Argentina: Marta Mastrogiacomo, periodista, militante montonera, desaparecida durante la dictadura militar /Este miércoles se leerá la sentencia de la Megacausa ESMA/ 789 víctimas, 54 genocidas

LICENCIADA, TRADUCTORA,PERIODISTA. http://martamastrogiacomo-doc.blogspot.com.ar/ LICENCIADA, TRADUCTORA, PERIODISTA APENAS UNA MEDALLA DE ORO…

En 1973 y 1974 Marta Mastrogiacomo (“Mila”, La Tana”) se desempeñó como periodista en la revista “YA, es tiempo de pueblo” y en “El Descamisado”. Como periodista, cubrió numerosos conflictos obreros que tuvieron lugar en la época. Viajó al interior y estuvo en Sierra Grande, cuando la huelga de los mineros. Marta nació el 20 de diciembre de 1945, en Capital Federal. Era hija del matrimonio constituido por Zelmira Sammartino y O. Vinci Mastrogiacomo, que tuvo otra hija menor que Marta, Graciela. Se recibió de maestra normal en el tradicional colegio “Nuestra Señora de la Misericordia”, del barrio de Belgrano. Con medalla de oro obtuvo la licenciatura de Letras, en la Facultad de Filosofia y Letras de la UBA. Tenía una sólida formación intelectual y ejerció como profesora de griego antiguo. Escribió un libro: ”El movimiento obrero argentino”. Tradujo numerosos libros del inglés para la editorial Granica y fue correctora de estilo. Militó en la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Desapareció el 20 de Octubre de 1976, presumiblemente cuando iba camino a La Plata. Su compañero, Hugo Alberto Goldsman, (“El Chango”, “El preso”, como se lo conocía) murió el 14 de diciembre de 1976. Los padres de Marta, nunca recibieron información oficial sobre lo ocurrido, ni las circunstancias de su detención. Ningún organismo de seguridad hizo una acusación formal, ni nadie admitió que había sido detenida. Ellos hicieron permanentemente gestiones ante organismos militares, la Iglesia y embajadas. El señor Mastrogiacomo era arquitecto e integrante del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID). En 1958, toda la familia se trasladó a Corrientes, donde Mastrogiacomo fue rector interventor de la Universidad Nacional del Nordeste. Luego fue ministro de Obras Públicas, bajo la gobernación de Fernando Piragine Niveiro, cumpliendo una gestión que ha sido recordada por su eficiencia y transparencia. Cuando el golpe de Estado de 1962, toda la familia vuelve a Buenos Aires. En 1977, siendo gobernador de la provincia el general Gómez Centurión, este le ofreció a Mastrogiácomo la intendencia de Corrientes Capital. En dicha ocasión el arquitecto le planteó al militar la situación de su hija. Agradeció la convocatoria y el ofrecimiento. Adelantó que aceptaría el puesto y que desde el mismo seguiría reclamando por la aparición de su hija. El general quedó en contestar, lo que nunca se concretó. En diciembre de 1983, el arquitecto Mastrogiacomo es convocado por el gobernador electo, doctor José Antonio Romero Feris para ser nuevamente ministro de Obras Públicas. Luego de finalizado el mandato de Romero Feris, Mastrogiacomo es nombrado interventor de la Dirección de Energía provincial (DEPEC). Mastrogiacomo falleció en Corrientes el 5 de Agosto de 1996. Su esposa había fallecido, en la Capital Federal, el 29 de Diciembre de 1983. Un mes antes se le había declarado un cáncer de hígado, que la postró en la cama. Desde allí pudo ver las escenas del Cabildo, cuando el doctor Raúl Alfonsín asumió como primer presidente, luego de la dictadura militar. Cuando se enteraron de la desaparición de Marta, sus padres comenzaron un largo peregrinaje. Participaron de las primeras marchas de la Madres de Plaza de Mayo. Ellos estuvieron a punto de ser secuestrados en el denominado episodio de la Iglesia San Cruz, el operativo militar que realizó la Armada argentina, con el infiltrado Alfredo Aztiz (“El angel rubio”) a la cabeza , que culminó con la vida de entre otras, las monjas francesas y de la primera presidenta de las Madres, Azucena Villaflor. El arquitecto Mastrogiacomo se constituyó en un testigo importante para el juicio contra Alfredo Aztiz, en Francia. Por ser un afiliado del desarrollismo, el arquitecto Mastrogiacomo admiraba y conocía personalmente al doctor Arturo Frondizi, ante quien hizo gestiones por su hija. Entre otros militares, se entrevistó personalmente con los general Sasiain y Suárez Mason.
El matrimonio concurrió a la iglesia Stella Maris, ubicada en Retiro, donde actuaba monseñor Graselli. Este desalentaba la presentación de “habeas corpus” o gestiones en el extranjero y constantemente decía que probablemente tanto su hija, como muchos otros se encontrarían en el extranjero. También llegó a mostrarles una hoja de presuntos detenidos que habían sido autorizados a viajar al exterior. El matrimonio realizó gestiones ante el Papa, monseñor Aramburu, y Pío Laghi. Por sus ancestros italianos, hicieron gestiones ante el consulado de Italia en la Argentina. Se presentaron ante la delegación de la OEA. Todas las actuaciones de los padres de Marta están documentadas debidamente.
