Chile / Elecciones. Los Ex Presos Políticos declaran

Resumen Latinoamericano / 11 de diciembre de 2017 / Politika

Este próximo 17 de diciembre Chile enfrenta una coyuntura política que se ha considerado como de primera importancia, más aun se la califica como el fin del ciclo político del siglo XX y el comienzo del ciclo del siglo XXI. Según los analistas políticos se espera un cambio radical que puede significar el retorno del autoritarismo o la consolidación del modelo de democratización y modernidad para ponerse a la altura del nuevo siglo.

Según este análisis estamos enfrentados a una candidatura que representa la regresión social y política y la otra la consolidación de las reformas económicas y políticas llevadas adelante por el conglomerado político en el poder en los últimos 30 años.

Para nosotros, los sobrevivientes del Terrorismo de Estado que castigó a nuestro país desde 1973 hasta 1990 y que utilizó a las fuerzas armadas en una política genocida en contra del pueblo chileno y de sus avances sociales y políticos, conquistados durante el período histórico que fue de los años 30 hasta 1973, nos parece necesario precisar lo siguiente:

1.- Todas las candidaturas de la primera vuelta electoral carecieron de propuesta respecto al tema de los DDHH. Nos parece lamentable que el pasado reciente que marcó a nuestro país, con el más alto costo social de nuestra historia, en el que se asesinó e hizo desaparecer a miles de chilenas y chilenos, se torturó a decenas de miles de inocentes a todo lo ancho y largo del país y se obligó a exiliarse a miles de familias chilenas, no haya sido considerado como punto de programa de ninguna candidatura.

2.- Este silencio de la clase política chilena, al que también se suman los nuevos movimientos políticos, nos parece lamentable y demuestra la tendencia gruesa de los partidos políticos en orden a ignorar nuestro pasado histórico y con ello perpetuar la impunidad de los criminales de lesa humanidad, reafirmando los compromisos tomados con Pinochet al inicio de la “transición”.

3.- Nosotros, Expp, fuimos, somos y seremos luchadores sociales. Nosotros estuvimos junto al compañero Presidente Salvador Allende Gossens, figura señera que encarnó lo mejor de nuestro pueblo en su lucha por una sociedad mejor, libre del dominio de las transnacionales, del latifundio y de los monopolios, con una justa distribución de la riqueza y con la participación de cada chileno en la construcción de un futuro digno para las nuevas generaciones. Esto lo llevó a entregar su vida y transformarse en figura mundial del progreso, de la dignidad humana y de la consecuencia política. Junto con el presidente Allende todo el pueblo allendista fue castigado, expulsado de sus trabajos, encarcelado, torturado, exiliado o muerto en los campos de concentración de la dictadura pinochetista.

4.- Durante toda la lucha contra la dictadura el pueblo se movilizó en sucesivas 26 protestas nacionales que desmoronaron la fuerza política del dictador y lo obligaron a negociar. No fue solo una raya con un lápiz en un papel lo que derrotó al dictador, como pretende caricaturizar Lagos la lucha del pueblo chileno.

5.- Pero durante la transición, que lleva casi 30 años, la Concertación gobernó a espaldas del pueblo, todo fue negociado, fue la famosa política de los acuerdos, que tanto reclama la derecha hoy día. A nosotros Expp se nos despreció y se intentó borrar nuestra existencia, se nos negó nuestros derechos consagrados en el Derecho Internacional Humanitario, que como bien lo dicen hoy día las sentencias de la Corte Suprema “la responsabilidad del Estado por esta clase de ilícitos siempre queda sujeta a las reglas de Derecho Internacional.”

6.- Durante toda esta larga transición se nos exigió apoyar las candidaturas de la Concertación, pues no podíamos arriesgar que la derecha reaccionaria retomara el control del Estado. Fuimos su electorado cautivo, pero sin recibir nada a cambio. Todavía hay algunos funcionarios públicos, en la propia Sub Secretaría de Derechos Humanos, que se permiten decirnos que “qué más queremos, que se nos ha dado tanto…” como si una tardía pensión vitalicia inferior al salario mínimo, fuera una justa reparación por haber sido reconocidos como torturados o más que suficiente por hacer la cola para recibir atención médica en los servicios públicos debido a las secuelas de la tortura.

7.- La Concertación en cada campaña nos prometió obtener la verdad, reparación, justicia y castigo a los culpables. Pero después de 30 años, un centenar de criminales cumple penas en Punta Peuco, cárcel especial con acceso a atención médica privilegiada en el hospital militar, se les mantiene sus pensiones y grados militares. Aún la fotografía del ex jefe de la DINA aparece en la Academia Militar y una estatua del almirante Merino adorna el cuartel general de la Marina en Valparaíso. Sabemos por confesión del general Cheyre, que los recintos de tortura solo del ejército fueron más de 1.000 en todo el país. ¿Por qué no se abrieron querellas criminales en contra de los genocidas como lo exige el Derecho Internacional en cada centro de tortura? Aquí se radica y consagra la impunidad negociada con Pinochet por Aylwin, Boeninger, Lagos y otros.

8.- Hoy día estamos ante una coyuntura electoral de tipo presidencial. Sabemos de la partida que cualquiera de los dos candidatos no contará con mayoría en el Congreso. Por tanto, para poder cumplir con su programa necesitará negociar de modo transversal abriendo la puerta a la “cocina” tan afín a Zaldívar. Si quiere recurrir a los poderes que la Constitución pinochetista aún le entrega puede imponer una serie de medidas, que no precisan del acuerdo del congreso, y que pueden ser de progreso social o de retroceso. He aquí el dilema. La eventualidad de hacer recular las tibias y mal elaboradas reformas de la Concertación y de aplicar otras como poner fin a CODELCO, privatizar el Litio, mantener leyes como la de pesca que entrega el mar de Chile a 9 familias, dejar en la impunidad al personal político responsable de la corrupción, aparecen como muy probables.

9.- Nosotros pertenecemos al movimiento social, estamos junto al pueblo mapuche en sus reivindicaciones como pueblo originario, junto al movimiento No+AFP, junto a la pesca artesanal, junto al pueblo de Freirina, de Aysén, de Magallanes, contra la devastación ecológica de las salmoneras en Chiloé, con los trabajadores de la salud que luchan contra la privatización del servicio público, con los profesores y estudiantes que reclaman volver a una educación laica, gratuita y de calidad.

10.- No necesitamos entregar consigna de voto a nuestros compañeros, pues sabemos y siempre hemos sabido donde está nuestro lugar en la lucha política y allí estaremos una vez más, pues conocemos a los enemigos del pueblo: el capital internacional que saquea nuestros recursos naturales con la complicidad del empresariado chileno y la clase política chilena, los sueldos y pensiones miserables que el empresariado y el Estado chileno entrega a los trabajadores, la globalización que la clase dominante impuso en Chile bajo la forma de monopolios, del consumismo y la mercantilización de los servicios públicos.

Mantendremos nuestra lucha como grupo de presión en defensa y promoción de los DDHH, y en contra de la impunidad.

UNExPP de CHILE

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