(Especial G20): Macri y el presidente Chino Xi firmarán un nuevo plan de acción conjunta quinquenal

Macri y Xi firmarán un nuevo plan de acción conjunta quinquenal

El embajador de China en Argentina, Yang Wanming, dijo en rueda de prensa en Buenos Aires que el presidente Mauricio Macri y su par Xi Jinping firmarán en la visita de Estado del líder chino el domingo 2 de diciembre una Declaración Conjunta y un Segundo Plan Quinquenal de Acción Conjunta para avanzar en acuerdos de cooperación. “La visita será un hito histórico e incluirá en uno de los convenios la cooperación entre Argentina y la Iniciativa Una Franja Una Ruta”, dijo. También reconoció ante una pregunta de DangDai que Xi se verá en una bilateral con Donald Trump y que “los técnicos de ambas partes, luego de la conversación telefónica que han tenido los dos presidentes este mes, están haciendo los arreglos al respecto”.

 

Xi participará de la Cumbre de Líderes del G20 el viernes y sábado y luego hará una visita de Estado. También verá al presidente ruso Vladimir Putin, se confirmó ayer. Yang, quien pronto terminará su gestión en Argentina y pasará a ser embajador en Brasil, ofreció una conferencia con medios argentinos y chinos para detallar algunos temas de la visita.

En el G20 “China volverá a expresar su clara y terminante defensa del multilateralismo y la apertura comercial”, dijo cuando le preguntaron su había tensiones por la firma del comunicado final en torno a la palabra proteccionismo. En todo caso dijo que el sherpa del G20 en el gobierno argentino, anfitrión, es el encargado de las negociaciones por la declaración de los líderes. Sobre el tema China-EE.UU.

Acerca de los acuerdos a firmar entre Buenos Aires y Beijing, una de las preguntas aludió a 20 a 30 acuerdos, pero Yang aseguró que “serán incluso más e incluyen aspectos de economía, comercio y comercio electrónico, agro, infraestructura, cultura, ciencia, deportes, seguridad pública, entre muchos más”. También sostuvo: “seguiremos apoyando a la Argentina para que logre estabilidad económica y financiera”, y recordó que Xi y Macri han tenido un record de encuentros entre ambos, así como el  número inédito de visitas de Xi a América Latina. Esta será su cuarta gira por la región.

Durante el encuentro con los periodistas el embajador estuvo acompañado por el consejero político, Wang Xiaolin.

Yang señaló que las represas del sur avanzan y que es un tema cerrado, lo mismo la base científica de Neuquén, invitando a los periodistas a visitarlas, ante una pregunta de Clarín que volvió a trasladar “la preocupación que muestran medios estadounidenses”.

La tesis de la “amenaza china” y el temor de EEUU a perder la hegemonía mundial en el 2050

Por Patricio Giusto
La retórica de los Estados Unidos contra la amenaza que constituiría el imparable ascenso económico de China ha ido escalando vertiginosamente en las últimas semanas. Lo más visible de esta disputa es el conflicto centrado en el abultado déficit comercial de los Estados Unidos frente a China. No obstante, el trasfondo es muchísimo más complejo, relacionado a factores ideológicos, a la carrera por el futuro del desarrollo tecnológico y al afianzamiento del liderazgo chino en el Asia-Pacífico.En relación a lo ideológico, a partir de su desembarco en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump se rodeó de viejos halcones anti-China, entre los que se destacan el histórico asesor presidencial, Michael Pillsbury, autor del bestseller “La maratón de los cien años” (2015). Sintetizando: Pillsbury sostiene que los chinos tienen un elaborado plan para dominar el mundo hacia 2050, desplazando al liderazgo y valores estadounidenses. El nacionalista-aislacionista Trump se embelesó con la tesis de Pillsbury y recomendó su lectura a todos los oficiales de las fuerzas armadas.

Pillsbury no es el único halcón que emergió de las sombras con la llegada de Trump al poder. Otros académicos como Graham Allison (autor del célebre libro “La esencia de la decisión”, 1971) también consideran que China busca la hegemonía global, lo que conducirá a una guerra inevitable con los Estados Unidos. Con un simplismo en el análisis que asusta, en su reciente libro “Destinados a la guerra” (2017), Allison se jacta de fundar su tesis en un estudio histórico pretendidamente riguroso. Tanto la selección de los casos de estudio como su interpretación es, cuanto menos, discutible. Además, hay escasas referencias a los casi 5.000 años de historia china.

La tesis de la “amenaza china”, cuyos orígenes se remontan a los años 90, se ha plasmado con claridad en la Doctrina de Seguridad Nacional de Trump, difundida el año pasado. China ha sido definida, junto a Rusia, como “potencias rivales que tratan de desafiar la influencia y los valores norteamericanos”. Se trata de un cambio rotundo respecto a la visión de administraciones previas, tanto demócratas como republicanas. En líneas generales, la estrategia fue la competencia con interacción.

El vicepresidente Mike Pence se ha convertido en el principal vocero de la nueva posición. El mes pasado, dio un discurso particularmente combativo en el Instituto Hudson, directamente acusando a China de interferir en las elecciones estadounidenses. Sus dichos fueron duramente replicados por China. En la cumbre de la ASEAN, celebrada días atrás en Singapur, Pence dijo que “no hay lugar para imperio y agresión en el Indo-Pacífico”, en una clara alusión a la creciente presencia china en esa región. Y agregó: “Si China no cambia, habrá Guerra Fría”.

Respecto a la cuestión tecnológica, China ya está superando a los Estados Unidos en varias áreas estratégicas, como ser la inteligencia artificial. Los otros principales campos en disputa son el aeroespacial, la robotización y las telecomunicaciones. En ese sentido, Trump ha dicho que no permitirá la concreción del “insultante” plan “Made in China 2025”, eje central de la política económica china para los próximos años. Según Trump, las empresas chinas se han vuelto más competitivas y amenazan con dominar la economía global, básicamente, por sus prácticas desleales. Por supuesto, Trump omite mencionar la alianza natural de estas empresas con Wall Street.

 

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