Euskal Herria#8M: Decenas de miles de mujeres se movilizaron en todo el País Vasco

Resumen Latinoamericano, 8 marzo 2019

Ola feminista en Iruña-Pamplona

Los piquetes del 8M extienden la huelga por Iruñea entre discusiones con la Policía española

Bajo la lluvia y con la omnipresente presencia de la Policía Foral y especialmente de la española, los piquetes han ido extendiendo la huelga del 8M por Iruñea, con momentos de tensión, especialmente ante el Monumento a los Caídos, donde se ha identificado a numerosas personas.

Pello Guerra|08/03/2019 1
Tension

Discusiones entre las personas del piquete con agentes de la Policía español ante Los Caídos de Iruñea.

Uno de los piquetes ha desarrollado su actividad por la avenida de Carlos III después de colgar pancartas en favor del feminismo y la jornada de lucha en puntos como el kiosco de la plaza del Castillo.

Tras plantar un delantal a la estatua del rey Carlos III, diferentes comercios y entidades bancarias han recibido la ‘visita’ de las decenas de personas movilizadas. Para recordar que se trata también de una huelga de consumo, el piquete ha entrado en la sede central de Caixabank, aunque rápidamente han aparecido varios de los efectivos de la Policía española que les seguían de cerca en sus furgonetas. Sin mayores tensiones, se ha abandonado el local bancario.

Las pegatinas y las pancartas iban quedando como un reguero de la movilización entre diferentes lugares mientras se alcanzaba la sede de la Delegación del Gobierno español, fuertemente custodiada por policías.

Una vez en el segundo tramo de Carlos III, las perfumerías también han sido lugares en los que el piquete ha recordado la jornada de huelga, siempre dentro de un ambiente festivo. En estas ocasiones, los que hacían acto de presencia eran agentes de Policía Foral, aunque sin que se registraran momentos de auténtica tensión.

Tensión ante Los Caídos

Estos han aflorado cuando se ha colocado una pancarta en el jardín situado frente al Monumento a Los Caídos. En ese punto se han presentado varias dotaciones de la Policía española que han empezado a pedir el DNI de las personas presentes argumentando que había más de veinte en el piquete.

Las quejas se han sucedido, ya que no les devolvían el carné y algunos agentes se negaban a ofrecer su número de placa. Entre las personas que se encontraban en ese lugar figuraba la concejal de Aranzadi Laura Berro, que ha sido una de las identificadas.

La devolución de los DNI ha sido festejada cuando el policía les llamaba por su nombre para entregárselo. Ese ambiente festivo ha estado presente en todo momento, ya que no han faltado las cadenetas y los cánticos para amenizar la espera.

Mientras, ante la Casa de Misericordia de Iruñea se iban concentrando numerosas personas para poner de relieve que la huelga tambien pone el foco en la circunstancia de que son principalmente las mujeres las que se encargan del cuidado de las personas mayores.

Carteles lilas y consignas a favor del feminismo caracterizaban esta concentración, ante la que no han tardado en personarse nuevas dotaciones de la Policía española.

De esta forma ha arrancado la jornada de movilizaciones feministas en Iruñea.

Una multitud llena la plaza del Castillo de Iruñea.

Una bandera de China emerge entre el gentío.

Vista de la concentración desde el kiosco.

Jóvenes participan en la concentración.

El kiosco de la plaza del Castillo, también lleno de gente.

Vista general del acto de Iruñea.

Decenas de miles en Bilbao

Miles de personas en la plaza del Ayuntamiento./LUIS ÁNGEL GÓMEZ

Una marea morada cierra frente al Ayuntamiento una jornada matinal repleta de movilizaciones en todo Bizkaia

Manifestación en Barakaldo

Manifestación en Getxo

Manifestación en Basauri

Protesta estudiantil en Moyua

Concentración en Leioa

El Parlamento en Bilbao suspende el pleno por falta de quórum

Piquetes cortan el tráfico en Bilbao a primera hora

En Donostia-San Sebastián, la lucha no se para

Minutos antes del mediodía iban llegando al Boulevard donostiarra distintas columnas, como la procedente de Morlans o la de Martutene, que iban sumándose a otras que ya estaban de kalejira por la zona, como la de las mujeres pensionistas. Miles de mujeres se han concentrado, puntuales, ante el Kiosko, para escuchar el discurso general del movimiento feminista y los testimonios de representantes de sectores especialmente vulnerables.

