Perú. El Día de la Heroicidad, o cuando Alan García ordenó masacrar 250 presos y presas

Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano, 21 junio 2019

Hace 33 años, el 19 de junio de 1986, el ex presidente y recientemente suicidado por corrupto, Alan García, ordenó una de las peores masacres de la historia del Perú. Ese día, efectivos policiales y militares ingresaron a las cárceles de El Frontón, Lurigancho y la cárcel de mujeres de Santa Bárbara, en la provincia del Callao y ejecutaron a 250 presos y presas políticas del Partido Comunista del Perú (Sendero Luminoso).

Con ese motivo, cada 19 de junio, en el Perú se recuerda el Día de la Heroicidad, en homenaje a quienes se resistieron denodadamente y durante casi 48 horas al exterminio. Fue una batalla desigual donde los uniformados utilizaron armas largas, lanzallamas, y tuvieron apoyo de helicópteros y vehículos blindados. Los senderistas pelearon con lo que pudieron pero finalmente fueron cayendo uno a uno asesinados de la peor manera. Algunos detenidos, muy pocos, sobrevivieron y al salir con las manos en alto de ese infierno fueron ejecutados ya rendidos o sufrieron terribles torturas. Otros, los menos, son los que hoy pueden dar testimonio en libertad y algunos de ellos aún ontinúan en prisión, junto a alrededor de 300 presos políticos de aquellos años de plomo y los nuevos que han ido entrando,a pesar de que ya no hay lucha armada en el país.

Con motivo del Dia de la Herocidad, esta semana se realizó en el local de ATE, en Buenos Aires, un acto que contó con gran concurrencia de militantes de  organizaciones populares argentinas e integrantes peruanos de Movadef. En ese marco, se recibió  a una delegación llegada desde Perú encabezada por Nery Chávez y el abogado de presos políticos Miguel Sánchez.

Nery es hermana de Segundo Chávez, asesinado en la cárcel de El Frontón, y tía de Inter Chávez Cruz, que fue asesinado en el penal de Lurigancho. Además es integrante de la Asociación de Familiares Desaparecidos y Víctimas de Genocidio.

Resumen Latinoamerican pudo entrevistar a ambos y esto es lo que señalaron:

Nery, a 33 años de la masacre de los penales, cuéntenos qué pasó ese día y por qué los militares tomaron esa decisión de entrar a exterminar a un total de 250 presas y presos políticos

En mi país, desde 1980 se desenvuelve un conflicto armado, una guerra interna, en la que el Estado lleva a cabo una política genocida, que comenzó golpeando al pueblo, sobre todo del interior del país, a las masas campesinas, y se producían matanzas que atentaban directamente contra civiles. El Estado consideró que de esa manera podían revertir el problema de esa guerra interna. Al ver que no surtía efecto ese terror, planearon cebarse con la parte que ellos consideraban más vulnerable, que son los presos políticos. Así es que comienza a gestarse todo un genocidio, que los familiares y los propios presos denunciábamos. Ya desde que entra el gobierno de Alan García, en 1985, se lleva a cabo una masacre quemando con bombas de fósforo el penal de Lurigancho, donde fallecen más de treinta presos. Frente a eso, nosotros denunciamos que estábamos frente a un genocidio inminente que se daría en los demás penales, como El Frontón, el propio Lurigancho, y en la cárcel de mujeres de Santa Bárbara ubicada en la provincia de Callao. Con el tiempo, comienzan por un lado a cortar el agua y los alimentos a los presos, les daban incluso alimentos con vidrio molido, y los detenidos protestan ante eso, y son baleados. Esos presos eran de distintos lugares de las provincias, y fueron resueltamente llevados a esos penales, para juntarlos ahí.

¿Quiénes operaban  a nivel represivo dentro de los penales?

