Colombia el misil de la OTAN en América Latina y el Caribe

Resumen Latinoamericano, 14 junio 2018.

Edgardo Antonio Ramírez.

La guerra de la independencia contra el imperio de España reservaba la confrontación antagónica del proyecto revolucionario bolivariano versus el proyecto entreguista de las oligarquías de la derecha al imperio naciente del Norte. El Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826 develó la confrontación de sus máximos exponentes, El Libertador Simón Bolívar le escribe su desacuerdo en carta a Santander por haber invitado al gobierno de los Estados Unidos al congreso: “Los españoles, para nosotros, ya no son peligrosos, en tanto que los anglosajones lo son mucho, porque son omnipotentes y, por lo mismo, terribles”. (…) jamás seré de opinión de que los convidemos para nuestros arreglos americanos”. La división de la Gran Colombia y la “muerte” de Bolívar alineaba históricamente a Colombia a los intereses supremacistas de los estadounidenses en la región nuestra americana.

El presidente de los Estados Unidos aplicaba su Corolario Roosevelt a la Doctrina Monroe en 1904 para intervenir militarmente a las naciones del hemisferio que no respetaban sus obligaciones a propósito del ataque y bloqueo naval de Inglaterra, Alemania e Italia, contra Venezuela para cobrar la deuda ilegítima de los bancos privados y por el control imperial de nuestro territorio, ya tenían indicios del petróleo.

El gobierno estadounidense le arrebataba el departamento de Panamá a Colombia en 1903 -el pago fue de 10 millones de dólares- para tener el control geopolítico del paso transoceánico del Atlántico y Pacífico y por ende del Canal de Panamá.

Igualmente, Colombia fue el único país de la región que participó en la guerra contra Corea del Norte alineada a los intereses imperialistas de los Estados Unidos en el marco de la coexistencia pacífica de la guerra fría con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). De ahí que se convirtió al igual que los Estados: sionista de Israel, Egipto y Arabia Saudita, como receptor privilegiado de la ayuda militar-financiera fortaleciendo su papel bélico estratégico en América Latina y el Caribe para combatir las fuerzas que luchaban por el socialismo y el comunismo.

La confrontación militar -más de 60 años- del Estado colombiano contra la FARC no fue una casualidad, condicionaba el apoyo a las dictaduras militares y a los gobiernos represivos de exterminio de la oligarquía para garantizarse la ocupación del territorio de Colombia; que se tradujo en el control de la soberanía de la política nacional y exterior con la justificación de combatir el comunismo y el narcotráfico, aseguraban así un Estado subordinado a los intereses imperialistas.

La instalación de las 7 bases militares en Colombia más el aeropuerto principal que sirve para el reequipamiento de combustible, descanso de tropas y personal, y mantenimiento operacional de la flota de aviones estadounidenses garantizan las escalas a puntos equidistantes; de acuerdo al Plan Colombia y el Plan Puebla Panamá que buscan el dominio geopolítico del corredor centroamericano.

El eslabón más pérfido ha sido la influencia determinante del narcotráfico en las decisiones del Estado, de la política y economía, y de la sociedad, prueba de ello: la detención masiva de dirigentes liberales y conservadores por su relación con Pablo Escobar y los carteles del narcotráfico (Álvaro Uribe es el expediente # 82 de la DEA); el apoyo a presidentes, candidatos presidenciales, senadores, diputados, gobernadores, concejales, magistrados y jueces, oficiales de alta jerarquía militar; la extradición de comandantes guerrilleros (Simón Trinidad) para ocultar el negocio de Estados Unidos-Colombia con el narcotráfico; la extradición de los narcotraficantes y de los parapolíticos a los Estados Unidos ya que garantiza el silencio de los delitos y el apoyo a los paramilitares bandas de exterminio; son las evidencias irrefutables de la podrición del poder político económico de Colombia.

El Comandante en Jefe Fidel Castro y el Comandante Supremo Hugo Chávez, arquitectos de la paz para el pueblo colombiano a pesar de lo que digan los políticos y los propietarios de los medios actuaron con la ética de garantizar la convivencia nacional de los colombianos y la participación política plural. Bolívar dice: “La verdad es hija de la historia”, La firma del Acuerdo de Paz silenciaba los fusiles y hasta hoy no hay un colombiano muerto en combate frontal entre el ejército y la FARC.

