Por Gemma Garcia /Resumen Latinoamericano, 11 febrero 2019
Desde que encarcelaron políticos y líderes independentistas, varias organizaciones de derechos humanos han defendido la liberación. En paralelo, voces internacionales de prestigio se han alzado para denunciar la represión que ejerce el Estado español, los encarcelamientos preventivos y la existencia de exiliadas. El portal catalán “La Directa” ha podido hablar con trece personalidades que reflexionan sobre la condición de represaliadas -de quien está en la cárcel y en el exilio- y lanzan mensajes en España
“Hay que liberar a los presos políticos y se debe poder debatir”
Los políticos y líderes independentistas catalanes encarcelados y exiliados son presos políticos. Hicieron declaraciones y llevaron a cabo acciones que deberían estar permitidas en una sociedad democrática. Hay que liberar a los presos políticos y se debe poder debatir libremente sobre el tema.
“Al colocar a los líderes en prisión, España viola uno de los derechos humanos más importantes, el de expresión”
Para mí, que vivo bajo la ocupación y soy una presa política, los líderes catalanes independentistas son represaliados. Tomaron las calles para proteger un derecho y utilizaron su derecho de libre expresión y manifestación para decidir el futuro de su país de manera democrática, para celebrar un referéndum. Lo hicieron 2 millones de personas y el 90% votaron sí. Con los encarcelamientos, España viola uno de los derechos humanos más importantes: el derecho de expresión. Estos dirigentes no cometieron ningún delito por el que merezcan ser castigados con encarcelamientos o exilios. El Estado debe saber que tenemos que aprender de las lecciones de nuestra historia para poder construir un futuro mejor. La opresión sólo aporta indignación, y la violencia, determinación. La indignación y la determinación son la fórmula de la revolución. Deben liberar a los prisioneros y comenzar un diálogo para evitar lo peor.
“Pedimos que no se persiga a las personas que luchan por sus convicciones políticas”
Nosotras siempre defendemos la libre autodeterminación de los pueblos a decidir su política interna. Cuando se encarcela a aquellos que participan en acciones y luchas políticas, creemos que deben ser considerados presos políticos. Pedimos que haya una justicia respetuosa y que no se persiga a las personas que luchan por sus convicciones políticas.
“La presunción de inocencia ha sido convertida en presunción de culpabilidad”
(Madre de Adur Ramírez, uno de los jóvenes vascos de la localidad de Altsasu que se halla encarcelado después de un “juicio farsa”)
Han sido castigados por ejercer -o intentarlo- sus derechos políticos. Algunos, para dar continuidad al mandato que la ciudadanía les había otorgado. El derecho de manifestación, la libertad de expresión y el derecho a decidir el futuro de un pueblo han sido criminalizados. Para el movimiento independentista catalán, la presunción de inocencia ha sido convertida en presunción de culpabilidad. Necesitamos una situación democrática que garantice los derechos de la ciudadanía y de los pueblos. Quiero alentar el gobierno español a tener altura de miras para romper con el régimen previo a la mal llamada transición y audacia para gestionar los desacuerdos desde el reconocimiento y el respeto hacia los demás. Y también para romper con las élites políticas y económicas que perpetúan un régimen reaccionario y autoritario.
“Es intolerable que estén encarcelados a la espera de un juicio. No son criminales “
Considero que las personas que están en el exilio y en la cárcel son presas políticas. Ni la justicia belga ni la alemana han respondido positivamente a la solicitud de extradición. Además, es intolerable que estén encarcelados a la espera de un juicio. No son criminales. El gobierno les ha de sacar de prisión. El Reino Unido permitió a los habitantes de Escocia que se posicionaran sobre la independencia a través de un referéndum. El debate es político. El gobierno español debe inspirarse en este ejemplo para modificar la Constitución de 1978 y ofrecer la posibilidad a los catalanes, vascos, gallegos y en las otras comunidades de decidir qué tipo de vínculo quieren tener con el Estado español. La justicia no es la que pondrá fin a este conflicto, sino el diálogo político.
“La manera de resolver el conflicto requiere múltiples frentes, pero hay que conseguir que todos puedan votar”
Aquellos que defienden la independencia del territorio que definen como su país tienen derecho a explicar el caso y buscar apoyos. Una manera de garantizar su éxito es que los poderosos opositores no utilicen una fuerza brutal contra ellos y no encarcelen a los líderes. Esto es lo que parece que ha pasado a los catalanes que defienden la independencia. La manera de resolver el conflicto requiere múltiples frentes, pero hay que conseguir ser escuchados y que todos puedan votar. Para mí, la cuestión fundamental es la de clase, no el nacionalismo. En el caso de la independencia irlandesa, el gran socialista James Connolly dijo: “La causa obrera es la causa de Irlanda; la causa de Irlanda es la causa obrera “. Toca a otros decir si esto se reproducirá en el movimiento por una Cataluña independiente.