Fundamentalmente estaba tomado por la policía y una parte también de la gente de la Marina, que operaban en el penal El Frontón, que es una isla que está fuera de Lima. Cuando los presos reclamaban por la represión que recibían, denunciaban la condición de presos políticos que tenían, de prisioneros de guerra. En un momento, lograron avanzar y conseguir la condición de “presos especiales”, y además el reconocimiento de una serie de derechos, que luego no se plasmaron en la realidad. En ese contexto se estaba realizando un congreso de la Internacional Socialista en Lima, de la que formaba parte el presidente Alan García y su organización política, el Partido Aprista Peruano. Así el propio gobierno de Alan García tenía concentrada su atención en esa reunión internacional, el 18 de junio de 1986, y en eso inciden en las luchas que dan los presos políticos durante esos días, tomando en cuenta que los medios de comunicación internacionales que habían llegado al país a cubrir la reunión, podían servir para difundir y potenciar los reclamos que estaban haciendo en los penales. Es entonces cuando los presos se amotinan en las tres cárceles y hacen una serie de reclamos (negativa a ser trasladados a otros penales, eliminación de las requisas y las revisiones, cierre del penal de Canto Grande y mejoras en las condiciones carcelarias), y ahí se llevan adelante las primeras negociaciones con el gobierno, que concurren a las cárceles pero estas no prosperan y las autoridades se van y no regresan más. De ahí en más se supo, que estaba dada la orden de matar a los presos.

¿En qué días se desarrolla el ataque?

Eso fue desde el día 18 de junio hasta el día 19. En esa oportunidad, como se ha narrado, llegan las fuerzas de la marina, del ejército, de la Guardia Republicana, por aire, por mar, por tierra, como si adentro del penal hubieran batallones armados, y cuando entran comienzan a demoler todo, con bazucas, morteros, dinamita, y otros explosivos, matando y masacrando a los presos. Los prisioneros comienzan  hacen una resistencia heroica, luchan por defender su vida. El 19, ese día es cuando se produce la mayor resistencia. Luego, al límite de sus fuerzas, los presos sobrevivientes que quedan, se rinden. Ahí comienza el problema que fue el de aplicar la resolución que tenían los militares, que era matarlos a todos, así fue que rematan a los heridos, fusilan a los rendidos, y algunos son llevados a otros lugares, los torturan, los desaparecen, y por un hecho casual, que es que llegan periodistas en helicópteros, los marinos deciden detener la masacre, y por eso logran sobrevivir una treintena de los presos.

¿Atacaron también el panal del Callao donde estaban las mujeres?

También, tan es así que hay dos compañeras prisioneras caídas, ingresó la FAP, e igualmente hicieron lo mismo que en Lurigancho, desplegaron todas sus fuerzas, balas, bombas, donde casi no sobrevive nadie, a los rendidos los rematan, hay un solo sobreviviente de los ciento y veinte tantos que eran.

¿Cuando ustedes, los y las familiares se enteran que está sucediendo, concurren a los penales?

Desde el inicio los familiares estabamos en el inicio del muelle que embarca hacia la isla de El Frontón, de Lurigancho, y en Callao, siempre estuvimos allí, denunciando, tratando de evitar la masacre, yendo a los medios, al poder judicial, pero todos hacían oídos sordos, eran parte de ese plan genocida. A los familiares que estábamos ahí nos detuvieron, incluso cuando luego supimos que habían sacado a algunos de los presos de los penales fuimos a las morgues y ahí también nos detenían. Ellos, los presos sobrevivientes siguieron detenidos por años, y también los familiares que fueron detenidos y los dejaron presos por meses y años por el hecho de reclamar contra ese genocidio y pedir los restos de nuestros familiares. Lo que vale resaltar es que ante esa masacre, los presos políticos, a pesar de estar con las manos desarmadas resistieron dos días heroicamente, no los doblegaron, se ayudaron con lo que tenían, ese valor, esa decisión de luchar, de no entregarse por sus ideales y la justeza de su lucha y sus reivindicaciones. Eso es lo que resaltamos de ese día, el Día de la Heroicidad, y consideramos que esa lucha es parte de todas las que dan los pueblos por su emancipación.

Entrevista con el abogado Miguel Sánchez

Frente a todos estos hechos y por los años que han pasado, ¿se pudo hacer algo legalmente o esto ha quedado en la más absoluta impunidad?

