México. En definitiva: No al aeropuerto en Texcoco (Opinión)

Por Gerardo Fernández Casanova, Resumen Latinoamericano, 11 de octubre de 2018.-

La próxima semana se realizará la consulta pública que decidirá entre las alternativas de ubicación del sistema aeroportuario del Valle de México, entre dos alternativas excluyentes: la continuación del actual proyecto sobre el Lago de Texcoco (NAIM) o su cancelación para agregar dos pistas al Aeropuerto Militar de Santa Lucía. Esta fórmula de consultar a la población es una innovación del nuevo régimen, justificada en el hecho de haber serias contradicciones entre ambas opciones y tratarse de una inversión pública de muy alto impacto sobre el presupuesto público, es decir sobre el dinero de todos los mexicanos.

Voy a adelantar mi respuesta en la consulta: Definitivamente NO A la continuación del NAIM sobre el Lago de Texcoco y, por ende, SI a la ampliación en Santa Lucía. Expongo mis razones:

1.- Ingeniería Ecológica.- El NAIM es una apuesta contra la naturaleza; se proyecta y se construye sobre el último reducto del Lago de Texcoco, que es el nivel más bajo de todo el Valle de México, donde naturalmente vierten las aguas de toda la región, por lo que es zona de inundación natural; para evitar la inundación del aeropuerto tienen que realizarse obras de drenaje de gran envergadura y costo. Pero además, la zona es uno de los pocos puntos de recarga del acuífero de la región, lo que con esta construcción se cancela obligando a importar más aguas de cuencas lejanas (Lerma y Cutzamala) cada vez más sobre explotadas y en peligro de agotamiento, lo que ha afectado gravemente a los pobladores de ambas zonas. Otrosí, el propio aeropuerto y la urbanización aledaña generarán una importante demanda de agua que ya no es posible satisfacer.

2.- Urbanismo.- El NAIM provocará asentamientos humanos para más de 400,000 habitantes directamente integrados a la zona metropolitana de la Ciudad de México, ya de por sí sobre poblada y extendida, con el claro efecto de caos urbano. Aporto mi experiencia particular: en los años 1981-86, en el gobierno de Alfredo del Mazo González, se ejerció una severa política de expansión cero de la zona urbana, incluso con un programa denominado “Pinte su raya” para evitar asentamientos humanos más allá de los límites fijados; para ello el gobierno participaba en el mercado inmobiliario disponiendo de reservas territoriales y ofreciendo suelo urbano y programas habitacionales en zonas factibles al poblamiento; me tocó ejercer la evitación y la reubicación de familias asentadas irregularmente (el malo) y también la entrega de suelo habitacional y legal para atender la demanda de vivienda. El neoliberalismo canceló esta operación sacando al estado de la tarea de regular el mercado inmobiliario, con los efectos que luego se registraron en crecimientos explosivos sobre Chalco, Chimalhuacán y Chiconautla (las tres ches que nos llevaron a la cuarta).

3.- Costo.- El proyecto NAIM sería el tercero más grande del mundo y uno de los más hermosos. Su costo original de $160 mm subió a $190 mm por concepto de inflación y a cerca de $300 mm por ajustes imprevistos del proyecto. Aún no se incluye en esto la inversión en conectividad carretera ni la de obras adicionales en el manejo hidráulicas que pudieran aumentar al medio billón de pesos, cerca del 10% del presupuesto anual del país; además de lo necesario para una base aérea militar, dado que la actual quedaría inoperante.

Por su parte el proyecto de Santa Lucía tendría un costo cercano a los $120 mm, que incluyen $50mm para las dos pistas, $30 mm para la conectividad terrestre y $40 mm para la indemnización de compromisos contraídos por el NAIM.

4.- Operatividad aérea.- La OACI (Organismo de la ONU para la Aviación Internacional) desde 2014 había emitido un dictamen de factibilidad de la operación del actual aeropuerto Benito Juárez y el militar de Santa Lucía, dictamen que confirmó por oficio del pasado 3 de octubre; por su parte MITRE (organismo del Instituto Tecnológico de Massachusets) dictaminó en contrario, aunque dejando a salvo la viabilidad en base a la adopción de tecnologías de nueva generación. No deja de ser un asunto delicado sobre el que habrá que profundizar y cuidar de evitar el chantaje de las aerolíneas y los operadores cuyos intereses, de alguna manera se sienten afectados.

5.-Tiempos.- La estimación de los tiempos de construcción del NAIM, incluyendo los periodos de prueba, lleva hasta su entrada en operación, si no hay otras contingencias (que las habrá) hasta 2024, mientras que el de Santa Lucía podría estar operando desde 2021. Este es un factor relevante dada la sobresaturación del actual.

Para quien esto escribe y opina, los dos primeros razonamientos, Ingeniería Ecológica y Urbanismo, son suficientes para sustentar un rotundo NO al NAIM, sin importar lo que ya lleva de construcción. Alguien comparó con el caso de la construcción de una casa que, a la mitad del proceso se encuentra una causa que va significar su derrumbe, sería absurdo seguir construyéndola; así sucede con el tema en cuestión.

Por fuera de las razones de orden técnico y financiero hay otras de orden subjetivo, como la que exhiben los organismos empresariales en el sentido de ser un pésimo mensaje a los mercados y que afectaría la imagen de México para futuras inversiones. Dicen que la cancelación sería para López Obrador “el error de octubre” pretendiendo compararlo con el “error de diciembre” de Ernesto Zedillo que provocó la crisis económica de mayor tamaño que haya padecido el país. Puro chantaje por los fuertes intereses creados en torno al tema. Los mercados o las calificadoras de inversión no me merecen el más mínimo respeto en términos de objetividad, no obstante los verdaderos inversionistas sabrán preferir un gobierno que corrige a tiempo un proyecto desastroso que uno que siga la inercia del error sin importar sus repercusiones. Desde luego que, con base en lo anteriormente expuesto, y “con todo respeto”, difiero de la posibilidad planteada por el Presidente Electo en el sentido de concesionarlo a la iniciativa privada, puesto que no resuelve las afectaciones aquí expresadas y augura una solución de posterior rescate estilo FOBAPROA.

En último término la decisión estará basada en lo que la gente opine y será importante ayudar a que lo haga con bases de información suficientes. Si a usted amigo lector así le parecen las que expongo, será de gran servicio a México el promover la participación ciudadana en la consulta y que está se vierta al NO AL NAIM.

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