El saludo del Presidente de Bolivia Evo Morales al pueblo chileno que nadie respondió

Resumen Latinoamericano / 18 de septiembre de 2018 / Politika

El presidente de Bolivia, Evo Morales, envió este martes un afectuoso saludo al pueblo chileno por la celebración de sus fiestas patrias y manifestó su optimismo por un futuro de paz entre Bolivia y Chile, enfrentados en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por un diferendo marítimo y las aguas del Silala.

“En momentos en que las relaciones entre nuestros países ingresan en una nueva era de paz, saludamos al hermano pueblo de #Chile en sus fiestas patrias. Asimismo, agradecemos a los hermanos chilenos que se solidarizan con la reivindicación marítima boliviana. ¡Felicidades!”, escribió en su cuenta en Twitter.

Morales envió este saludo a escasos días de la publicación del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, la que informará acerca de la demanda marítima boliviana. La Corte dirá si los países andinos debieran o no iniciar negociaciones para la cesión por parte de Chile de un corredor que le dé acceso al mar a Bolivia. Al respecto, Morales publicó que Bolivia se alista para negociar de “buena fe” una salida soberana al mar.

El ambiente en el gobierno chileno no es el mismo que en el boliviano. Tanto el canciller Roberto Ampuero, como el mismo presidente Sebastián Piñera, han vuelto a señalar que Chile no tiene nada que negociar con Bolivia en cuanto no existirían problemas limítrofes pendientes. El 17 de septiembre, Ampuero publicó un tuit que expresa el poco ánimo del gobierno en abrir espacio para algún tipo de negociación. “El Presidente @evoespueblo navega por un mar de contradicciones: un día dice que quiere dialogar con Presidente Sebastián Piñera, al siguiente afirma que gobierno de Chile desea derrocarlo. Le sugiero esperar mejor tranquilo el fallo de La Haya”.

Presidente @evoespueblo navega por un mar de contradicciones: un día dice que quiere dialogar con Presidente Sebastián Piñera, al siguiente afirma que gobierno de Chile desea derrocarlo. Le sugiero esperar mejor tranquilo el fallo de La Haya.

— Roberto Ampuero (@robertoampuero) September 16, 2018

Sebastián Piñera ha sido aún más directo y ha invocado, nuevamente, al tratado de 1904 sobre límites fronterizos. “Pdte Morales: los países honorables honran los tratados que firman. En 1904, más de 20 años después de finalizadas las hostilidades, Chile y Bolivia, en forma libre y voluntaria, firmaron un Tratado, hoy plenamente vigente, q fijó en forma muy clara los límites entre ambos países”.

En tanto, agregó: “Chile ha estado siempre dispuesto a dialogar con Bolivia, dentro del marco del respeto a los tratados vigentes. A mis compatriotas les aseguro que, como siempre lo ha hecho, Chile cumplirá y hará cumplir el Tratado de 1904 y sabrá defender su territorio, su mar y su soberanía”.

El gobierno y las elites han endurecido sus posiciones sobre una posible salida al mar de Bolivia. Un proceso de cierre que se ha traspasado a los partidos políticos y a través de los medios de comunicación hegemónicos hacia la población. Si durante la década pasada, en medio del auge de los progresismos y la cultura bolivariana en Latinoamérica hubo un importante discurso sobre la solidaridad de los pueblos, expresado en Chile con la consigna “Mar para Bolivia”, hoy esta voluntad ha sido diluida desde el anterior gobierno de Sebastián Piñera junto al retroceso del progresismo en la región.

Mar para Bolivia

Evo Morales en su saludo al pueblo chileno agradece “a los hermanos chilenos que se solidarizan con la reivindicación marítima boliviana”. Aun cuando aquellos no tienen posibilidades de expresión en los grandes medios, no son pocos los que defienden, contra toda corriente y contra el peso de un creciente reduccionismo político e intelectual, un discurso propio de las izquierdas sobre la base de la solidaridad de los pueblos.

El notable arquitecto Miguel  Lawner hizo un llamado similar en El Siglo hace seis meses atrás en un texto intitulado “Mar para Bolivia, una defensa admirable”. Para Lawner, quien fuera colaborador del presidente Salvador Allende, “No podemos ni debemos arriar las banderas de la solidaridad entre pueblos de un pasado común, que siempre en su historia debieron enfrentar enemigos interesados en sembrar la discordia entre nosotros. Empeñados en dividirnos para imponer su dominio imperial. Es imperativo recuperar la vigencia de una política orientada a la integración regional en los planos económico, social y cultural. Una política libre de los intereses del gran capital, orientada a la paz, el respeto y la  sincera amistad de nuestros pueblos americanos”.