Hasta el momento, lo que nosotros sostenemos, es que el estado peruano está demostrando una voluntad de perpetuar la impunidad del genocidio. La línea y política genocida del estado prosigue. Decimos esto porque ellos han violado todo su ordenamiento legal para demoler los nichos, las tumbas que los familiares habían construido una vez que recibieron del mismo estado, los pocos huesos que les han devuelto después de treinta y dos años de ardua lucha. Solamente han devuelto veinte y tres restos de más de doscientos cincuentas asesinados y desaparecidos. Del caso de Lurigancho no han devuelto uno solo, ni siquiera está judicializado. Entonces esa lucha ha conseguido que la Corte Interamericana obligue al estado a abrir un juicio para determinar a los responsables y además ubicar los restos y devolverlos a sus familiares, construir lugares de la memoria, reparaciones, etc. El estado peruano ha comenzado el juicio hace dos años, y en pleno juicio han demolido las ocho tumbas, que habían construido los familiares para rindierle homenaje a sus seres queridos. Desataron una campaña orquestada, como siempre lo han hecho, apoyado con una prensa que está concentrada monopólicamente por la derecha más reaccionaria y encabezados por el Ejecutivo y el Parlamento, utilizando al Alcalde de Comas, como instrumento, han presionado para que se demuelan las tumbas. Dos años intentando esto sin lograrlo porque la ley de cementerios establece que los familiares son los únicos dueños de los restos. Han creado entonces la Ley Numero 30.868, la cual establece que un tercero legitimado puede actuar sobre los restos. Y en este caso, la Municipalidad, presionada por toda la campaña encabezada por el Ejecutivo y el Congreso, han aplicado la demolición retroactivamente, violando todos los principios del Derecho Universal, la retroactividad solo puede aplicar excepcionalmente en caso penales cuando “favorece al reo”. Esa demolición demuestra que quieren desaparecer las pruebas y perpetuar la impunidad. El juicio, como dijo el doctor Zafaroni cuando fuimos a la Corte Interamericana, si es cada quince días la audiencia lo que quieren es quebrar el juicio. En ese juicio, que también estamos defendiendo como parte civil a las victimas, hasta ahora no comienza ni siquiera el interrogatorio de los treinta y ocho acusados, menos se ha acusado al responsable principal, Alan García, que lo pusieron como testigo.

De manera que toda esa maquinaria del estado se ha movido por un lado, para ponerles abogados a los marinos y por otro lado para excluir al presidente de ese entonces y a su Consejo de Ministros, los responsables del genocidio. Esa acción del Estado nos convoca, en las visitas que hacemos a la Argentina y a otros países, a llamar a la unidad de los pueblos de Latinoamérica para enfrentar y derrotar esa violación de los Derechos Humanos fundamentales. También en Argentina y Chile han creado ya leyes antiterroristas, cuando no hay ninguna acción armada de partido u organización política para subvertir el orden. Sin embargo, están juzgando a las luchas populares, a las luchas por tierras de los mapuches, etcétera, como si fueran terroristas, violando sus Constituciones y los Tratados Internacionales. Eso tenemos que enfrentarlo de forma conjunta. Y además estamos en riesgo de una tercera guerra mundial, ya hemos visto que se ha agudizado esa contienda, y si en la primera y segunda guerra mundial, previo a la conflagración armada, se produjo una guerra comercial con las potencias existente en ese entonces, ahora esta contienda comercial va a desembocar a resolverse por las armas, hasta el Papa lo ha advertido. Frente a eso los pueblos no podemos aceptar inermes una carnicería mundial que va a afectar a gran parte de la humanidad, hay que unirse como pueblos oprimidos para enfrentar la acción de esa rapiña imperialista, ese nuevo reparto mundial, donde nosotros somos el botín. Por eso, la celebración del día de la heroicidad convoca a enfrentar la opresión común del imperialismo que genera atraso y miseria, como hemos visto que genera con este neoliberalismo. Hace dos años atrás vinimos a la Argentina y ahora vemos la cantidad de gente que hay en la calle pidiendo ayuda, que no había antes. Por eso urgentemente tenemos que unirnos.

¿Cuántos presos políticos quedan actualmente en Perú actualmente?

Aproximadamente quedan doscientos cincuenta presos políticos. Pero el estado peruano está aumentando ese número. Primero, debería haberse reducido ese número de presos políticos drásticamente, sin embargo, en los últimos años han ingresado más presos aumentado mientras otros son liberados, entonces el numero no desciende, y el estado está tratando de que no salga nadie vivo. Por eso hay juicios en estos momentos donde están pidiendo una tercera cadena perpetua para el Doctor Abimael Guzmán Reynoso y los miembros del Comité Central, ahora acusándoles de conformar un partido político para participar en las elecciones. ¿De qué terrorismo estamos hablando si no es el ejercicio de un derecho constitucional? Se trata del derecho de la participación política en igualdad de condiciones sin discriminación alguna, que en vez de alentarla, los estados de derecho ahora la persiguen y reprimen. De manera que estamos asistiendo a una necesidad imperiosa unidad de los pueblos latinoamericanos, para enfrentar toda esa criminalización de la protesta popular y ese riesgo de la tercera guerra mundial.

Fotos de la actividad en ATE

 

 

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