Argentina. CTEP. Unidad de las trabajadoras contra la reforma laboral y previsional

Resumen Latinoamericano/ 13 de febrero 2018

#BloqueSindicalFeminista #8M

El pasado jueves 8 de febrero en el marco de un plenario de trabajadoras y trabajadores de la economía popular, y a un mes del día internacional de la mujer trabajadora, nuestros compañeros y compañeras en unanimidad votaron un plan de lucha que incluye la movilización del 15 de febrero, la adhesión y participación de la movilización del 21 de febrero junto al resto de los sindicatos en una amplísima convocatoria, y la adhesión y participación al paro internacional de mujeres el 8 de marzo. Este constituye un gran paso para nosotras porque el día internacional de la mujer trabajadora dejó de ser un tema del que hablamos exclusivamente las mujeres para ser tomado por nuestro gremio, incorporado al temario de sus plenarios generales y confederales, así como a la agenda de sus planes de lucha.

Todavía tenemos grandes desafíos por delante. Es nuestra responsabilidad que nuestras herramientas sindicales y gremiales incorporen la lente feminista a la hora de mapear el mundo del trabajo, sus desigualdades e injusticias, así como las luchas que las moviliza. El año pasado cuando construíamos –como lo hacemos ahora- ese hermoso acontecimiento político que fue el #8M #ParoInteracionalDeMujeres, nosotras -las trabajadoras de la economía popular- advertíamos la necesidad de poder constituir un bloque sindical dentro del movimiento feminista que pudiera levantar las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras de conjunto.

I. Feminismo popular es junto a las trabajadoras

Para quienes abogamos por la construcción de un feminismo popular nos parece imprescindible un feminismo que interpele a las trabajadoras, porque estamos convencidas que nuestro destino, como mujeres, trans, travas, disidentes, niñas está atado al destino de nuestros pueblos y de nuestra clase. Y que es preciso reconocer las desigualdades que anidan en esas realidades de las mujeres, trans, travas, niñas, trabajadoras, populares, pobres, migrantes, etc. Y también porque entre nosotras, las trabajadoras, muchas somos feministas y sabemos del sinfín de situaciones de desigualdad y abuso de poder en los espacios de trabajo, situación que quedó más expuesta últimamente en relación al mundo del espectáculo, pero se extiende en cualquier rama y profesión.

II. Feminismo contra la reforma previsional y laboral

Desde el movimiento feminista venimos discutiendo y visibilizando la precariedad que estructura nuestras vidas, la de las mujeres y las disidencias. Hemos tocado en la tecla de un mundo voraz y cruel que se apropia de nuestras vidas para deglutirlas, mientras la pobreza crece, la desigualdad aumenta, los despidos están a la orden del día y la vida parece no valer nada. Somos la reedición del #YaBasta del 94´ cuando parecía todo perdido y del #NuncaMas como grito de indignación y repudio a la violencia, a la tortura y al exterminio de personas. Las mujeres de la economía popular desde entonces pusimos sobre la agenda del movimiento feminista la necesidad de repensar el mundo del trabajo para visibilizar las múltiples tareas no reconocidas ni remuneradas en las estrategias económicas que las mujeres despliegan para sostener y reproducir la vida. El 2017 resultó un año duró para nuestro pueblo, lo que algunxs llamaban un plan de ajuste gradual dejó paso a una estrategia mucho más agresiva por parte del Gobierno por sobre nuestros derechos y condiciones de vida. La discusión sobre la reforma del sistema previsional marcó un parte aguas. El último diciembre, en la confrontación callejera y parlamentaria a la reforma previsional, nos encontró espontáneamente unidas, junto a nuestros compañeros, para defender nuestros derechos, lxs de nuestrxs abuelxs y las de nuestras niñas. Este 2018 lo arrancamos todavía con el calor en nuestros cuerpos de un pueblo que no afloja y resiste y nuestros desafíos son cada vez mayores pues el paro internacional de mujeres lo llevaremos adelante en medio de la discusión de la reforma laboral que el gobierno quiere imponernos. Y sabemos que nosotras las mujeres somos las más perjudicadas cuando aprietan los cinturones del mundo del trabajo.

Por eso nosotras como movimiento feminista y como parte del movimiento de trabajadorxs no podemos quedar excluidas de aquella discusión ni podemos tampoco mirar para el costado. Nuestro posicionamiento respecto del intento rapaz de esta derecha conservadora requiere que aunemos nuestros esfuerzos para construir una sola voz y pegar con un solo puño por la derogación de la reforma previsional y en contra de la reforma laboral. Tenemos que constituir un bloque sindical unitario en el marco de la construcción de este feminismo hermoso que, de cara al 8M y al paro internacional de mujeres amplifique la voz de las mujeres cuyos cuerpos y destinos están comprometidos en cada uno de estos conflictos, en cada rincón del país. Vamos por una unidad estratégica en la que estemos todas representadas, porque nuestro pueblo nos necesita y porque siempre hemos estado allí para defenderlo.

Llamamos a todas las mujeres, trans, travas, organizadas sindicalmente o no, a conformar este 8M una gran columna de trabajadoras. ¡Sin tierra, techo, trabajo, salud y educación no hay ni una menos!

Secretaría de las Mujeres y la Diversidad – CTEP

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