“No me gustan las fronteras, pero creo firmemente que las personas tienen derecho a decidir cómo gobernarse”
Una vieja canción de Pietro Gori que me gusta mucho dice: “Nuestro país es el mundo entero, nuestra ley es la libertad”. No me gustan las fronteras, pero creo firmemente que las personas tienen derecho a decidir cómo gobernarse. El respeto al principio de autodeterminación de los pueblos es fundamental. Los poderes establecidos, cuando no pueden imponerse, empiezan a reprimir, y utilizar la fuerza siempre es un signo de debilidad. El Estado italiano no se comporta mejor: desde hace años reprime personas que defienden el territorio ante grandes proyectos devastadores. En 2001, un gran movimiento fue severamente reprimido por afirmar que un mundo mejor es posible. Carlo Giuliani fue condenado a muerte por delito de rebelión y ni siquiera ha tenido derecho a un juicio.
“España es un contrato social revisable, y la negativa a abrir un diálogo demuestra la debilidad sobre la que se construye”
(Abogada y activista andaluza)
Con la definición del Consejo de Europa en la mano, las circunstancias que rodean la prisión de los líderes independentistas cumplen muchos de los requisitos para ser considerados presos políticos. Más allá de la definición, lo que realmente está castigando la justicia española es un posicionamiento ante un paradigma político que se presenta irrebatible: el concepto mismo de España. No son presos políticos por una cuestión formal o legal, sino porque el bien jurídico que pretende proteger el Estado con este castigo es meramente una posición política. España no tiene un origen teológico o natural; es un contrato social revisable, y la negativa a abrir un diálogo sólo demuestra la debilidad sobre la que se construye, un imperativo divino defendido con violencia.
“Las opiniones y las convicciones se debaten, no se encarcelan”
(Escritor italiano)
Son presos acusados de rebelión y sedición, se enfrentan a una pena de décadas de encarcelamiento y no han desafiado ni lanzado una sola piedra. Para mí no se trata de entrar en el tema de la independencia de Cataluña, una cuestión que afecta a las personas de una nación de Europa. Para mí, se trata de defender a los ciudadanos europeos encarcelados por sus ideas políticas. Siento el deber y la responsabilidad de defender el derecho de todos a la palabra libre y la expresión. Pido la libertad inmediata y la retirada de los cargos más graves y desmesurados. Las opiniones y las convicciones se debaten, no se encarcelan.
“Un período de distensión no puede comenzar mientras haya políticos y activistas encarcelados”
(actor madrileño)
Las estructuras del Estado no actúan contra el independentismo catalán y su desafío a la legalidad vigente, sino, a través del enfrentamiento con el independentismo, contra el 15-M y su desafío al modelo político y económico vigente . La cuestión no es independencia sí o no, es soberanía sí o no. Creo que la única solución duradera exige un referéndum pactado, pero sería inútil celebrarlo sin un período previo de distensión, que no puede comenzar mientras haya políticos y activistas encarcelados. Ahora bien, mientras no salgan, será mucho más difícil hacer política con objetivos emancipadores, y esto interesa a los grandes capitales: que hablamos de banderas y no de desigualdad social.
“Pido un diálogo nacional: para hablar de todo, con amnistías y períodos de tiempo realistas”
Los cargos por los que se acusa a los líderes independentistas tienen, sin duda, las características de persecución política. Además, diversas expresiones a favor del derecho a la autodeterminación han sido criminalizadas. España, firmante de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de los acuerdos de Helsinki, experimenta una crisis constitucional. Me gustaría sugerir humildemente al gobierno español que la controversia actual no se puede mantener. La desinversión está debilitando la economía de la región catalana, erosionando así la base fiscal española. Pido un diálogo nacional: para hablar de todo, con amnistías y períodos de tiempo realistas. Habrá una oportunidad para que los organismos europeos e internacionales intervengan ?.
“Encarcelar personas que tienen una creencia u opinión política diferente es una forma de castigo que viola los derechos humanos”
(artista y activista chino)
Como disidente que escapó de la persecución en China, considero que los líderes independentistas catalanes encarcelados son presos políticos. Como ciudadanos de una sociedad democrática, el derecho a expresar plenamente sus opiniones políticas debe ser protegido por la ley. La expresión de estas opiniones se debe respetar y proteger de acuerdo con cualquier norma europea. Encarcelar personas que tienen una creencia u opinión política diferente, en este caso durante más de un año sin juicio, es una forma de castigo que viola los derechos humanos y los principios y valores esenciales de los estados europeos. El gobierno español los debe liberar inmediatamente y resolver los conflictos a través del diálogo, y no por el uso de la fuerza, especialmente la del sistema judicial.
“La causa de la nación catalana es legal y legítima”
(activista tunecino y Premio Nobel de la Paz)
A la luz de la legislación internacional, los líderes encarcelados o exiliados son perseguidos y sus derechos fundamentales, violados. Sólo han hecho un uso pacífico de su inalienable libertad de expresión y han defendido el pueblo catalán en el ejercicio democrático para elegir su futuro. Nunca llamaron a la violencia, sino que siempre buscaron el diálogo con el gobierno de Madrid. Por lo tanto, son presos políticos que el Estado debe liberar inmediatamente. La causa de la nación catalana es legal y legítima: se basa en el derecho a la autodeterminación, el primer artículo de los dos pactos internacionales de derechos civiles y políticos. Además, Catalunya es una nación por la historia, el sufrimiento, las aspiraciones, la integridad cultural y territorial forjadas a lo largo de los siglos. El gobierno español debería admitir que la solución sólo puede ser acordada y democrática; nunca se puede basar en la represión.
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