El caso de Marta Mastrogiácomo (nro. 618) http://www.espaciomemoria.ar/megacausa_juicio.php?ju_ID=80&cabezal=megacausa&barra=megacausa&titulo=megacausa Transcripción: Según lo indicado por el fiscal Eduardo Taiano en el pedido de elevación a juicio, “Marta Zelmira Mastrogiácomo, quien había pertenecido a la Juventud de Trabajadores Peronistas, trabajado como periodista en la revista “El Descamisado” y, al momento de los hechos, militaba en Montoneros, fue privada ilegítimamente de su libertad con violencia, abuso de funciones y sin las formalidades prescriptas por la ley, el 20 de octubre de 1976, por integrantes del G.T. 3.3.2. Posteriormente, fue conducida a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde se la mantuvo clandestinamente detenida y fue atormentada mediante la imposición de condiciones inhumanas de vida (bajo las paupérrimas condiciones generales de alimentación, higiene y alojamiento que existían en el lugar). Además, alrededor de la fecha mencionada, sujetos vestidos de fajina sustrajeron elementos y produjeron destrozos en su vivienda, ubicada sobre la avenida Álvarez Jonte del barrio de Villa Devoto, de esta Ciudad de Buenos Aires. Aún permanece desaparecida”. El testimonio de su hermana, Graciela Hoy declaró Graciela Mastrogiácomo por el caso de su hermana, conocida como “Mecha”. Lo primero que dijo es que “quiero presentar una foto de Marta, que es ésta. Mi hermana desapareció el 20 de octubre de 1976. Era militante del peronismo, pertenecía a la organización Montoneros. Ese día iba a La Plata. No regresó a si casa, en la que vivía con su compañero y Marta Bazán (caso nro. 107), secuestrada el mismo día y sobreviviente de la ESMA”. Graciela sostuvo que “me hubiera gustado que Marta Bazán se contactara conmigo, porque hubiera podido brindar información sobre el secuestro de mi hermana”. Y agregó: “lo único que sabemos es que salió a la mañana y no volvió a dormir. No hemos tenido en 37 años otra información”. En el público también estuvo la foto de Marta Mastrogiácomo, con la palabra PRESENTE debajo de la imagen sostenida durante todo el relato en la primera fila. Luego, Graciela continuó su declaración contando que su hermana “tenía 30 años, era Licenciada en Letras. Figura en el mural en homenaje a los desaparecidos de esa Facultad (Filosofía y Letras- UBA)”. Marta era escritora, periodista y traductora. “Trabajó en la Editorial Gremica y en la revista Descamisados, por eso figuraba también en los archivos de la Fuerza de Inteligencia de esa época. Su apodo era `Nilda´ o `La Tana´. Un Padre de la Plaza y sobreviviente del “Grupo de la Santa Cruz” La testigo también contó que su padre, quien había sido ministro de Frondizi, hizo todo tipo de gestiones ante la desaparición forzada de su hija. “El año 1977 lo encuentra en la Iglesia de la Santa Cruz, porque fue uno de los Padres de Plaza de Mayo. Mi padre salva milagrosamente su vida ese día, a pesar de haber sido fuertemente golpeado”. Luego agregó que “mi padre ve cómo secuestran a las monjas francesas Alice Domon (caso nro. 407) y Leonie Duquet (caso nro. 419)”. Graciela contó que su padre fue “uno de los dos testigos para condenar a Astiz en Francia y fallece en el `96, cuando Astiz es juzgado”. Alfredo Astiz fue juzgado en ausencia y condenado a la pena de prisión perpetua por estos dos casos. Grasselli y la teoría del “autoexilio”
Graciela relató que Monseñor Grasselli “era el encargado de la lista de la muerte. Sostenía la versión del autoexilio”. También sostuvo que Grasselli recibió a su padre en la Capilla Stella Maris y que tenía un día fijo para recibir a los familiares de los detenidos-desaparecidos”. No pudo recordar precisamente si eran los martes o los miércoles, pero sí que “sacaba sus listas en las que los muertos tenían una crucecita. A mi hermana nunca la dio por muerta”. La Capilla está ubicada frente a los Tribunales Federales en los que se desarrolla el juicio. La causa judicial La familia de Marta presentó hábeas corpus por su desaparición forzada, el Episcopado Argentino, la Policía Federal y la de la Provincia de Buenos Aires y el Ministerio del Interior. En 1976 mi padre pide intervención a Pío Lagui, pero el resultado fue negativo”. También contó que hicieron la denuncia del caso ante la CONADEP. La testigo contó que “ya con mis padres fallecidos, presento el caso de mi hermana en la causa por el Primer Cuerpo (de Ejército) y dos testigos afirman haberla visto en la ESMA. Marta Álvarez la ve el 21 de octubre en el Sótano de la ESMA, con los ojos vendados y las manos atadas, esperando en el banco para la sala de torturas. Al día siguiente fue vista por Miguel Ángel Lauletta”.

