Paraguay: El dirigente de Patria Libre, exiliado en Brasil, declaró en la CIDH ratificando denuncia de torturas en 2002

Juan Arrom declaró ante la Corte IDH. Brindó detalles de cómo fueron los días de secuestro y torturas que pasó junto con su compañero Anuncio Martí. Aseguró que los autores eran policías, que en su mayoría actuaron a cara descubierta.

Juan Arrom, durante su declaración ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).

Con canas, vestido con una camisa azul y anteojos, fue visto después de 16 años Juan Arrom, quien reside en la localidad de Curitiba, Brasil, como lo confirmó este jueves a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Arrom declaró a través de una videollamada en la audiencia de la Corte IDH que inició en Costa Rica. Brindó detalles del secuestro y torturas que denunció ante este estamento internacional haber sufrido en enero del 2002 junto con su compañero Anuncio Martí.

Relató que el día en que fue secuestrado, el 17 de enero de 2002, llegaron él y Martí hasta una vivienda ubicada sobre las calles Lugano entre Hernandarias y Colón, de la ciudad de Asunción.

Allí tenían que reunirse con un secretario del Ejecutivo, quien les dijo que quería conocer más sobre un proyecto para pequeños productores en el que estaban trabajando en el (entonces) Movimiento Patria Libre.

El relato del secuestro fue cronológico. Al llegar a la casa, explicó, los interceptaron varias personas armadas y, a la fuerza, los introdujeron en un vehículo de la marca Volkswagen modelo Gol, de color blanco.

Se quebró durante el relato

“Allí comienzan una serie de sesiones de torturas. Tenía un paño en la cabeza, estaba esposado de manos y pies, me bajaron los pantalones y me golpearon en varias partes del cuerpo, también en los testículos”, relató hasta que se quebró. Agregó que también fue sometido a asfixia con bolsas de plástico y con inmersiones de su cabeza en el agua.

Continuó contando que los torturadores exigieron que declare ante el entonces fiscal Hugo Velázquez que Patria Libre, en alianza con “el oviedismo”, como se conocía a los que militaban en el Partido Unace, fundado por el fallecido Lino Oviedo, estaban involucrados en secuestros de civiles.

Al tercer día, lo trasladaron a una vivienda ubicada en Arroyo Seco, zona de Ñemby y Villa Elisa. Dijo que supo de la ubicación porque lo escuchó en el radiotransmisor de los secuestradores.

Allí le dijeron que estaban dispuestos a dejarlo libre si se comprometía a colaborar. Entonces pidió hablar con el entonces ministro de Justicia y Trabajo, Silvio Ferreira.

Dijo que días después, ya cuando estuvo en libertad, reconoció a un jefe policial de nombre Antonio Gamarra y a otro uniformado, Francisco Servián, con quienes tuvo contacto cuando estuvo en cautiverio.

Ya días antes de ser liberado, comentó, los secuestradores, quienes aseguró eran agentes del Estado, estaban interesados en que las heridas que tenían sanen rápidamente.

Culminó manifestando que el 30 de enero, cuando recuperaron la libertad, escuchó a Martí gritando su nombre. “Pensé que se volvió loco y que lo iban a asesinar. Abrí la puerta y fui junto a él. Allí me contó que había periodistas afuera, y entonces también yo grité”.

Así fue como, según Arrom, quedaron libres. Contó también que sus hermanas estaban afuera. Cuando fueron rescatados, dijo, ya no había ningún agente del Estado en la casa, la habían abandonado, y solo estaban él y su compañero.

Confirmó que salió de Paraguay el 11 de agosto del 2003 y, desde ese momento, vivió en Brasil. También habló de sus tareas como fundador del Movimiento Patria Libre, que es acusado por el Estado paraguayo y las víctimas de secuestro como padre del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

Denunció que muchos ex presidentes y ex vicepresidentes de la República se dirigieron a ellos como secuestradores, cuando no existe ninguna sentencia penal en la causa. Incluso, criticó al Ministerio Público por no haber realizado una investigación seria sobre el supuesto secuestro.

Lamentó que, después de que en Brasil le dieron el estatus de refugiado político, en Paraguay habían lanzado una campaña ofreciendo USD 100.000 a quienes ayudaran a capturarlos, a él y a Martí. Ante su negativa de volver al país, lo amenazaron con matarlo y hacerlo pasar como desaparecido.

Perspectivas de un experto sobre la demanda que enfrenta el Estado paraguayo

  • Luis Adolfo Ramón Lezcano Claude, Doctor en Ciencias Jurídicas, Especialista en Derecho Constitucional, ex Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la República de Paraguay e integrante de la sala constitucional (1995-2003).

 

La audiencia duró aproximadamente 10, horas con las declaraciones de las víctimas, testigos y la comitiva que envió Paraguay para testimoniar sobre el caso, que son el Procurador General del Estado Sergio Coscia, el exfiscal General del Estado German Latorre y el fiscal Edgar Sánchez, ambos en calidad de testigos.

