El pasado jueves 16 de noviembre se reunieron las delegaciones del Gobierno y la oposición para afilar los detalles de la próxima ronda de diálogo en República Dominicana, bastante controvertida del lado antichavista debido a los desacuerdos que han hecho públicos ciertos dirigentes y ex personeros de la quebrada Mesa de Unidad Democrática (MUD).
Este año 2017 fue un calvario para la oposición venezolana, que vio sus planes tanto insurreccionales como electorales fallidos contra el chavismo. Sin duda la falta de timón estratégico y los variados intereses de los actores dentro de la MUD jugaron un factor importante en el quiebre de la “unidad” opositora. Pero fueron las cartas jugadas por el Gobierno lo que terminó de hundir las pretensiones de la coalición, cuyos principales representantes de la vía confrontacional son los que más capital político han perdido en el naufragio.
El hecho de que Luis Florido, dirigente de Voluntad Popular (VP) y presidente de la Comisión Permanente de Política Exterior de la Asamblea Nacional (AN), hubiera dispuesto ante los medios que la MUD “está lista para dialogar” con el Gobierno, puso a varios dirigentes opositores a responder ante la situación de una forma casi unilateral: la oposición venezolana está dividida, y ello es un obvio signo de debilidad ante su contrincante político.
Certificados de defunción
Desde 2016, la oposición ha intentado por varias vías implosionar la vida política venezolana. Las consecuencias se tradujeron en el desacato de la AN ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), un intento de revolución de color neutralizado por el Estado y el capital político de la MUD por el piso.
Con el resultado de las elecciones regionales se notaron demasiado las fisuras internas, que se profundizan a medida que se acerca la fecha de la mesa de diálogo.
Uno de los que ha sido más enfático en el quiebre de la “mesa de la unidad” es el secretario general de Acción Democrática (AD) y aspirante a la Presidencia de la República, Henry Ramos Allup, quien no dudó en calificar de “innegable” la ruptura dentro de la coalición antichavista.
También increpó a aquellos que, luego de las elecciones regionales celebradas el 15 de octubre, procedieran “en razón de intereses personales a debilitar la MUD y romper acuerdos” que se habían suscrito entre sus integrantes. De esta forma, exigió primarias para decidir “unitariamente” al candidato presidencial opisitor para el año que viene.
(A ese llamado de Ramos Allup, Henry Falcón contestó recientemente que Avanzada Progresista lo tendrá a él como candidato presidencial: un dedo más en la llaga de la “unidad” opositora.)
La gobernadora adeca del estado Táchira, Laidy Gómez, fue más precisa en sus comentarios. Dijo que los partidos opositores que la criticaron por juramentarse ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) “tendrán que morderse la lengua porque no pueden manejar la doble moral”, ya que algunas de estas organizaciones decidieron proponer candidatos a las próximas elecciones municipales de diciembre.
Gómez asimismo definió a los políticos opositores que rechazan la vía electoral y no confrontacionista con la ANC como “mercenarios”.
En respuesta a la postura referida por la gobernadora del Táchira, Ramón Muchacho, prófugo alcalde del municipio Chacao del estado Miranda, dijo ante una audiencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) que “en Venezuela no hay posibilidades de una salida electoral, no hay posibilidades de una salida constitucional por vía democrática”.
En esa misma dirección se encuentran las declaraciones de Richard Blanco. El líder de Alianza Bravo Pueblo (ABP) dijo la semana pasada que la MUD “ha fallecido“, y que los principales dirigentes de ese ente no se reúnen desde hace ocho meses, ni siquiera para hablar de la situación del país.
Esto último ratificaría lo que el ex secretario general de la MUD, Jesús “Chúo” Torrealba, dijo en un programa radial sobre la definitiva fractura de la MUD: “Aquí se programa la disolución de la MUD desde adentro (…) a la MUD la implosionaron desde adentro unos tipos que creyeron que la existencia de la MUD como paraguas impedía el crecimiento de su franquicia”.
Torrealba también criticó la falta de coordinación ante sus seguidores: “La vocería pasó de ser clara y coherente a ser azarosa”. Con relación a la escasez de liderazgo en la oposición, remató: “La hegemonía de la oposición no puede resolverse por quien sea el más vivaracho”.
Los dirigentes y analistas que no pueden ocultar la fracasada estrategia de la MUD lograron que ésta implosionara, a costa del capital político desperdiciado y la diversidad de agendas de cara a las próximas elecciones municipales y presidenciales.
¿También se cae internacionalmente?