Por Txisko Fernández|08/03/2019
Donostia

Marcha rodada desde Martutene al Boulevard. (Andoni CANELLADA / FOKU)

«Si las mujeres paran, se para el mundo». Uno de tantos mensajes que se repiten en los últimos años en torno al 8 de Marzo. Las mujeres continúan movilizadas para que la igualdad de derechos pase de las leyes a la realidad, para «terminar con tanta hipocresía», o para dejar de ser «brazos sin rostros» allí donde todavía la discriminación laboral es más que evidente, como han indicado desde el micrófono del Kiosko del Boulevard quienes han puesto voz (también con el lenguaje de signos) a colectivos como las mujeres de la Asamblea de Pensionistas, que cada lunes se reúne en Alderdi Eder, y a quienes exigen políticas de género para que la discapacidad no sea sinónimo de desigualdad…

Entre aplausos y gritos de «Gora borroka feminista!», también se han hecho escuchar las Trabajadoras del Hogar de SOS Racismo –«no somos ‘la chica’, tenemos nombres y tenemos una historia, y queremos que se sepa»–, las huelguistas de las residencias de mayores de Gipuzkoa –que pusieron énfasis en que el trabajo de cuidados que se hace «gratis» en casa, luego se convierte en «precario» cuando se lleva al mercado laboral–, y las que también mantienen la huelga de limpieza en comisarías y juzgados –que pusieron cifras a la brecha salarial comparando su sueldo con el de hombres que trabajan en otros ámbitos de limpieza.

Las intervenciones se han prolongado durante más de media hora y han concluido con un llamamiento a seguir en la lucha cargado de esperanza: «Hoy es 8 de Marzo, pero a partir de mañana seguiremos luchando; esta lucha la vamos a ganar». Otra gran ovación, más frases a coro, un bertso y a seguir moviéndose…. ahora con una kalejira multitudinaria bajo un sol que ha logrado abrirse paso entre los nubarrones que habrían refrescado la mañana.

Del barrio al centro de la ciudad

Este año, como han indicado las portavoces del movimiento feminista, se han organizado actos en más de 200 pueblos de Euskal Herria, dando prioridad a que se refuercen lazos y se construyan nuevas alianzas desde cada barrio y cada localidad. Eso ha ocurrido al mediodía y sucederá de nuevo con las numerosas manifestaciones convocadas a partir de las siete de la tarde.

En la capital guipuzcoana, por la mañana, en los barrios la huelga feminista comenzó a notarse a las puertas de los centros educativos. Por ejemplo, en la ikastola pública de Riberas de Loiola solo se levantaron las persianas de un par de aulas e incluso la haurreskola permaneció cerrada.

No obstante, la mayoría de los establecimientos comerciales de la zona de Riberas y Amara Berri, casi todos atendidos por mujeres, todavía estaban abiertos hacia las once de la mañana. Ciertamente, «si las mujeres paran…» no habría quien atendiera el kiosko de prensa, las panaderías-degustaciones, muchos de los bares-restaurantes, los supermercados, las fruterías, las farmacias, las agencias de viajes, muchas de las sucursales bancarias, la herboristería…

Ya en Amara Berri, encontramos cerradas las puertas de una panadería –de una cadena local– y de la mercería colindante. Tampoco había rastro del ajetreo habitual a esas horas en torno al Politécnico Easo y el Instituto Usandizaga. La explicación estaba en la entrada del primero, donde habían colocado el resultado de la votaciones realizadas en las asambleas de los turnos de mañana y tarde; en total, de 391 alumnas y alumnos, 351 votaron a favor del paro.

Más adelante, están cerradas por motivo del 8 de Marzo una clínica privada y una agencia inmobiliaria. En los indicadores de las marquesinas se avisa de que las líneas de dBus funcionan con retraso. Ya en la plaza Easo, las trabajadoras de Euskotren han montado una pequeña concentración con su propia pancarta morada; en el interior se han puesto listados de horarios son los servicios mínimos.

Caminando hacia el centro y según las agujas del reloj se van acercando al mediodía, el morado se va haciendo cada vez más visible. Globos en los árboles, lazos en semáforos y farolas; también los magnolios y cerezos se suman con sus flores. Mujeres en cuadrilla o de una a una, con brazaletes, fulares y otras prendas moradas caminan en la misma dirección.

