Catalunya: El independentismo envía una ola de firmeza desde la Diagonal


11 de septiembre 2018
A pesar de los acontecimientos convulsos del último año, el movimiento independentista vuelve hacer una gran demostración de poder de convocatoria en la principal arteria de Barcelona y envía un mensaje de resistencia y unidad ante el posible cansancio ante un escenario político atascado, en la primera concentración del Once de Septiembre después del referéndum del 1-O, la proclamación de la República y el encarcelamiento y exilio de los principales líderes del anterior gobierno. La ‘Directa’ evalúa la asistencia entre 720.000 y 960.000 personas

Eloi Latorre y Matías Lorente |
Foto de Victor Sierre y Carla Benito |

Ni el revuelto escenario político del último año; ni el desencanto por la república proclamada y no implementada; ni el trasiego por la aplicación del artículo 155 de la Constitución; ni la represión judicial al independentismo; ni el cansancio por las divergencias entre hojas de ruta, estrategias y velocidades entre los grupos políticos y sectores partidarios de la república catalana; ni el posible efecto día de la marmota ante la ya relativa acumulación de festividades y jornadas históricas con reiteración retórica pero sin un avance real hacia la implementación de un estado catalán independiente. Nada de esto parece haber desmovilizado el movimiento independentista en Cataluña, que esta tarde, en la primera concentración de la Diada del Once de Septiembre después del referéndum del 1-O y, ha vuelto a hacer una gran demostración de ocupación pacífica de la calle exhibiendo, a pesar de todos los acontecimientos convulsos de los últimos doce meses, un poder de convocatoria tanto o más contundente que el de los días apacibles de la revuelta de las sonrisas.

La manifestación convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) esta tarde ha superado con creces el reto de llenar toda la avenida Diagonal (entre la plaza de las Glòries y el Palau Reina) con una masa humana que cruza la geografía de Barcelona de lado a lado. Todos los indicadores previos hacían indicar el logro del objetivo: las 460.000 inscripciones previas a la web de la ANC que hicieron que la entidad diera ayer mismo por llenos los 38 tramos con los que ha recibido, los 1.500 autocares llenos procedentes desde todos los puntos de Cataluña, y también algunos de Valencia y la Cataluña Norte, las 270.000 unidades vendidas de la camiseta oficial de la marcha de este año que, según el relato de la ORGANIZACIÓN, reproduce el color coral de las bridas de las urnas del referéndum, y lleva el lema “Hacemos la república catalana” y una cima montañoso dibujado en el pecho. Aunque la organización no ha dado cifras de participación (fiel a su costumbre), la Directa ha podido evaluar que la superficie donde había densidad de manifestantes es de 240.000 metros cuadrados, y que esta densidad fluctúa según los tramos entre 3 y 4 manifestantes por metro cuadrado. Siguiendo estos indicadores, la participación en la manifestación se sitúa en una horquilla entre 720.000 y 960.000 asistentes. La Guardia Urbana de Barcelona, ​​a su vez, ha calculado en 1 millón de personas la participación.

Una logística impecable y el rodaje de un formato de manifestación ya consolidado desde el año 2012 ha permeado que los 38 tramos se han ido llenando de forma tranquila y natural desde primera hora de la tarde

Una logística impecable y el rodaje de un formato de manifestación ya consolidado desde el año 2012 (con la experiencia excepcional de la vía catalana, cadena humana que se extendió a lo largo de Cataluña), con los aparcamientos de autocares estratégicamente dispuestos en las proximidades de los diversos tramos según los lugares de procedencia, ha hecho que desde primera hora de la tarde el recorrido de la Diagonal previsto se fuera llenando de forma natural y también algunas arterias adyacentes (como el paseo de Gràcia, el paseo de San Juan o Aragón) también han presentado un importante contingente de personas que luchaban para acceder al tramo central de la Diagonal, donde multitud de grupos castellers llegadas de todo, grupos de gigantes y de cabezudos y actuaciones musicales más o menos improvisadas contribuyen a reproducir la fotografía de ambiente festivo de otros años. También un grupo de unas decenas de tractores que este año se han sumado a la manifestación desde el Maresme, evocando una imagen muy característica de la huelga general del 3 de octubre. La densidad era menor en el tramo entre Francesc Macià y el Palacio Real donde las bandas laterales de la avenida estaban medio desocupadas.

