Argentina. Nuevo Código Contravencional porteño: más poder a la Policía y persecución a lxs trabajadorxs informales

Por *Eric Soñis / **Resumen Latinoamericano / 15 de diciembre de 2018.

El proyecto de reforma del Código Contravencional votado este jueves en la Legislatura de la Ciudad fue presentado por el oficialismo con la excusa de combatir a las “mafias” y, especialmente, de prevenir la violencia de género.

 

Con la reforma se crean nuevas contravenciones cometidas a través de medios electrónicos que contemplan especialmente a las víctimas mujeres (hostigamiento y ciber-acoso) y en contravenciones ya existentes, incluyen agravantes en razón del género de la víctima.

Además, crean la posibilidad de realizar denuncias anónimas, bajo el argumento de preservar a las mujeres y evitar que sufran represalias si denuncian situaciones de violencia.

La lógica detrás de esta reforma es clara. El gobierno utiliza cínicamente una problemática grave y real como es la violencia de género para justificar un aumento del punitivismo en relación al espacio público y para otorgarle mayor discrecionalidad y facultades de control y represión a la Policía de la Ciudad.

El oficialismo ha optado por esta vía para cerrar un año marcado por enormes movilizaciones en reclamo de mayores derechos para las mujeres. A la par, el gobierno se ha negado a discutir en la Legislatura medidas elementales – prácticamente de emergencia – para las miles de mujeres que sufren la violencia de género, tales como la construcción de refugios transitorios y planes de viviendas, regímenes de asignaciones económicas y cobertura social, planes de inserción laboral para mujeres desocupadas, licencias laborales en el ámbito público y privado, licencias y pases educativos para las víctimas y sus hijos, o la creación de equipos interdisciplinarios que acompañen integralmente a las víctimas de violencia.

En definitiva, el velo que Larreta y el oficialismo intentan darle a la reforma con esta “perspectiva de género” tiene un evidente corte de clase. Porque con este nuevo Código se alienta y endurece la persecución policial contra miles de mujeres y madres de bajos recursos que acuden a trabajos informales en la vía pública para garantizar el alimento de su familia. Por ejemplo, con este nuevo Código, quienes cuiden coches o limpien vidrios serán sancionadas con una multa máxima de $5.335 o con hasta 15 días de cárcel.

En la sesión legislativa donde se votó el proyecto, la diputada del FIT Myriam Bregman fue contundente y planteó que “Nos usan a las mujeres. Nosotras decimos: no en nuestro nombre. Ninguna mujer que luche por sus derechos puede luchar por delitos con perspectiva de género. Esa no es nuestra lucha. Nosotras no luchamos por delitos con perspectiva de género. Luchamos por nuestros derechos. Y algunas de nosotras luchamos por terminar con este sistema capitalista que amplifica y reproduce el patriarcado. Porque el patriarcado no se va a caer, lo vamos a tirar. Y para eso nos organizamos cada día, para tirar abajo el patriarcado. Y cuando nos organizamos y salimos a la calle, nos persiguen. El Código apunta a aumentar esa persecución. Cuando salimos a las calles nos persiguen y no queremos que en nuestro nombre voten este Código”.

En las reuniones de comisión donde se discutió el proyecto muchas mujeres que trabajan de manera informal en la vía publica plantearon como la Policía, en general sin identificación, les secuestra la mercadería que ellas compran o directamente les roba el poco dinero que se ganan.

La reforma actúa en los hechos como un regreso a los edictos policiales. Por un lado, aumenta considerablemente la cantidad de conductas que son consideradas contravención y, por ende, aumenta las posibilidades de la Policía de intervenir de oficio. Por otro lado, con las nuevas denuncias anónimas la Policía de la Ciudad podrá justificar su intervención ante cualquier situación: al no ser necesario acreditar la existencia real de una denuncia, les alcanzará con labrar un acta donde solo conste el incomprobable anonimato de la denuncia.