¿Por qué Santos se aprovechó de la ética socialista que hizo realidad la paz en Colombia? incluso sectores de izquierdas, progresistas e independientes votaron por Santos, para salvar la paz, pero la realidad es que los Acuerdos no se respetan continúan los asesinatos contra los dirigentes civiles, indígenas, periodistas y dirigentes de las FARC sin que exista una confrontación militar, esa es la verdad verdadera. La guerra con la guerrilla mas antigua de la región se acabó, pero siguen los asesinatos del pueblo y la ocupación militar estadounidense.

La concentración de la propiedad de la tierra mas grande y desigual persiste en Colombia, todavía miles de familias que retornan de los millones de familias campesinas desplazadas por la guerra no reciben las tierras para vivir y producir, pues están azotadas por los paramilitares, a pesar de los Acuerdos de Paz.

La injerencia amoral de Santos en los asuntos internos de Venezuela de pretender dar ejemplos de respeto a los derechos humanos, democracia, libertad de expresión y pluralismo político; queda al descubierto por los falsos positivos de exterminio y la aparición de miles de fosas comunes de colombianos; por su apoyo al contrabando de alimentos, medicinas y gasolina en la frontera y al ilegal comercio del dólar today desde Cúcuta; por el silencio ante el chovinismo y maltrato hacia los venezolanos, sin reconocer la solidaridad de los venezolanos con los 6 millones de colombianos que huyeron de los horrores de la guerra; por no reconocer al presidente Nicolás Maduro y a la democracia participativa, al Consejo Nacional Electoral y el sistema electoral más moderno y auditable del mundo.

El nobel de la guerra traiciona al mundo que contribuyó con la paz de Colombia. El presidente Santos según el informe de la ONU del 2017 ha permitido el incremento de las hectáreas (has) sembradas de coca de 96 mil has aumentó a 146 mil has y de las toneladas (T) de cocaína producidas, de 646 T se elevó a 866 T; ambas del año 2015 al 2016. Lo mas ruin es que las 7 bases militares, la presencia de la DEA y más de 500 mil efectivos de las fuerzas armadas no impiden que Colombia sea el principal productor de coca y traficante de cocaína en el mundo.

La amoralidad de Santos es que culmina su mandato dejando en el corazón de América Latina y el Caribe, la fuerza de ocupación militar y la fuerza nuclear de la OTAN ejecutora de crímenes de guerra; desconociendo los tratados suscritos por Colombia, como, son: el Tratado de Tlatelolco de 1969 de no proliferación de las armas nucleares en la región; violando los principios de país participante del Movimiento de los Paises No Alineados (MOAL) de no formar parte de alianzas de bloques con armas nucleares; desconociendo como país firmante de la Declaración de América Latina y el Caribe como zona de paz por la CELAC y UNASUR; y  desconociendo los acuerdos de intercambio por la paz de la Comisión de Defensa Militar de Suramérica; que contradicción para la nación que fue sumida a la guerra más larga y cruenta del continente, pues continúa atada a la guerra de la muerte del narcotráfico gracias a la indefensión del Estado de la oligarquía de la derecha.

El proyecto bolivariano integracionista, por la paz y la defensa de la soberanía e independencia de América Latina y el Caribe contra la agresión imperial sigue vigente. Le corresponde a Raúl, Pepe Mujica, Daniel, Lula, Cristina, Dilma, Evo, Maduro, Díaz-Canel y Correa desde la posición de sus liderazgos políticos de izquierda con la participación protagónica de los movimientos sociales, los partidos revolucionarios, los militares antiimperialistas, los gobiernos y los pueblos; forjar la unidad e integración del sur para consolidar la cultura de la paz, la soberanía, la independencia, la autodeterminación, la democracia, el trabajo emancipador y la economía productiva.

El Libertador Simón Bolívar vive “La Patria es América” en las luchas de los pueblos.

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