Los datos de la economía boliviana bajo Evo Morales y Carlos Mesa

Lucía Converti / Resumen Latinoamericano / 3 de marzo de 2019

Ante las próximas elecciones presidenciales en Bolivia, y previo al comienzo de la campaña electoral en la que cada candidato expondrá sus propuestas para el próximo período presidencial, podemos realizar un análisis comparativo de indicadores económicos para analizar la gestión gubernamental de los candidatos.

Por su puesto, no es posible realizar esta tarea con todos los candidatos porque no todos ellos contaron con experiencia de gestión presidencial, pero sí se puede con los dos actores principales de la futura contienda. Carlos Mesa ejerció la vicepresidencia entre agosto de 2002 y octubre de 2003 y, desde esta fecha hasta su renuncia en junio de 2005, ejerció la Presidencia. Evo Morales, como es sabido, se presenta a elecciones para alcanzar su cuarto período presidencial.

Pero, atención: sin que se muestre un solo número, todas y todos sabemos que nos van a mostrar los datos. Entonces ¿por qué hacer este ejercicio? La respuesta es justamente que esta vez es posible comparar hechos, no palabras. Y esos hechos, los que conforman la realidad en la que vivimos, hacen que sepamos la respuesta, pero a veces las palabras de los candidatos y de los medios nos pueden nublar la vista.

Los datos

Los hechos

Los datos presentados anteriormente permiten evidenciar el crecimiento y desarrollo de la economía boliviana. Ninguno de los datos presentados para el período en que Carlos Mesa estuvo en el poder es mejor, en promedio, que los distintos períodos de igual tiempo en el Gobierno de Evo Morales.

Sin embargo, es importante ver los datos no solo como fotos estáticas sino como indicadores de un proceso, y para eso es importante contextualizar los datos presentados.

Como se evidencia observando los datos de impacto social, durante el período en el que Carlos Mesa estuvo en el poder (como vicepresidente y como presidente) la situación económica y social en Bolivia era de crisis total. Gonzalo Sánchez de Lozada, último exponente del neoliberalismo político, renunció a su cargo en medio de la llamada Guerra por el Gas. Este conflicto, sumado a la Guerra por el Agua de años anteriores, fueron fuertes expresiones de hartazgo de la sociedad hacia el modelo privatizador y de hambre instalado durante los ´90 y que continuó este presidente desde que asumió el mandato anterior.

Una vez que asumió, Carlos Mesa realizó el referéndum que expresó la voluntad popular por renegociar las concesiones de los hidrocarburos con las empresas privadas. El Gobierno de Mesa estableció un impuesto directo a los hidrocarburos y la distribución de estos ingresos a distintos gastos públicos. Sin embargo, la respuesta de Mesa no contó con suficiente respaldo y consistencia para calmar el conflicto social y también renunció.

Evo Morales asumió en 2006, siendo Bolivia el país más pobre de Suramérica, con una pobreza y desigualdad de inmensas dimensiones. Morales no sólo logró hacer crecer la economía, sino que esta lo hiciera de forma constante. Ese mismo año nacionalizó los hidrocarburos por decreto, poniendo fin al abuso de las empresas transnacionales. Logró estabilizar la inflación y el tipo de cambio, mejoró la confianza en la economía del país y, por lo tanto, esto permitió el aumento de los depósitos en bolivianos, bolivianizando la economía. Se hizo de un fondo de reservas internacionales importante para utilizar el financiamiento externo en inversión pública y, aun así, soportar el viento en contra que supuso la llegada de la crisis internacional.

Los datos muestran que ese crecimiento no fue solo por el incremento de los precios internacionales, sino que en su mayor parte fue impulso de la demanda interna, que se financiaron emprendimientos privados, que se expandió la capacidad desarrollarse de los ciudadanos y eso resultó en mayor crecimiento y mejor distribución.

Los números también dejan claro que se puede seguir avanzado. Que se debe seguir disminuyendo la pobreza extrema y alcanzar mayores niveles de igualdad. Que debe fortalecerse el sistema productivo y seguir diversificándolo para reducir la dependencia externa. Pero, al mismo tiempo, evidencian que el camino es el correcto, que los bolivianos mejoraron su calidad de vida, que lograron salir del estancamiento y que el modelo no está agotado.

En la campaña electoral los candidatos mostrarán sus propuestas a futuro, se sentarán a decir cómo se navega en un día soleado, pero hay que saber que al barco hay que navegarlo también en la tormenta y el capitán no puede abandonar el barco por mal tiempo.

Fuente: Celag

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