Argentina: Fotoreportaje (I) en Plaza de Mayo /A un año del asesinato de Santiago Maldonado

Resumen Latinoamericano, 1 agosto 2018

Con una Plaza de Mayo repleta de manifestantes, Sergio, hermano de Santiago Maldonado, fue el único orador. Estas son sus palabras:

“SI ESTE GOBIERNO ES INDIFERENTE, SANTIAGO ES SOLIDARIDAD”

“Hace 354 días nos encontrábamos en esta Plaza de Mayo pidiendo la aparición con vida de Santiago. Santiago, anarquista, artista, dibujante, tatuador, defensor de la tierra, un alma libre con un gran compromiso social que vivía como sentía, con firmes ideales, pero, ante todo, un ser humano. Ese que, con su mirada, interpela a una parte de la sociedad. El 1° de agosto de 2017 Gendarmería Nacional ingresó a la comunidad de Cushamen en el marco de un operativo ilegal y llevó a cabo una cacería humana, con disparos con balas de goma y de plomo. Ese día Santiago desapareció. Allí comenzó nuestro camino de lucha. Debimos salir a la calle a buscarlo, a denunciar, a gritar hasta encontrarlo; 78 días interminables, uno tras otro, esperando ese momento para poder volverlo a abrazar. Sin embargo no pudimos. El 17 de octubre del año pasado apareció su cuerpo en el río Chubut, 80 metros río arriba, en un tramo que ya había sido recorrido y revisado por el Estado en siete oportunidades.

El 5 de agosto y el 18 de septiembre, más de 400 efectivos, entre Gendarmería, Prefectura, Policía Federal, perros rastreadores, drones, helicópteros y buzos pertenecientes a las fuerzas de seguridad, quienes responden al Ministerio de Patricia Bullrich, dijeron que no había nada en el mismo lugar en el que apareció el cuerpo… Cuando desde el Gobierno y algunos medios de comunicación instalaron que 55 peritos dijeron que Santiago se ahogó solo, y que no hay nada que reclamar, les decimos que son más de las mentiras a las cuales estamos acostumbrados.

Los resultados de la autopsia no dicen dónde murió Santiago, qué día, en qué circunstancia, ni cuántos días estuvo en ese río. Por el contrario, los peritos de la Corte Suprema, el día 24 de noviembre, no pudieron responder a esas preguntas. Durante todo ese tiempo los funcionarios estatales ocultaron información, encubrieron el accionar de la Gendarmería Nacional y persiguieron a nuestra familia, en lugar de ponerla a resguardo, y responder a dónde estaba Santiago Maldonado.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, a quién le pedimos en esta misma plaza su renuncia hace 11 meses por no haber apartado a Gendarmería e investigarla, pero sí haber desviado la investigación diciendo que Santiago había sido herido por un puestero de la estancia Benetton, aún hoy sigue negando su desaparición forzada seguida de muerte como si el operativo realizado por la fuerza de seguridad a su cargo no hubiese sido ilegal.

Sufrimos ataques permanentes de la propia voz de ministros, gobernantes y periodistas funcionales al gobierno de Mauricio Macri… En medio de nuestro dolor, debimos escuchar expresiones como que ‘hay un 20% de probabilidades de que Santiago se encuentre en Chile’, o que ‘Santiago era como Walt Disney’, e incluso comparar a Santiago con un dirigente sindical, cuando su única acción fue acompañar al reclamo de comunidades originarias históricamente invisibilizadas.

Palabras de una perversidad de que jamás imaginábamos que íbamos que escuchar, y que ninguno de esos periodistas autodenominados ‘independientes’ salieron a repudiarlas. Pero sí, a demonizar a buena parte de la sociedad que nos acompañó, mes a mes, en la calle, en el reclamo por verdad y justicia. ¿Dónde están esos medios de comunicación que cuestionaron a los testigos de la comunidad mapuche pero nada dijeron de las personas que en varios puntos del país mintieron diciendo que habían llevado a Santiago, por aquí, por allá? Esos mismos medios y periodistas mercenarios que se encargaron de atacarnos, y lo siguen haciendo, sistemáticamente, negándonos el derecho a saber la verdad y tener justicia.

El juez Guido Otranto permitió que, tanto nuestra familia, como los testigos, fuéramos espiados, en lugar de investigar de forma imparcial, y apartar a la Gendarmería de la investigación. Hoy, mientras intentamos seguir adelante con nuestras vidas, tenemos que enfrentar todas las dificultades que el sistema judicial nos impone: la fiscal, que se encuentra en Esquel; el juez, que se encuentra en Rawson; una Cámara de Apelaciones ubicada en Comodoro Rivadavia; y la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Así, el Estado nos obliga a llevar adelante una peregrinación, de sur a centro del país, con nuestro dolor a cuestas, en búsqueda de justicia, y por el derecho a saber la verdad.

La única forma es a través de la conformación de un equipo de expertos independientes, que garantice una investigación exhaustiva, imparcial, sin la injerencia del poder ejecutivo, y en particular, del Ministerio de Seguridad de la Nación, que pretende que las mismas fuerzas sospechadas sean las que luego produzcan las pruebas suficientes para determinar qué hicieron con Santiago.

A un año de su desaparición forzada seguida de muerte, seguimos exigiendo verdad y justicia, y fundamentalmente queremos que este día no quede en la historia como un simple aniversario. Queremos que este primero de agosto sea el punto de partida para la construcción de una unidad que imponga la agenda de los Derechos Humanos por encima de las diferencias partidarias, ideológicas, porque los derechos humanos se defienden o se violan. Debemos repudiar con todas nuestras fuerzas que este Gobierno habilite a las fuerzas armadas a participar en temas de seguridad interior.

Agradecemos a los organismos de derechos humanos, organizaciones, movimientos sociales, colectivos de artistas, partidos políticos, sindicatos, a todas y cada una de las personas en esta Plaza, especialmente a la Poderosa, que le pone el cuerpo todos los días. Y otro agradecimiento, en especial, a Mónica, la compañera de Mariele Franco, asesinada en Brasil.

Porque sin la perseverancia, la exigencia y la movilización de los familiares acompañados por el pueblo, ninguna causa puede llegar a la verdad. Exigimos verdad y justicia por Santiago. Por los 30 mil detenidos desaparecidos. Por todos los jóvenes desaparecidos y asesinados en democracia, en manos de las fuerzas de seguridad; por esas familias que -como nosotros- atraviesan el mismo dolor.

Debemos soltar a Santiago, como ese ser libre que era. Debemos entender que Santiago no es sólo de nuestra familia. Santiago trascendió y atravesó corazones de todas y todos aquellos que lo sienten propio. Santiago vos sos al único al que le voy a jurar lealtad y compromiso de lucha, hasta ver que los responsables sean juzgados. Mientras tanto tratá de descansar como puedas y como te dejen. Te respeto. Te quiero mucho. Y si este gobierno es indiferente, nosotros decimos “Santiago es solidaridad”. Muchas gracias a todas y todos. Los queremos mucho. Santiago Maldonado ¡presente! Ahora ¡y siempre!

(desgrabación, gentileza Revista Cítrica)

FOTOS PARA RESUMEN LATINOAMERICANO: JORGE FORM

 

 

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