La ESMA (hoy ex ESMA)

Graciela contó que “nada más que hace una semana, por primera vez visité la ESMA. Estuve en el Sótano, Capucha, Capuchita, Pecera. Esos espacio conservan el olor al pánico, la tortura y angustia que pasó por ahí”. Incorporación de documentación a la mega-causa Las querellas y el Ministerio Público Fiscal solicitaron a los jueces que se exhiba e incorpore la documentación aportada por la testigo, integrada por las copias de los hábeas corpus, la carta al Presidente de Estados Unidos, la carta al Episcopado, las solicitadas con el nombre de Marta, las denuncias por averiguación del paradero y publicaciones hechas por familiares de detenidos-desaparecidos. El Tribunal respondió que deberá evaluar la documentación para responder sobre el pedido, que fue objetado por una de las defensas. “Están a tiempo de reparar en algo el daño hecho” “Quiero rendir homenaje a mi hermana Marta. Estoy acá por las generaciones futuras, dijo Graciela, y agregó que “me gustaría decir que después de 37 años, si tienen información o archivos, están a tiempo de reparar en algo el daño que han hecho, porque para nosotros es importante”. Así concluyó su testimonio, mientras era aplaudida por la sala llena y acompañada por alguien con los dedos en ve.

Foto de Hugo Goldsman, compañero de Marta y también desaparecido.

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