El oficialismo argumenta que las denuncias anónimas buscan “proteger” a las mujeres víctimas de violencia, pero el planteo es insostenible porque el proceso contravencional seguirá en manos de una justicia patriarcal que constantemente demuestra un total desprecio por las víctimas de violencia de género, mientras encuentra atenuantes constantes para los victimarios. Además, la Policía de la Ciudad seguirá jugando un rol central no solo en la investigación del proceso, sino también en la “protección” de las mujeres. En definitiva, el gobierno quiere que la protección de las mujeres quede en manos de los principales responsables de la violencia como es la Policía de la Ciudad.

En momentos donde aumenta la crisis social y económica, donde aumenta la desocupación y la desigualdad social, la respuesta del gobierno es otorgarle mayor poder de fuego a la Policía para perseguir a todos aquellos que buscan sobrevivir trabajando de manera informal en la vía pública. Tal como afirmó Bregman, “con este Código pretenden blindar la pobreza. Pretenden que no se note. Pero eso no se puede hacer, no se puede tapar el sol con la mano. Creo que nuestra tarea es organizar y seguir peleando con todos esos que enfrentan este Código Contravencional”.

Imagen: Abogadxs Culturales

Criminalización de artistas callejerxs y actividades culturales

El Código Contravencional establecía una multa máxima de $1.000 a quien generara ruidos que “excedan la normal tolerancia”. Hasta ahora, esta contravención dependía exclusivamente de la denuncia de particulares.

Con la reforma se establece una nueva sanción de multa máxima de 200 Unidades Fiscales ($3.750) y 1 a 5 días de arresto en caso de ruidos que provengan de la vía pública. Ahora, además, la Policía podrá intervenir de oficio, aunque no exista ninguna denuncia de algún particular. Para que la Contravención no se aplique contra artistas callejeros o cualquier otra actividad cultural, se necesitará ahora un permiso especial del Gobierno de la Ciudad.

Al respecto, Bregman planteo también que esta contravención “no solo persigue a artistas callejerxs que salen a ganarse un mango, sino que también lo pueden aplicar a quienes hacemos actividades políticas en la vía pública”.

 

Las “mafias” que enfrenta el gobierno: lxs trabajadores informales.

El Código Contravencional establecía una multa de $200 a $400 a “quien exige retribución por el estacionamiento o cuidado de vehículos”. No había hasta ahora contravención por la limpieza de vidrios.

Con la reforma se crea una nueva contravención que incluye a todo aquél que presta o tan solo ofrezca el servicio de estacionamiento, cuidado de vehículos o limpieza de vidrios. Es decir que para que se configure esta contravención no será necesario la exigencia de una retribución.

La multa en estos casos podrá ser de un máximo de 300 Unidades Fijas, al dìa de hoy un total de $5.335. Las Unidas Fijas (y por ende las multas) se encuentran dolarizadas ya que se actualizan cada 6 meses y se calculan según el valor equivalente a medio litro de nafta premium.

Además, si existe organización previa, o si la contravención se realiza en grandes parqués durante los fines de semana o en un radio de 30 cuadras de un espectáculo masivo, se incorpora la posibilidad de arresto de 5 a 15 días.

Si la contravención se hace en un estadio y se prueba la participación de personas vinculadas al club, se sanciona a la entidad con una multa máximo de 10.000 Unidades Fijas ($178.500 al día de hoy).

“Lo que se persigue con el Código Contravencional es lo que cada día crece más: la venta ambulante de aquellos que intentan ganarse la vida como pueden. Porque en realidad lo que están tratando de hacer es ocultar que en la Ciudad de Buenos Aires cada día crece más la pobreza y la precariedad laboral” planteó Myriam Bregman en la sesión legislativa de este jueves. Y apunto contra quienes serán los encargados de aplicar este nuevo Código: “La fiscal Celsa Ramirez procesó a los trabajadores del Subte por asociación ilícita. Este Código va a ir a parar a las manos de esas fiscales, que lo van a aplicar con este criterio con el cual persiguen a los trabajadores del Subte.”

 

*Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH)

*Fuente: La Izquierda Diario

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