Exigen que Chile firme Acuerdo ecológico de Escazú antes de recibir la COP25

Resumen Latinoamericano / 17 de diciembre de 2018 / Politika

“Al día de hoy, la sociedad civil no entiende porqué el Ejecutivo está actuando con tanta desprolijidad y temor en sus relaciones internacionales, especialmente en materia ambiental y derechos humanos”, señaló un conjunto de organizaciones.

“La política ambiental e internacional de Chile debe ser una política de Estado que asegure su seriedad, consistencia, coherencia y responsabilidad”, es lo que reclama un conjunto de organizaciones ambientales y de derechos humanos. Por lo mismo, las agrupaciones instaron al Gobierno de Chile a firmar el Acuerdo de Escazú si es que pretende recibir, el próximo año, la XXV Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25).

Esto por la “confusa señal” que estaría entregando el país al no suscribir el tratado ambiental de Latinoamérica y el Caribe, que ya ha sido firmado por 16 países. Pese a que Chile fue uno de sus impulsores, en septiembre pasado, el gobierno de Sebastián Piñera decidió desechar el ingreso al instrumento internacional, “ofreciendo excusas poco claras”, según plantean las organizaciones.

Siguiendo el argumento esgrimido por Fundación Terram, Espacio Público, ONG FIMA, Greenpeace, CODEFF, Observatorio Ciudadano, Amnistía Internacional Chile y Andrea Sanhueza, representante electa del público para el Acuerdo de Escazú, el tratado “es la herramienta idónea que promueve y permite a los países lograr una plena implementación de los derechos de acceso a la información, a la participación y a la justicia en asuntos ambientales, en favor de la equidad, la democracia, el desarrollo sostenible y los derechos humanos”.

Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, participando en la COP24 realizada en Katowice, Polonia

 

 

 

 

 

 

 

Las organizaciones explicaron que desde el 2012 hasta marzo del presente año, Chile “buscó que este acuerdo fuera ambicioso y vinculante, lo que contribuyó a que se adoptara el primer tratado ambiental de Latinoamérica y el Caribe -y primero en el mundo- que protege a los defensores de derechos humanos en asuntos ambientales”.

Sin embargo, el pasado 27 de septiembre, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, se abrió el proceso de la firma del Acuerdo de Escazú, pero Chile se restó sorpresivamente de la instancia. “La incoherencia fue mayor cuando el Presidente Sebastián Piñera centró su discurso ante la Asamblea General en torno a temas ambientales y desarrollo sostenible”, criticó el grupo de agrupaciones.

“Al día de hoy, la sociedad civil no entiende porqué el Ejecutivo está actuando con tanta desprolijidad y temor en sus relaciones internacionales, especialmente en materia ambiental y derechos humanos”, señalaron.

La urgencia del llamado reside en la preocupante situación planetaria producto del calentamiento global y el cambio climático. “Los graves efectos de este fenómeno están en la actualidad azotando a cientos de comunidades alrededor del mundo y, en particular, a las personas y grupos en situación de vulnerabilidad. El cambio climático es mucho más que una afectación al medioambiente, pues sus impactos  causan cambios irremediables en la forma y calidad de vida de los habitantes de este planeta”, alertaron.

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