Si bien la MUD en Venezuela ha sido dada por muerta, no parece diferenciarse mucho su imagen en el exterior.
Durante los últimos dos años, diversos dirigentes opositores han viajado a Estados Unidos, Europa y algunos países de América Latina y el Caribe con la misión de conseguir respaldo a una coalición internacional para intervenir, bloquear, sancionar, tutelar a Venezuela.
Los de Primero Justicia (PJ) y VP han sido los más diligentes en esta tarea, sin embargo, algunos analistas temen por la consolidación del apoyo internacional debido al desastre interno que resquebraja a la oposición venezolana. Entre ellos, el analista internacional opositor Mariano de Alba:
El periodista Rafael Poleo incluso implora por la “unidad” fallida, apuntando directamente a quienes tienen una “obsesión presidencial” y a los “delincuentes financieros que operan en Madrid y Miami”.
De hecho, entre algunos opositores ha habido escaramuzas vía redes sociales. Tamara Suju, integrante de la ONG Foro Penal (financiada por el Departamento de Estado gringo) y prófuga de la justicia, infirió que Luis Florido “colabora” con el Gobierno al sumarse a la mesa de diálogo.
Lo que muestra una vez más que mercenarios ligados a organizaciones políticas y ONGs financiadas directamente por el aparato burocrático del establishment estadounidense tienen una visión muy distinta de la estrategia a tomar contra el chavismo.
Esas distintas voces y vocerías, que hablan en nombre de la MUD o de la oposición venezolana y extranjera, atropellan toda táctica que signifique “unidad” ante cualquier escenario político concebido y concebible en Venezuela.
Nuevas fracciones en la oposición
A raíz del anuncio por una nueva ronda de diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolana, la MUD que hace vida en la AN aún en desacato decidió fraccionarse de forma oficial.
El nuevo bloque parlamentario “16 de julio” (en referencia al “plebiscito” ilegal que hiciera la oposición aquella fecha) se estrenó con el citado Richard Blanco de presidente el pasado 14 de noviembre.
El de ABP dijo: “Esta nueva fracción no aceptará pactos de ningún tipo. Nuestra aspiración es promover la transformación integral de Venezuela hasta convertirlo en un país democrático”.
Este nuevo bloque parlamentario de tinte opositor lo conforman 13 diputados pertenecientes a Vente Venezuela (VV), ABP y otras dirigencias.
Cabe destacar que tanto VV como ABP son las caras más visibles de otro movimiento que intenta suplantar a la MUD: Soy Venezuela, otro experimento del Departamento de Estado. Este bloque apoya la confrontación con el Gobierno nacional y las sanciones y bloqueos internacionales contra el país.
Estas nuevas fracturas en la oposición conllevan un vacío que todos los aspirantes a la Presidencia desean llenar. Sin embargo, tanto las primarias como el consenso de cara a las elecciones en 2018 parecen más lejos que cerca.
Tanto así que incluso otros analistas como Luis Vicente León buscan posicionar a Lorenzo Mendoza, del Grupo Polar, como un posible candidato opositor para las elecciones presidenciales.
Otro de los políticos prófugos de la justicia venezolana, Antonio Ledezma, ya en Madrid aspira a la Presidencia de la República, por lo que cuenta con el TSJ paralelo “en el exilio” para que lo nombre “presidente encargado” en un burdo teatro politiquero que intentó montar la AN en desacato al decretar que el presidente Nicolás Maduro había “abandonado el cargo”.
Un abogado llamado Carlos Ramírez López hizo la solicitud en torno a “Ledezma, presidende encargado” a los magistrados del TSJ ilegal, en una maniobra que pone a los dirigentes que representan el movimiento Soy Venezuela, apoyado por los “delincuentes financieros de Madrid y Miami” que refería Poleo, en las primeras planas de los principales medios antichavistas en detrimento del bloque opositor que apoya la vía electoral y la mesa de diálogo.
Entre tantos actores reclamando el protagonismo antichavista, no se ve con claridad hacia dónde puede finalizar este escenario opositor.
No parece entonces que la oposición venezolana pueda imponer nada en la mesa de diálogo con el Gobierno, puesto que su división ofrece una imagen poco seria a la hora de negociar, maneja diversas agendas y no tiene una dirección estratégica que pudiera asumir la responsabilidad política de sentarse con su antagonista histórico.
Si con cada día que pasa la MUD se sigue probando puñales en su yugular, ya no habrá escombros que recoger más allá de una entelequia poco reconocida llamada “oposición venezolana”.
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