La partición de Siria y la materialización del plan Yinon

por Felix Antonio Cossío Romero / 25 de febrero de 2018 – La agresión imperial de EE.UU., Europa y del sionismo israelí contra siria tiene como principal objetivo consolidar y llevar a cabo el plan Yinon. Este consiste en la Balcanización de Medio Oriente, creando micro-estados, debilitando los actuales países árabes y asegurando la supervivencia del estado de Israel.

Este último apoyado en los textos sagrados del judaísmo y en la tierra prometida que dios daría a los judíos, se justifica y dice que la mitad de medio oriente, por derecho divino, pertenece a Israel, por eso invade y coloniza a sus países vecinos, una muestra clara del fanatismo religioso mezclado con política.

En un principio pensaban crear la gran Israel que ocupaba todo el territorio comprendido desde el Nilo hasta el Éufrates (desde Egipto hasta Irak). Todos los países que ocupan este territorio geográfico serian parte de la nación hebrea, pero debido a la fortaleza y grandeza de la resistencia, Israel ha perdido influencia y poder, en la actualidad quieren apoderarse de puntos estratégicos de sus países vecinos tales como la península del Sinaí en Egipto, los altos del Golán de siria, el sur del Líbano y parte de Jordania, todo este fenómeno está dentro del plan yinon. Este plan se logra teniendo en cuenta la diversidad étnica y religiosa de los distintos países.

La Mossad y la CIA fomentan el conflicto entre suníes y chiíes  en la región para así buscar guerra civiles y la división de territorios. Siria antes de la guerra era uno de los países más laicos y seguros de Oriente Medio  teniendo una gran diversidad cultural y de credos.

En el territorio hay alauíes, suníes, drusos y cristianos (por la parte étnica están los kurdos que tenían reconocimiento y seguridad en el gobierno de Bashar  al-Asad), y antes de la guerra era uno de los países con mayor tolerancia religiosa. Con el auge del estado islámico y la intromisión de fuerzas extranjeras, los conflictos raciales y religiosos han aumentado. Después de 7 años de guerra (2011-2018), el país tiene la infraestructura destruida, gran parte de su población en el exilio, medio millón de muertos y su patrimonio cultural borrado, debido al fundamentalismo Yihadista.

Aunque destruir y reducir a polvo a Siria era uno de los objetivos principales  de Israel, Estados unidos y Gran Bretaña. Su principal tarea consiste en “desaparecerla” por medio de la creación de nuevos estados. Así debido a la crisis y desestabilidad del país, llevaría a su colapso y destrucción, teniendo que recurrir a la partición, por una parte, el gobierno de Bashar al-Asad y la minoría alauí crearían su propio Estado, teniendo el control de Damasco. Los suníes tendrían también su propio Estado  teniendo más territorio por ser la mayoría, y los kurdos tendrían su propia región autónoma y seguirían con su sueño de crear el Kurdistán e incluso la minoría drusa tendría su propio estado.

Por su parte Israel se quedaría definitivamente con los altos de Golán y sus reservas hídricas. Ya que al no haber un gobierno central unificado, Israel expandiría más su territorio, y esto ayudaría a que se convierta en una potencia regional que es uno de los puntos clave  dentro del plan Yinon. Con la creación de estos nuevos estados (alauí, suní, kurdo y druso) y la desaparición de la República Árabe Siria, el próximo objetivo sería estimular los conflictos étnicos-religiosos y fronterizos entre los nuevos estados. El nuevo estado suní y su naciente gobierno sería aliado de Arabia Saudí y de las monarquías del golfo pérsico (Catar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin) convirtiéndolo directamente en enemigo del estado Alauí, de Irán, y Hezbolá debilitando considerablemente la resistencia. Los kurdos estrecharían más sus vínculos con Israel y estados unidos y con la región autónoma del Kurdistán iraquí. Los drusos vecinos de Israel fortalecerían sus vínculos comerciales y diplomáticos con el sionismo, y los alauíes seguirían siendo aliados de Irán, Hezbolá y por su puesto la causa palestina. El gobierno de Bashar al-Asad tuvo siempre entre sus prioridades la defensa y la recuperación de los territorios ocupados palestinos. Pero las fronteras del estado alauí quedarían bajo amenaza constante, debido a los grupos terroristas de Al-Qaeda y el estado islámico y por su puesto Israel. Todo esto llevaría a mas desestabilidad y desunión en Medio Oriente, y olvidar la causa palestina definitivamente beneficiando totalmente a Israel.

Siria no vive una guerra civil. La actual situación del país árabe es producto de un experimento militar y geopolítico de occidente y de Israel, que buscan la fragmentación de oriente próximo para así asegurar la supervivencia del estado sionista y convertirlo en potencia en la región. Afortunadamente tal como están las cosas, y gracias a la ayuda de Irán, Rusia, Hezbolá y las milicias chiíes iraquíes, poco  a poco el gobierno de Bashar al-Asad retoma las riendas del país y logra unificar el territorio nuevamente. Pero no se puede olvidar que el plan Yinon sigue sobre la agenda de Israel y occidente, y no piensan renunciar a él.  Tras el fracaso del Estado Islámico, los kurdos serán el próximo pretexto para balcanizar la región. Mirando el actual mapa de la lucha contra el estado islámico. Los mayores beneficiados son los kurdos que podrían reclamar una zona autónoma en el norte de siria desde luego con el apoyo de los estados unidos y el régimen de Israel.

Por otro lado, No olvidemos que la creación de Sudán del Sur es uno de los primeros logros del plan Yinon. Este pequeño país existe desde el año 2011. Hay que tener presente que la balcanización también se expande al norte de África. Siguiendo el “éxito” de Sudán quieren aplicar la misma estrategia a Siria, a Irak (creando tres estados uno kurdo, uno suní y otro chií)  también a la república islámica de Irán  (creando un estado persa, otro kurdo, el Baluchistán y la gran Azerbaiyán). Debilitar y desaparecer a los aliados de la causa palestina, el verdadero objetivo de Israel. Por último la mal llamada “primavera árabe” escondía como propósito acelerar la implementación del plan Yinon. A la opinión pública se le dijo que los habitantes de medio oriente se levantaron para pedir reformas democráticas y sociales, y derrocar de manera pacífica a varias dictaduras que llevaban varias décadas en el poder. Pero en realidad se pensaba rediseñar nuevamente todo el mapa de oriente próximo. Creando un nuevo Sykes-picot  pero igual de ineficiente.

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