El mensaje enviado desde la entidad organizadora, en el sentido de enfatizar que la manifestación de la diada debía ser reclamar que se haga efectiva la proclamación de la independencia (de ahí el eslogan propuesto, “hacemos la república catalana” ) por delante de la libertad de las presas políticas, se ha logrado en parte pero, a pesar del predominio claro de consignas e iconografía nítidamente independentista, también se han visto multitud de lazos amarillos o mensajes de recuerdo a las encarceladas y exiliadas, así como otras represaliadas como Adrià Carrases o Tamara Carrasco. Incluso se han podido ver carteles sin firmar, que exhiben algunas manifestantes, que llevan impreso por una cara el “hacemos la república” y por otro “abrimos las cárceles”. A la hora prevista y ya habitual de las últimas manifestaciones de la Diada, a las 17:14 h. de la tarde, se ha hecho el efecto escenográfico preparado por la organización, que ha sido dinamizado desde el escenario de la banda de las Glòries por el actor Toni Albà.

Después de un toque de grajillas, se ha reclamado a toda la asistencia que guardara silencio y un grupo de diablos ha lanzado un cohete como diseñado para iniciar una “ola sonora” similar a las que tienen lugar en los campos de fútbol, que ha recorrido los 6 kilómetros largos hasta el Palacio Real, no de una forma perfectamente sincronizada.

En este punto, ha hecho caer una parte de un gran muro de cartón piedra donde había dibujada simbología del artículo 155 de la Constitución española y una imagen de una carta de rey boca abajo.

El acto ha terminado con una serie de discursos. Han comenzado los invitados internacionales, representados por el abogado escocés de Clara Ponsati, Anmer Anwar, el también abogado Ben Emmerson y el miembro de Foreign Friends of Catalonia, Thomas Schulze. Uno de los más enérgicos fue Anwar: “El general Franco se sentiría orgulloso de la España contemporánea, que actúa más bien como una dictadura fascista”. “La justicia española utiliza un tratamiento desigual, como muestran los casos de Altsasu y la Manada” remachó.

Emmerson parafraseó el escritor George Orwell y, desde el escenario de Palacio Real, afirmó que “cuando una sociedad más se aparta de la verdad, más detesta aquellos que la defienden”. Entre las intervenciones finales, cabe destacar el abogado de la ex exiliada Clara Ponsatí y la madre del activista del CDR de Esplugues Adrià Carrasco

El segundo bloque de parlamento ha sido dedicado a la calle, con las intervenciones de Nuria Tarrés, la madre del activista de los CDR exiliado en Bélgica Adrià Carrasco, y la integrante de los CDR Gloria Coronas. “No nos ganan cuando nos cierran, nos confinan o nos hacen exiliarse, sino cuando nos inyectan el veneno del miedo y nos detenemos y desmovilizar”, expresó Tarres. Por su parte, Coronas ha dirigido a la clase política: “desobedecer los despachos como lo hacemos en la calle” y ha anunciado que desde los CDR “el 1-O nos haremos escuchar”. Como presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), Josep Maria Cervera, alcalde del Puerto de la Selva, ha aprovechado su parlamento para recordar que “creen que con la fuerza del Estado, la impunidad del fascismo y las coacciones nos haremos atrás. Y no será así. Con cada embestida, con cada injusticia, nuestro sentimiento es más firme “.

Han cerrado los discursos el vicepresidente de Omnium Marcel Mauri y la presidenta de la ANC Eloisa Paluzie. El primero ha recordado Jordi Cuixart durante su intervención y la segunda recordando a los políticos la voluntad expresada por el pueblo catalán para seguir el camino hacia la independencia.

El acto en Palacio Real ha finalizado con una actuación del grupo Obeses, que ha dejado paso al canto de “Els Segadors”.

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