Gobierno de Colombia pregona la democracia y ejerce el fascismo

Resumen Latinoamericano / 13 de enero de 2019 / Manuel Humberto Restrepo D., Pacocol

La relación USA-Colombia no puede leerse como de equilibrio o amistad recíproca, sino como una fórmula de sumisión de élites que tienen muy claro que con el gobierno de USA se configura la agenda del poder local y eso no lo discuten.

Así ha ocurrido en gobiernos civiles o militares y así será en el 2019, según la agenda del presidente: reinventar la guerra interna, destruir y reconstruir a Venezuela y hacer de cada bien público un mal negocio. Es una dinámica de líneas paralelas.Por la línea interna, empuja el proceso de paz hacia una renegociación judicial, que doblegue el acuerdo político y lo sustituya paulatinamente, a la par que busca una excusa creíble que otra vez convierta a la guerra en fuente de inspiración y legitimación (…) crear al enemigo interno, para decretarlo y justificar la violencia que lo reafirme en el poder.

Por la línea externa, se esmera en demostrar que es el aliado perfecto de USA para liderar el complot contra el gobierno hermano y mantener viva la esperanza de concretar una invasión militar (…)

Ni teórica ni empíricamente, puede decirse que Colombia avance en democracia, aunque se pregone o se intente exportar como modelo y referencia de otros.

Se sigue matando como en el peor momento de barbarie y se trata a la ciudadanía como subalterna y delincuente (…)

Adentro de las fronteras la depredación humana, anuncia que hay fascismo, aunque se pregone democracia, si se toma como base la secuencia de asesinatos selectivos (…) Alarmante por el elevado número de activistas y defensores de Derechos Humanos asesinados (…)

El único actor que no ha cambiado su posición: las élites y junto a ellas militares y terceros, actuando en connivencia o aquiescencia con el Estado.

El gobierno ofreció democracia, pero entrega fascismo, según su actuar ajeno a las demandas del país, con nulo interés por desmontar internamente las empresas criminales, con negativa a llevar a juicio a los responsables de delitos de lesa humanidad, incrustados en batallones, brigadas y despachos, y sin ataques al modus operandi de sicarios que ejecutan, paramilitares que ordenan y militares y terceros que planean.

Tampoco le interesa eliminar de la doctrina castrense la creencia en que “todo individuo descontento o inconforme es un enemigo en potencia”.

Es decir no le asiste interés democrático por (…) impedir que agentes del Estado o que actúen a instigación suya o con su consentimiento o aquiescencia mantengan su patente de corso para cometer los actos atroces que cometen contra la población civil negando las normas de coexistencia humana. El presidente capitanea el barco colonial hacia el país vecino y el suyo naufraga.

Addendum:

A 300 metros del parque de San Antonio en Jamundí (Valle), fueron arrojados los cuerpos de cuatro personas masacradas.

Faiber Manquillo, dirigente social de 30 años de edad, quien había sido reportado como desaparecido desde el pasado 26 de diciembre fue encontrado sin vida en la zona rural de Nariño. Es el octavo líder social asesinado en Colombia durante el breve transcurso de 2019.

La sistemática arremetida contra los líderes y el movimiento social de oposición sólo se puede enfrentar si se fortalece la unidad y articulación del movimiento popular, y se consolidan procesos organizativos, con formación política y movilización de la ciudadanía para enfrentar la violencia y el retorno a la guerra.

Gráfica.- Duque y el almirante Kurt Tidd

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