En ese escenario la agencia NOVA se puso en contacto con el Doctor en Ciencias Jurídicas y Especialista en Derecho Constitucional Luis Adolfo Ramón Lezcano Claude, ex Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la República de Paraguay e integrante de la sala constitucional (1995-2003) para conocer cuáles son las expectativas de este caso para el Estado paraguayo.

Sobre los antecedentes del caso, el letrado manifestó que se relaciona con el secuestro de la señora Bordón de Debernardi, en 2003. El hecho fue atribuido por el gobierno y la justicia paraguaya de esa época, al  Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Esas mismas acusaciones, jamás probadas, señalaban que  Arrom y Martí  habrían tenido participación en la materialización del aludido secuestro.

Como parte de las averiguaciones referentes a este hecho, la policía detuvo a Arrom y Martí y los sometió a tortura a fin de lograr alguna información referente al secuestro.

Es necesario aclarar, indicó Lezcano Claude, que se trata de dos cuestiones diferentes: el secuestro de la señora Bordón de Debernardi y el sometimiento a tortura de Arrom y Martí.

Al ser consultado por la razón que llevó el caso a la Corte, el profesional indicó: “A una instancia internacional como el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, sólo se puede llegar una vez agotadas las instancias internas del Estado respectivo, en este caso, el Paraguay. También se puede acceder cuando existiere una exagerada dilación en las instancias internas”.

Primeramente, se debe concurrir ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos encargada de realizar el estudio de la procedencia y viabilidad del caso, para luego presentarlo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

“Debe quedar en claro que el caso Arrom y Martí llega a instancias internacionales a instancias de estos y en referencia al crimen de tortura cometido por agentes del Estado paraguayo en contra de estas personas”, dijo Lezcano Claude.

Actualmente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos lo ha admitido y lo presentó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Se ha realizado la audiencia el pasado 7 de febrero de 2019, con declaraciones de las partes involucradas y los testigos.

Posteriormente las partes (Estado paraguayo y Arrom y Martí) deben presentar sus alegatos y finalmente la Corte habrá de dictar la sentencia respectiva.

Sobre los jueces que llevaron adelante la audiencia pública, el jurista dijo que “no puedo aportar nada en particular. Por lo general son juristas de una destacada preparación y de mucha experiencia, pero no tengo conocimiento del currículum de cada uno de ellos”, y agregó que “en la reciente audiencia han demostrado gran conocimiento del derecho y del caso en particular”.

Como dato referente al nivel de los magistrados, debe mencionarse que Raúl Zaffaroni, ex integrante de la Corte Suprema de Justicia de la República Argentina, forma parte de la Corte. En este caso se excusó de intervenir por haber asesorado en su oportunidad, a la familia de la secuestrada.

Lezcano Claude pidió separar la situación de Arrom y Martí como denunciantes al Estado Paraguayo en el caso de torturas, y su condición de imputados por el secuestro de la señora Bordón de Debernardi, ya que este último ha generado un proceso penal que debe seguirse ante tribunales (Poder Judicial) del Estado paraguayo, y en el cual estarían involucrados Arrom y Martí en carácter de procesados como presuntos coautores del hecho punible.

En cambio, el hecho punible de tortura cometido por agentes del Estado paraguayo en la persona de Arrom y de Martí se lleva adelante ante la Corte Interamericana de DD.HH. y en el mismo está demandado el Estado paraguayo.
Lezcano Claude sentenció que, en caso de confirmarse las torturas a Arrom y Martí como forma de obtener declaraciones incriminatorias de supuestos autores del secuetro, resultaría muy grave para el Estado paraguayo.

Por último, el abogado dio su impresión sobre la presencia del Jefe de Estado, Mario Abdo Benitez, en la audiencia pública, a la que calificó como “desacertada e innecesaria”, al igual que Incluso la presencia del Ministro de Relaciones Exteriores, señor Luis Castiglione. “Esto refleja un muy deficiente asesoramiento en la materia. Bastaba con la presencia del Procurador General de la República y de integrantes del Ministerio Público”, sentenció Lezcano Claude.

Por otro lado, también criticó la campaña “ni un dólar para el secuestro”, apoyada por el gobierno, al considerar que “implica un anticipado desconocimiento del fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en caso de que este resulte desfavorable, denota una gran torpeza” y sumó: “En efecto, supone que el Estado paraguayo habrá de acatar el fallo de un órgano internacional que él ha reconocido, sólo si el mismo le es favorable”.

Finalmente la Corte Interamericana dictará un fallo judicial entre los meses de setiembre y octubre, mientras el plazo estipulado para presentar los últimos alegatos de parte del Estado paraguayo, los demandantes y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos es hasta el 8 de marzo.

(información de la Agencia Nova)

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