Colombia: El ELN habló claro en La Habana

 

Resumen Latinoamericano, 10 de mayo 2018

Palabras de Pablo Beltrán, jefe de la Delegación de Diálogos del ELN durante la comparecencia conjunta de las partes ante los medios de comunicación sobre la reanudación de la Mesa de Diálogos entre el Gobierno de Colombia y el ELN

“En primera instancia quiero hacer un reconocimiento al pueblo y a la República de Cuba que de manera generosa han aceptado alojar esta mesa. Venimos de un pequeño traspiés dado que este Quinto Ciclo se estaba desarrollando en la ciudad de Quito pero por dificultades internas de Ecuador no pudo continuar allá.
Cuba tradicionalmente ha sido afecta y solidaria con la búsqueda de paz en Colombia y eso nos compromete. Esperamos que estos trabajos que iniciamos hoy den el mejor de los frutos, como mencionaba Gustavo Bell, el jefe de la delegación del Gobierno.
Yo quiero decir algo sobre una caracterización que hizo el embajador Iván Mora [jefe del equipo de garantes cubanos en la Mesa]. Colombia, realmente, está pasando por un momento complejo y difícil. Explico por qué. Estamos en un esfuerzo que ya, si no estoy mal, está completando cuatro años seguidos en un proceso de paz que ha llevado a un proceso de desmovilización de la otra guerrilla que estaba en Colombia, las FARC, pero ese proceso en este momento enfrenta unas dificultades muy grandes, las más grandes que ha enfrentado, y hacemos esfuerzos y votos para que esas dificultades se superen, para que los incumplimientos que hay se superen, y para que los ataques que recibe ese proceso por lo menos cesen o se amainen. No es quizá la mejor manera de expresar esto, pero tengo el deber de ser solidario con los compañeros de las FARC que han puesto, como decimos en Colombia, todos los huevos en una sola canasta y ven cómo la canasta está a punto de caerse y partirse la inversión que ellos han hecho.
Pese a esas adversidades, nosotros somos conscientes que el único camino viable para Colombia para lograr una solución política es que esta vía de diálogo salga adelante. Ninguna adversidad va a hacer que nos levantemos de la mesa. Gustavo Bell decía que uno de los objetivos de la mesa es sacar la violencia del conflicto… desgraciadamente en Colombia estamos enfrentando una situación muy compleja. De un año a otro ha crecido un 20% el asesinato de lideres sociales y opositores. Nosotros hemos hecho el reclamo de esto, todo el movimiento social y de izquierda hace el reclamo, pero, en vez de contenerse o neutralizarse, toda esta situación va configurando un genocidio de la oposición, de la oposición que actúa en la legalidad.
Ustedes comprenderán la preocupación nuestra; porque si a nosotros se nos invita a dejar las armas y a hacer la lucha política en la legalidad pero nos está esperando ese escenario… deben entender que no son muchas las certezas que nos esperan. Entonces… insisto: las adversidades, las dificultades no van a hacer que este proceso se detenga.
Este proceso tiene dos grandes objetivos: sacar la violencia de la política -y somos dos partes y cada parte debe hacer esfuerzos para que eso ocurra- pero, a su vez, propiciar unas transformaciones en Colombia, porque nada haríamos, nada ganaríamos, si no ocurren unas transformaciones que cambien las condiciones que generan el alzamiento armado. Si no hay esas transformaciones que cambien la realidad nacional de Colombia para que no vuelva a ocurrir alzamiento armado… esta generación de guerrillas podremos dejar de ser guerrillas pero otras aparecerán. Se trata, entonces, de encontrar soluciones de fondo, por eso esta agenda y esta mesa tiene esos dos propósitos: propiciar esas transformaciones que de verdad den cuenta con acabar el conflicto armado, y sacar la violencia de la política.
En lo inmediato, este ciclo se va a dedicar, como ya lo dijo Gustavo Bell, a pactar un nuevo cese al fuego bilateral, temporal y nacional mejor que el anterior. Acabamos de salir de una experiencia más o menos exitosa de 101 días de cese al fuego bilateral, esperamos sacar las enseñanzas debidas de esa experiencia y proyectar un segundo momento de cese bilateral, temporal y nacional. Y, a su vez, también la agenda que hemos pactado para las conversaciones busca que sea la misma sociedad colombiana la que diga cuáles son los cambios que necesita el país y que haya compromiso de las fuerzas políticas por sacar adelante esos cambios. A eso lo hemos llamado un Diálogo Nacional.
En resumen, lo que venimos a hacer a La Habana es a sacar adelante un esfuerzo de Diálogo Nacional en Colombia y un nuevo cese al fuego bilateral, temporal y nacional que ese diálogo avance”.

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