Con Cuba no pueden, afirma luchadora estadounidense

El gobierno americano no le perdona al pueblo cubano ser independiente y soberano aunque son cada vez más las personas que allí los quieren y respetan. Así se expresó a la revista cubana BOHEMIA, desde su solidaridad, Alicia Jrapko, editora de la edición estadounidense de Resumen Latinoamericano.

Por MARÍA VICTORIA VALDÉS RODDA

Foto: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA

Un hondo orgullo la acompaña al declarar públicamente su cariño por Cuba que se proyecta en un intenso brillo de los ojos, como cuando se está enamorado. Por esa entrega total a la Revolución cubana y por su valentía al defender nuestra soberanía desde el mismo epicentro imperial, fue que el Consejo de Estado, le entregó, hace unos años atrás, a Alicia Jrapko, junto con Bill Hackwell, la Medalla de la Amistad.

“Son de esos amigos que darían hasta la vida por estar al lado tuyo”, así los retrató cabalmente el héroe Antonio Guerrero (Tony). En momentos de una nueva embestida desde la Casa Blanca contra la Isla, Alicia Jrapko ha vuelto a la carga, viajando a La Habana para asistir a la IV Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo. Con los riesgos que entraña desafiar las prohibiciones estadounidenses, agravadas por la retórica cavernícola de Donald Trump, esta militante consagrada de origen argentino, desplegó todo su activismo durante el Panel “La solidaridad hermana de los pueblos”.

Su prestigio mundial la precede por sus largos años como coordinadora en Estados Unidos del Comité Internacional por la Libertad de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, los muy conocidos Cinco. Esta mujer de porte fino pero que rezuma energía por cada poro jamás dudó en sus pasos, que en 20 oportunidades la llevaron a una prisión de máxima seguridad en California, para darle a Gerardo ánimos con un abrazo moral, reiterando la convicción de Fidel de que volverían a la Patria.

Una vez alcanzado el triunfo y con los luchadores antiterroristas de regreso a casa, Alicia Jrapko sigue en pie de lucha, ahora en el Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos. De ese modo impulsa jornadas contra el bloqueo yanqui en la propia capital norteamericana, Washington DC. Allí, junto a otros compañeros, realiza actividades públicas con invitados especiales y visitas al Congreso.

En no pocas ocasiones ha expresado que como latina en Estados Unidos, la solidaridad con Cuba es fundamental porque la Mayor de las Antillas, en su opinión, ha sido un ejemplo para la región en cuanto a la construcción de una sociedad solidaria, con valores muy humanistas, en contraste con las sociedades de consumo, donde la prioridad es lo material. “Cuba es un país solidario con todos los pueblos del mundo, es el primer país en ofrecer ayuda ante los desastres naturales, es ejemplo de lo que se puede hacer cuando se pone prioridad en las necesidades básicas del ser humano”, sostiene con total convencimiento.

Entre Estados Unidos y Cuba siempre han existido grandes contradicciones y tensiones históricas, sin embargo, cada día aumenta el número de personas de todas las posiciones sociales y tendencias políticas, que rompen el cerco de la desinformación y la mentira para asumir al pueblo y gobierno de Cuba desde otra mirada más objetiva y veraz.

Esos velos se han ido descorriendo también en gran medida por la labor paciente y abnegada de Alicia. Y como la batalla es diaria y no puede terminar más que con transformaciones solidarias, en eso andaba desde la tribuna del habanero Palacio de Convenciones cuando BOHEMIA la entrevistó en exclusiva.

BH: ¿Qué propuestas tiene el movimiento de solidaridad con Cuba dentro de los Estados Unidos?

AJ: “Una de la cuestión esencial es llegar a los Ayuntamientos de las ciudades para lograr que mucha gente se sume a la opinión pública, que realmente no cambió desde época de Obama, porque la mayoría en Estados Unidos quiere otra política hacia Cuba. El problema es que tenemos congresistas de derecha que impulsan allá adentro su discurso, el mismo utilizado contra Venezuela. Entonces que estamos haciendo: tratamos de seguir sumando voces para que se sepa la realidad cubana. Intentamos llegar a todos los sectores posibles”.

“Los Ayuntamientos representan a los Jefes de Gobierno de las ciudades. Hacia allí nos dirigimos para educar a los supervisores, a los alcaldes, labor que se define por informar sobre la realidad cubana. Ellos presentan una propuesta una vez que nosotros llegamos a ellos y los convencemos sobre la necesidad de poner fin del Bloqueo. Entonces que pasa: ahí se vota, y todos los Concejales aprueban la resolución y esta se eleva. Esto es muy importante porque estos funcionarios representan a miles y miles de personas de ciudades muy grandes, y ya hemos cubierto a 11 de ellas. Esto ayuda a demostrar que hay miles de personas en diferentes lugares de Estados Unidos que están en contra del Bloqueo”.

