Durante su discurso en el acto de entrega de una unidad educativa en esa ciudad, el dignatario exhortó a toda la población a colaborar con alguna información acerca del paradero o la identidad de los autores materiales e intelectuales de esos actos criminales.
La primera de estas detonaciones ocurrió en un puesto de venta de alimentos, mientras que la segunda sucedió a 70 metros tres días después, cuando un grupo de policías e investigadores indagaban por esclarecer el primer hecho.
Al respecto, el dignatario de la nación andino amazónica refirió su pesar e indignación hacia este tipo de acciones, nunca antes vista en el país.
‘No puedo entender que algunos hermanos o hermanas, por razones políticas, sociales o culturales, puedan ser tan criminales para acabar con la vida de inocentes, hasta de niños. Poner esta clase de bombas es un delito, realmente son criminales’, sentenció.
Igualmente, recordó que es una obligación de toda la población y las instituciones de dar con los autores de estos actos abominables, mientras refirió que el gobierno destinó unos tres millones de bolivianos (unos 723 mil 589 dólares) a la atención de los heridos.
En jornadas recientes, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó que ambos hechos guardan relación y tienen similitud, aunque reconoció que aún no se cuentan con resultados específicos de laboratorio para definir la exactitud de los elementos de carga dinamitero utilizados.
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