A la altura del Buen Pastor, una columna que llega desde Morlans pone ambiente con cacerolas y silbatos. «Gora borroka feminista!» corean mientras cruzan la zona comercial por las calles peatonales; aquí la mayoría de las tiendas de moda están abiertas de par en par, aunque se ve a pocas clientas en su interior…

Ya solo faltan cinco minutos para las doce cuando llegamos al Boulevard, al mismo tiempo que lo hace la «marcha rodada» que ha partido a las diez de la mañana desde la cárcel de Martutene. Las bicis moradas dejan atrás a los autobuses, que ya solo pueden hacer un pequeño del Boulevard, porque el resto lo van ocupando miles y miles de mujeres dispuestas a terminar con «miles de años de desigualdad», como comentará poco después una de las pensionistas.

Impresionante movilización en el centro de Vitoria-Gasteiz

Miles y miles de mujeres han llenado el centro de Gasteiz en una movilización que ha precintado el edificio de los antiguos juzgados en cuya parte superior puede verse todavía el escudo español franquista.

08/03/2019
Gasteiz-piquete

Piquete previo a la manifestación. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)

La concentración estaba convocada en la Plaza Nueva, pero para las doce del mediodía ya se veía que iba a superar los arcos que la circundan y ocupar también la de la Virgen Blanca. Miles de mujeres, muchas de ellas muy jóvenes, daban gritos de «Gora borroka feminista!» o se ponían a botar entre gritos de «Machirulo el que no bote».

Tras unos veinte minutos de concentración, la pancarta ha echado a andar hacia la calle Olaguibel, donde se concentran la Subdelegación del Gobierno español, la comisaría de la Policía española, la sede del PP y, el objetivo de la marcha, el edificio de los antiguos juzgados, que en su cúspide luce todavía el escudo de la España franquista.

Con la calle ya repleta de gente y la Plaza Nueva todavía sin vaciar, se ha llevado a cabo un plante antifascista y un simbólico precinto de las puertas del edificio que se encuentra cerrado y vacío.

En todo momento, el ambiente ha combinado la reivindicación y el desenfado, con gritos como «La talla 38 nos aprieta el chocho» y «Menos batallas y más orgías». Muchas de las manifestantes llevaban pelucas de color morado y la mayoría de ellas alguna prenda de ese color. También se han visto multitud de pequeñas pancartas individuales, con los eslóganes más variados, como el que ponía en duda que se pueda florecer «entre tanto capullo».

Tras la concentración en la calle Olaguibel, la manifestación ha regresado hacia su punto de inicio. Para encones, por todo el centro de Gasteiz, se podía ver a otras miles de mujeres con pegatinas de la huelga feminista, lazos lilas y todo tipo de formulas para hacer patente su reivindicación feminista.

¿Qué cuanta gente ha habido en esta primera manifestación? Difícil contarla por la forma en la que se ha producido. En cualquier caso, ha sido una movilización impresionante.

https://twitter.com/i/status/1103976747664658434

Tras unos veinte minutos de concentración, la pancarta ha echado a andar hacia la calle Olaguibel, donde se concentran la Subdelegación del Gobierno español, la comisaría de la Policía española, la sede del PP y, el objetivo de la marcha, el edificio de los antiguos juzgados, que en su cúspide luce todavía el escudo de la España franquista.

https://twitter.com/i/status/1103983905114345472

Con la calle ya repleta de gente y la Plaza Nueva todavía sin vaciar, se ha llevado a cabo un plante antifascista y un simbólico precinto de las puertas del edificio que se encuentra cerrado y vacío.

En todo momento, el ambiente ha combinado la reivindicación y el desenfado, con gritos como «La talla 38 nos aprieta el chocho» y «Menos batallas y más orgías». Muchas de las manifestantes llevaban pelucas de color morado y la mayoría de ellas alguna prenda de ese color. También se han visto multitud de pequeñas pancartas individuales, con los eslóganes más variados, como el que ponía en duda que se pueda florecer «entre tanto capullo».

Tras la concentración en la calle Olaguibel, la manifestación ha regresado hacia su punto de inicio. Para encones, por todo el centro de Gasteiz, se podía ver a otras miles de mujeres con pegatinas de la huelga feminista, lazos lilas y todo tipo de formulas para hacer patente su reivindicación feminista.

¿Qué cuanta gente ha habido en esta primera manifestación? Difícil contarla por la forma en la que se ha producido. En cualquier caso, ha sido una movilización impresionante.

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