano Juanes, quien conoce de primera mano la situación de miseria en la pequeña ciudad de Cúcuta, según datos estadísticos existe un 43 por ciento de miseria extrema, violencia y olvido por parte de las sucesivas administraciones colombianas sobre esta población fronteriza, que contradictoriamente, hoy disfruta los beneficios de las misiones sociales que el estado venezolano ejecuta para dignificar a su pueblo.

Juanes no es ajeno a las patrañas que organizan las agencias que financian la subversión contra la izquierda Latinoamericana, de ello fue testigo, en carne propia, durante el concierto de “Paz sin fronteras” que lidero en Cuba en el año 2009, matizado por una feroz campaña de agravios, amenazas y desinformación que desde Estados Unidos intento hacer fracasar el evento.

Durante el concierto “Paz sin fronteras”, en la Habana, Juanes, que reside en Miami y ha sido objeto de presiones por parte de extremistas de origen cubano, a la vez que prometía que “…su música convertiría el odio en amor…” descubría como entre su equipo de producción la USAID, Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional, infiltraba a miembros de una organización anticubana denominada “Raíces de Esperanza” cuyo plan, en esa ocasión, era hacer fracasar el propósito pacifista de los artistas y enviar al mundo el mensaje de que la juventud cubana no acompaña a su Revolución .

Si en realidad al gobierno de Estados Unidos, le interesa ayudar al pueblo venezolano, está a tiempo de detener la escalada subversiva, retirar a sus tropas desplazadas en toda la región, devolvería los más de trescientos millones de dólares secuestrados a la economía venezolana y no especularía más con ridículas cifras de “ayuda humanitaria”.

Si a los artistas “contratados” por el derechista y multimillonario británico, Richard Branson, les asistiera la buena voluntad y el deseo de paz, pudieron haber detenido los tambores de la guerra y unirse desde la propia tribuna de Cúcuta a los cientos de artistas que con mucha humildad y amor desde la misma frontera clamaron por la soberanía y dignidad del pueblo venezolano y de todos los pueblos que hoy son amenazados por el imperialismo estadounidense.

Fracaso, corrupción y más pobreza, son el resultado de las operaciones de desestabilización y subversión que el imperialismo estadounidense organiza, planifica y financia contra los gobiernos y pueblos Latinoamericanos que, soberanamente, han decidido que la Doctrina Monroe no es ni será el destino manifiesto para nuestros pueblos.

Sin dudas, las proféticas palabras que escribía el Libertador de América, Simón Bolívar, al Coronel Patricio Campbell, encargado de negocios de S.M.B. el 5 de agosto de 1829, mantienen una extraordinaria vigencia y se erigen en alerta permanente, “…Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la Libertad…”

 

 

19.06.2019.

[1]Posee una fortuna personal que se calcula en 5000 millones de dólares. Ha expresado que considera al capitalismo como el mejor de los sistemas.

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