“Otra de las acciones que realizamos se encamina a incrementar el número de los viajes apoyando al movimiento de Solidaridad, y muy particularmente a la Brigada Venceremos que cumple 50 años. La idea es seguir de la misma manera como lo hicimos por Elián y por los Cinco, o sea, que se conozca la realidad cubana en un momento muy difícil con la administración Trump que está recrudeciendo el Bloqueo, que volvió para atrás lo poquito que se había logrado con Obama y que además recrudece el título III (de la Ley Helms-Burton). ¿Y qué podemos hacer nosotros? Ir al Congreso a hablar con los congresistas y ofrecerles la verdad. Hemos organizado jornadas contra el Bloqueo con diferentes temas. Por ejemplo, la salud y la educación.”

“Nosotros les decimos que en Cuba la salud es gratuita, mientras que en Estados Unidos es privada. Y si tú no tienes un seguro te mueres. Por otro lado, en Estados Unidos la educación hay que pagarla por el resto de tu vida, en Cuba en cambio es gratuita. Nosotros llevamos estos asuntos porque con ellos atraemos hacia el lado nuestro a aquellos que en Estados Unidos están luchando por los cambios; en especial en el Sistema de Salud. Se han logrado cosas en ese sentido con quienes quieren la educación y la salud gratuita Así le demostramos que sí se puede. Que en un país pobre, y encima bloqueado, esos derechos están garantizados. Demostramos que lo importante es donde se ponen las necesidades y donde los recursos, si es del lado de la gente o de los intereses del dinero”.

“Yo diría además que el Movimiento de Solidaridad es fuerte. Tiene unas 50 organizaciones que nos reunimos una vez al año para abordar los Proyectos de cada uno y cómo podemos ayudarnos. Nosotros, en el Comité Internacional, estamos enfrascados en la muestra de la película “Cubanas. Mujeres en Revolución”  (de la realizadora María Torrellas) que la llevamos con subtítulos en inglés, hace dos semanas, en San Francisco a sala llena. Hubo mucha gente interesada y entusiasmada con la obra. Esta película ha “corrido” por 25 ciudades estadounidenses. Y para el próximo 8 de marzo vamos a hacer una conferencia en las redes sociales, donde las personas se pueden comunicar y mirar la película, y eso involucraría a público de todas partes del país. Podríamos hacer más, pienso yo, pero las condiciones son muy complicadas”.

BH: ¿En la compleja situación interna puede decirse que la sociedad estadounidense está adormecida o que lucha?

AJ: Sí, el pueblo de Estados Unidos lucha por diferentes causas, y muchas de ellas son justas. Por ejemplo hay un fuerte movimiento contra las bases militares, donde Guantánamo está incluida como una bandera. El pueblo se pronuncia también contra la Guerra. Se pronuncia incluso en favor de Venezuela pero no es fácil por las mentiras mediáticas. El asunto de los feaks news (noticias falsas) no es nuevo, y ha estado ocurriendo desde hace mucho en Estados Unidos”.

“Si uno mira la televisión allá es el día y la noche con la realidad. O sea, se trata de un pueblo, creo yo, que se despierta de a poco en situaciones adversas como ahora con un presidente, que no es mi presidente, que miente. De todos modos yo confío mucho en el pueblo estadounidense. Aquí mismo en La Habana hay unos compañeros nuestros norteamericanos que nunca habían venido. Uno de ellos está implicado en divulgar la realidad de Oriente Medio. El otro escribe excelentes artículos sobre Venezuela que manda a medios alternativos. Son personas muy valiosas. Y sí, tenemos gente muy buena. El problema sigue siendo que no somos todavía muchos justamente por lo que nos han ido “metiendo” por año”.

“Pero con Cuba no pueden porque la gente ya ha venido a esta Isla y ha podido comprobar lo que pasa de verdad. La solidaridad con Cuba avanza por lo que esta representa para el mundo. Existe un respeto muy grande por la Revolución cubana, siendo relativamente más fácil sumar gente a la causa. Eso no pasa ni con Nicaragua ni con Venezuela: Es diferente, es más difícil porque hay una campaña difamatoria enorme. Por ejemplo, nosotros organizamos una actividad a favor de Nicaragua donde se nos vino encima la “contra” de tiempos de Somoza. Fue horrible, pero vivimos ahí y sabemos que esas cosas pueden pasar aunque no desmayamos porque estamos convencidos de la justeza de nuestros ideales”.

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