Cuba: Un referendum por la nueva Constitución del pueblo (fotoreportaje)

Por Laura V. Mor / Resumen Latinoamericano Corresponsalía Cuba. Febrero 25 de 2019

Fotos: Yaimi Ravelo.

Un proceso democrático inédito en el mundo concluyó este domingo en Cuba: la reforma constitucional mediante un referendum popular.

Boleta de votación donde el elector marca con una cruz su preferencia en el cuadrado dispuesto al lado de las opciones (Sí / No), respondiendo a la pregunta “¿Ratifica usted la nueva Constitución de la República?”

Tres meses de intensos debates en 130.000 consultas populares donde los ciudadanos analizaron minuciosamente el articulado de la que, en caso de ratificarse, será la nueva Constitución de la República que que reemplazará a la vigente desde 1976 y brindará la legislación marco para 11 millones de cubanos y cubanas. 780.000 sugerencias y 9.600 propuestas incorporadas al proyecto original emanado de la Asamblea Nacional del Poder Popular. 760 cambios entre adiciones y eliminaciones de artículos, frases y palabras; con una modificación del 60% del articulado.  5 artículos más que el texto original.

Su particularidad radica en ese proceso en donde es la población que se da su propia Constitución.

En nuestro recorrido por distintos municipios de la capital notamos un clima de tranquilidad poco usual en otros países del mundo en un día de votación. Constatamos que para las 2 PM ya se contaba con un 74, 09% (*) del padrón electoral que ya había ejercido su derecho al voto…un derecho que, en Cuba, a diferencia de muchos otros países, no es una obligación; pero que, sin embargo, alcanza un altísimo grado de participación popular.

No vimos militares ni fuerzas de seguridad en los colegios electorales, sino vecinos, vecinas y niños “custodiando” las urnas, en ese simbolismo extraordinario que tiene la Revolución Cubana. Niñas como Ibet, que nos contagiaba su emoción al contarnos sonrojada lo importante que era para ella “cumplir esa tarea por el país”.

Niños como Marlon o Jordan, que, siendo amigos del barrio, también estaban juntos en el colegio electoral y disfrutaban cada momento, sintiéndose parte de un proceso de todos… O como Alejandro, que con un carisma encantador, se divertía con Vladimir;  pero que llegado el momento en que un elector depositaba la boleta en la urna y debía decir “Votó”, lo hacía con el orgullo y la seriedad de quien se sabe incluido en un proyecto de país colectivo.

De eso se trata la democracia cubana, del poder del pueblo, de su soberanía y sus derechos para ejercerla. Ellos lo sabían, por eso la alegría y el compromiso a pesar de su corta edad.

Escuelas, consultorios del médico de la familia, empresas estatales y hasta garajes fueron espacios acondicionados para que nadie que quisiera se quedase sin la posibilidad de ejercer su derecho.

La bandera de la estrella solitaria y el escudo nacional embellecieron todos los colegios electorales, sean espaciosos o no.

Algunos contaban con un salón aparte donde las personas ingresaban a marcar la boleta que le entregaran las autoridades de mesa, otros no.  Como de garantizar el secreto al voto se trata, valiéndose de biombos armados con cartón, cortinas, imaginación y mucha dedicación, lograron esa privacidad necesaria a la hora de elegir la opción de preferencia libremente en la boleta de votación.

Un 81,53% del padrón electoral ejercieron su voto hasta las 5 PM (*), una hora antes que cerraran los colegios electorales, un porcentaje 3% superior al que a esa hora se tuvo en las elecciones generales del 2018.

El 24 de febrero de 1865 al grito de “¡Independencia o Muerte!” José Martí reinició junto a heroicos cubanos de aquellos tiempos la lucha contra el colonialismo por la independencia. Este 24 de febrero de 2018  el “Votó” fue el grito de cubanos y cubanas de estos tiempos que en otro día histórico, creemos, ratificarán ampliamente una Constitución nacida de la construcción y la participación colectiva.

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