Chile. Se movilizan pescadores por la regulación de la extracción de jibia

Resumen Latinoamericano / 14 de enero de 2019 / Resumen

Este lunes las principales arterias de Talcahuano amanecieron bloqueadas por la acción de pescadores artesanales y por trabajadores de la industria pesquera instrumentalizados por el empresariado pesquero que busca retrotraer los avances del proyecto de ley que regula la extracción de jibia sólo con el método artesanal de línea de mano.

Hasta ahora, la industria pesquera cuenta con el 20% del total de captura permitida para esta especie y lo hace mediante pesca arrastre, ocasionando los trastornos propios de un método de captura no selectivo y que ha contribuido al agotamiento progresivo de las poblaciones de especies acuáticas. El pasado 27 de abril de 2018, la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que expresa: “La especie Dosidicus gigas o Jibia, sólo podrá ser extraída utilizando potera y/o línea de mano como arte y/o aparejo de pesca, quedando prohibido cualquier otro tipo de arte y/o aparejo de pesca. Los armadores que infrinjan el presente artículo serán sancionados con multa de 500 unidades tributarias mensuales y el comiso de las especies hidrobiológicas y/o de los productos derivados de éstas.”

La industria no está dispuesta a ceder a esta regulación y ha puesto en marcha un cabildeo que tiene su expresión en anuncio del Gobierno de recurrir al Tribunal Constitucional para que revise la legalidad de este proyecto legislativo, luego de ser ratificada por la Cámara de Diputados y quedar en condiciones de ser promulgado como ley. Junto con ello ha instrumentalizado a quienes laboran en sus plantas y embarcaciones para generar agitación y vociferar el discurso empresarial, planteando que esta medida provocaría cesantía entre quienes laboran en este rubro, cuando en realidad, sólo ha sido la sobreexplotación pesquera el factor generador de cesantía en el rubro pesquero.

Por su parte, los pescadores han emprendido una lucha por defender la pesca selectiva de este calamar, para lo cual han demandado el exclusivo uso de línea de mano para su captura, la cual consiste en un tubo relleno de plomo, llamado pota o potera, del cual se desprenden anzuelos que, hundidos en el mar, provocan un reflejo atrayente para las jibias, las cuales se agarran a estos pudiendo ser capturadas, a través del izamiento manual de la pota desde la embarcación. Según los pescadores, luego de una noche de inmersión de estos aparejos, se puede capturar un máximo de 2 toneladas de jibia. No obstante, la pesca industrial que ocupa redes de arrastre de media agua, puede extraer 80 toneladas en un solo lance, además de capturar otras especies que no son objetivos de esa faena, los cuales son descartados, es decir, botados al mar.

Imagen referencial de pesca con línea de mano. Fuente: FAO

En el contexto de la escasez pesquera -agravada durante estas dos últimas décadas-, la captura de jibia se ha vuelto un soporte económico para los pescadores artesanales. Gran parte de las pesquerías ha colapsado producto de la sobreexplotación y es probable que la actual abundancia de jibia sea producto de ello, en tanto la población de jurel se alimenta de jibia y otros moluscos en estado larvario, por cuanto se puede interpretar que el declive de la población de estos peces habría permitido el aumento poblacional de la jibia.

Los pescadores de la caleta de San Vicente continúan movilizados para presionar por la promulgación de esta ley y en rechazo al contubernio político empresarial demostrado hasta ahora, el cual tiene su expresión más grotesca en la aun vigente Ley de Pesca, sobre la cual se ha aprobado recientemente un proyecto de ley destinado a su anulación por la evidente e irrefutable intervención ejercida por empresarios pesqueros en la redacción de su articulado sobornando a quienes la legislaron.

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