Rafael Correa: América Latina vive una arremetida del pasado neoliberal

Por Deisy Francis Mexidor, para Resumen Latinoamericano, 26 mayo 2018
Fotos: Yaimí Ravelo Rojas

Carisma y dotes de comunicador no le faltan. Dos cualidades que le permitieron llegar en 2007 a la presidencia de Ecuador, una nación en el centro del mundo que hasta entonces era suelo inestable políticamente hablando.
Antes de Rafael Correa al menos siete mandatarios se habían alternado entre escándalos, protestas populares y reemplazos…hasta que el Palacio de Carondelet (sede del Gobierno) conoció a este economista devenido líder que impulsó durante sus 10 años en el cargo una Revolución ciudadana que propuso a los ecuatorianos una nueva forma de hacer las cosas.
Es como la gente común y dicen que, como a la gente común, le gusta disfrutar de un buen ceviche. Nacido el 6 de abril de 1963 en Guayaquil, ciudad portuaria y puerta de entrada a las playas del Pacífico y a las Islas Galápagos, el ahora entrevistador de Rusia Today tiene un verbo directo, que no edulcora y da “correazos” como su apellido, cuando es necesario.
De hecho, alguna vez expresó a los periodistas “si le caigo mal a alguien, ¡qué le vamos a hacer! No me eligieron míster simpatía para contentar a todo mundo, sino para sacar la patria adelante”.
Con esa misma claridad, el expresidente Correa advirtió durante una entrevista exclusiva con Resumen Latinoamericano en Caracas que en “América Latina tenemos una arremetida”.
Se trata de “una agresión del pasado neoliberal, un neoconservadurismo terrible que no respeta absolutamente nada, ni democracia ni derechos humanos ni orden constitucional y con un doble estándar impresionante a nivel interamericano y a nivel mundial”, subrayó el exestadista.
Por ejemplo –comentó- en “Brasil (ocurrió) el golpe de estado y América Latina miró para otro lado; en Argentina se perdió supuestamente en forma democrática; en Ecuador ganamos pero hubo una traición terrible, se rompe el orden constitucional, se hace una consulta fuera de todo contexto legal, constitucional, y nadie dice nada”. “En realidad el mayor partido de oposición es el partido mediático”, sentenció.

“Creo que si los gobiernos de izquierda hubiésemos hecho algo similar ya estuviésemos hasta invadidos!, acotó Correa, quien reiteró su denuncia contra el encarcelamiento del exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el exvicepresidente de su país Jorge Glas (Glas apela la sentencia de seis años de prisión en su contra, tras ser acusado por delitos de corrupción relacionados con la red de sobornos que impulsó la empresa brasileña Odebrecht a cambio de obras estatales).
“Lula preso sin ninguna prueba. Glas preso. Son presos políticos”, afirmó el exgobernante al insistir que si lo sucedido con el fundador del Partido de los Trabajadores de Brasil “se lo hubiesen hecho a un opositor venezolano habríamos visto un escándalo mundial”.
Entonces “no pasa nada, hay una doble moral terrible y estamos aguantando”, puntualizó.
Lo que yo llamé hace algunos años una restauración conservadora –añadió-, ahora es como “un nuevo plan Cóndor”.

¿Cómo lo explica?
Sí, un nuevo plan Cóndor, claro que no hay los miles de muertos, no son tragedias humanas, pero se destruye la reputación de la gente, se meten preso a inocentes y se quiere exterminar esa izquierda que en las urnas lo ganó todo desde principios de siglo.
Ya no quieren volver a tener esa situación y pretenden exterminar a sus líderes, sus obras, su organización, incluso sus ideas.

¿Por qué viajó a Venezuela?
Me invitaron a acompañar estas elecciones (del 20 de mayo). Y reitero “acompañar” porque los países soberanos no necesitan observadores, los observadores son sus pueblos.
Obviamente, sigo sin entender el doble estándar. De Brasil (un golpe de Estado parlamentario-judicial, disfrazado de legalidad) no dijeron nada y aquí en Venezuela dicen que hay dictadura, ¡primera vez que veo tantas elecciones en una dictadura! (Los comicios del 20 de mayo fueron los vigésimo cuartos celebrados en ese país durante el proceso de la Revolución bolivariana).

¿Y la OEA?
No sirve para nada. Como Fidel (Castro) llamó a la Organización de Estados Americanos “el ministerio de las colonias” nada más. Tan solo sirve como una caja de resonancia de lo que dicen los gringos.

¿La política?
Yo dije que me retiraba de la política y que iba a vivir en Bélgica de donde es oriunda mi esposa, donde están estudiando mis hijas, lo que nunca me imaginé la traición que hemos recibido.
En Ecuador se enterró el programa vencedor en las urnas, la Revolución ciudadana. Adoptó (el presidente Lenin Moreno) el programa de la derecha, que nadie se engañe. Ecuador está en el eje de la derecha, pero de la derecha más dura. Yo le pido disculpas a América. Me siento responsable, pero fuimos engañados, solo que no se trata ahora de lamentarse sino de organizarnos y vencer.

¿Ese es el mensaje para nuestros pueblos?
Sí. Son momentos duros algunas veces pero tenemos el ejemplo de Fidel, del Che, de Raúl, de los grandes héroes de la Revolución cubana. Hay que seguir luchando. Hay que vencer.

 

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