Brasil / Movimiento estudiantil quiere reconstruir la experiencia de los centros populares de cultura

Por Thainá Nogueira / *Resumen Latinoamericano/8 de mayo de 2018.

Iniciativa de la UNE de la década del 60 es un ejemplo de acercamiento con las clases populares

Los Centros Populares de Cultura – CPC surgieron a principios de la década de 1960 cuando las y los jóvenes también se enfrentaron a un período político turbulento de Brasil. A víspera de un golpe militar, las y los trabajadores y trabajadoras del campo construían las Ligas Camponesas, las y los trabajadores de la ciudad actuaban en los sindicatos, y las y los estudiantes actuaban en la Unión Nacional de los Estudiantes, la UNE.

Con la UNE Volante, la entidad pretendía viajar por todo el país para debatir sobre educación y política, en colaboración con los CPC. Ana Carolina Caldas, periodista paranaense y maestra en Historia de la Educación, que realizó un documental “Teatro Político, una historia de utopía, afirmaba sobre la organización: “Las y los estudiantes y artístas se unirán, para intentar una nueva forma de comunicación, para hablar de temas importantes para la época”.

CPC en Belo Horizonte

Vera Lucia Alves de Brito, hoy con 77 años, participó en la creación del CPC en la capital minera. Ella era una joven estudiante de filosofía en la UFMG cuando la UNE Volante pasó por la ciudad. Un grupo de estudiantes incluidos e incluida Vera, comenzó a reunirse en la antigua sede de la Unión Estatal de los Estudiantes de Minas Gerais (UEE) para planificar la creación del Centro Popular de Cultura.

El CPC presentó varias piezas de teatro en BH. Las que Vera más recuerdan son “Auto del 99%” y “Ellos no usan black tie”. Esta última fue con actores de BH y de otros estados, que salían en caravana por el país presentando la pieza. Otro grupo, de estudiantes vinculados a la alfabetización popular, hacía acciones en las periferias en alianzas con las Uniones de Defensa Colectiva (UDC) y los Movimientos de Educación de Base (MEB).

La diferencia entre las dos vertientes: “Las dos áreas eran importantísimas, pero eran cosas diferentes. Un grupo se descolgó un poco del teatro y colocó la necesidad de ligarse a movimientos populares, ocupaciones en terrenos asentados, y otras cosas”. El trabajo en las periferias no se resumía a la alfabetización. El CPC creaba ‘círculos de cultura’ que, de acuerdo con Vera, no eran clases, sino conversaciones sobre la realidad vivida en los locales. Era común usar fotografías del barrio para diagnosticar problemas y concientizar a las personas que vivían allí sobre salud, trabajo, urbanismo.

Trabajo junto al pueblo

De ese trabajo se produjo la 1ª Cartilla de Alfabetización Popular, llamada “Una familia obrera”, hecha por Marilda Trancoso, otra integrante del CPC. Después de participar de curso con Paulo Freire, educador y filósofo de la pedagogía del oprimido, las y los participantes hicieron formaciones con otros profesores que iban a trabajar con alfabetización de adultos. “Hicimos un curso para una clase grande en la PUC, un curso largo, de 3 o 4 semanas si no me equivoco, y muy politizado. Era a través de módulos: Realidad brasileña, Políticas educativas en el país, Formas de movilizaión popular, y algunos más que formaron una clase entera de jóvenes profesores listos para diseminar lo que ya hicimos en el CPC “, recuerda Marilda.

Con el golpe de 1964, la UNE fué una de las primeras organizaciones perseguidas y colocadas en la clandestinidad, así como los CPCs de todos los estados.

El proyecto UNE Volante regresa a Minas Gerais los días 10 y 11 de mayo. El evento tendrá lugar en la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) y tiene como propuesta discutir la soberanía, educación y democracia dentro de la universidad. La UNE Volante ya pasó por Pará, Ceará y Paraíba.

Edición: Joana Tavares

*Fuente: Brasil de Fato

 

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