Según una nota de la CUT, la acción tiene el objetivo de instalar diálogos con la población sobre las consecuencias nefastas de la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC-006/2019) que dificulta el acceso a la jubilación y reduce el valor del beneficio.
‘Vamos a entregar ese pliego firmado al Congreso para mostrar a los parlamentarios que el pueblo brasileño no quiere esa reforma’, explicó el secretario general de la CUT, Sérgio Nobre.
En el acto, la Central llevará a la Plaza Ramos, en el centro de Sao Paulo, una calculadora llamada Aposentómetro para que el trabajador pueda hacer el cálculo y comparar cómo quedaría su jubilación con las reglas actuales y cómo será si las alteraciones propuestas por Bolsonaro son aprobadas por diputados y senadores.
Tras el cálculo, el trabajador tendrá una cartilla con todas las explicaciones sobre los principales cambios que el Gobierno quiere hacer en las reglas de la jubilación y cómo ellas afectarán la vida de cada uno.
Dialogaremos con la sociedad sobre la reforma, mostraremos a los trabajadores los perjuicios de esa propuesta de Bolsonaro que retira derechos, disminuye el valor de la jubilación, aumenta el tiempo de contribución y aun impone la obligatoriedad de edad mínima para jubilarse, señaló Nobre.
Llamó a que la recolección de firmas y el diálogo con la población se realicen diariamente en plazas, barrios, en puestos de trabajo, puntos de autobús y en todos los lugares posibles.
‘Necesitamos barrer ese proyecto, de lo contrario será el fin del derecho a la jubilación en Brasil’, subrayó.
El proyecto de modificación en el sistema de jubilaciones y pensiones es una de las principales promesas de campaña de Bolsonaro, que en febrero presentó la iniciativa al Congreso, con la que pretende ahorrar un billón de reales (cerca de 270 mil millones de dólares) en los próximos 10 años.
Entre los principales puntos criticados en la reforma está la creación de un nuevo sistema de previsión, basado en la capitalización, como en Chile, y el establecimiento de una edad mínima para jubilación de 65 años para hombres y 62 para mujeres (actual 60 y 55), al final de un período de transición de 12 calendarios.
Con ese tiempo mínimo, el trabajador tendría derecho al 60 por ciento del valor de la pensión integral.
En esta lógica, para recibir el ciento por ciento del valor del beneficio será necesario, en total, 40 años de contribución.
ro/ocs
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