13 años de la fuerzas de ocupación de la ONU en Haití

Resumen Latinoamericano/ Haití NO Minustah/ 26-10-17.-

 La  Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití se instaló bajo la excusa de preservar la paz y la estabilidad del país tras el golpe militar en 2004.

La representante especial de Naciones Unidas para Haití, Sandra Honoré, solicitó hoy en el Consejo de Seguridad a ese país caribeño respaldo para la nueva misión (Minujusth) que la organización activará el 15 de octubre.

Honoré habló de las actuaciones en 13 años y medio de la Minustah y destacó que solo se trata de “pasos iniciales” y que “se van a requerir esfuerzos incansables, no solo de las autoridades haitianas, sino de todo los actores”.

Sandra Honoré explicó que “aunque significativos, son sólo pasos iniciales”, sin referirse a las violaciones que se han hecho. EFE

 

La Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití se estableció en suelo haitiano en 2004 y fue promovida por EE.UU. y aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, continuidad del golpe militar que los norteamericanos consumaron en 2004 contra el gobierno de Jean Bertrand Aristide.

Honoré destacó las “divisiones” que se han abierto entre el Gobierno y la oposición en torno al restablecimiento de las Fuerzas Armadas disuelto en 1995, ya que Haití comenzó a reclutar soldados en junio de este año. Esto suscitó una gran polémica, porque se están invirtiendo recursos en el Ejército cuando el país sufre graves problemas económicos y sociales.


Denuncias a los cascos azules

Han sido muchas las denuncias y manifestaciones en contra de los “cascos azules” en Haití, por fuertes represiones, abusos sexuales, propagación de la epidemia del cólera y persecución a los dirigentes de oposición.

En un informe interno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 21 mujeres aseguraron tener relaciones sexuales con miembros de la Minustah a cambio de dinero y objetos. Por esta causa, la ONU expresó en un informe que“las misiones de paz tienen intercambios sexuales frecuentes, pero no son suficientemente denunciados”.

En 2010 residuos fecales fueron desechados en un río por parte de soldados nepalíes, lo que inició el brote de cólera en el país. Esto ocasionó nueve mil muertes y 800.000 personas afectadas.

Luego de siete años, la epidemia de cólera aún es un problema en Haití. Aunque existen programas subfinanciado para hacer frente a la enfermedad, sólo se ha reunido el 20 por ciento del presupuesto que se necesita para combatir esta enfermedad en 2018.

La Plataforma de Organizaciones Haitianas para los Derechos Humanos (POHD) denunció que “la presencia de la Minustah supone una de las principales violaciones de derechos humanos en el país caribeño. Atenta contra el artículo primero del Pacto de Derechos Civiles y Políticos, ya que constituye un ataque a la soberanía nacional y una violación del derecho de autodeterminación del pueblo haitiano”.

Han sido muchas las manifestaciones que realizaron en contra de las acciones inhumanas de los comandos de la ONU. EFE

 

POHD agregó que “entre febrero de 2004 y 2011, la Minustah ha realizado muchas operaciones en ciertos barrios populares de la capital haitiana, sobre todo en Cité Solei, Bel -air y Martissant. Estas operaciones han ocasionado múltiples casos de violaciones [de los derechos humanos] sobre la población civil, incluyendo muertos, heridos, destrucción de bienes privados, malos tratos, entre otros”.


Intereses ocultos en Haití

De este modo, el director de la Plataforma Haitiana para un Desarrollo Alternativo, Camille Chalmers, sostuvo que la misión de la ONU tuvo un mal comienzo, ya que “se creó como una fuerza de sostenimiento de paz en un país en donde no había ni guerra ni genocidio”, y “esa misión sólo agudizó su crisis, nunca ayudó al país y a sus habitantes”.

A través de un artículo publicado en La Izquierda Diario, Ruth Werner explica que los cascos azules han servido para asegurar los negocios sobre los recursos estratégicos de Haití por parte de las empresas francesas, estadounidenses, brasileras y canadienses.

También explicó que “empresas mineras canadienses y norteamericanas explotan 18 minas, la mayoría de ellas de oro, estando eximidas de impuestos y de respetar la legislación local”.

La epidemia de cólera sigue realizando grandes estragos en la población haitiana, esta enfermedad la causaron miembros de los cascos azules. EFE

En el artículo, Werner acusa a las multinacionales del desplazamiento de campesinos de sus tierras, y el uso de al menos 10 millones de haitianos como mano de obra a bajo costo, pagando dos dólares diarios para ser explotados en el área textil y electrónico.

A pesar de que el actual Gobierno de Haití apoye el intervencionismo de la ONU en el territorio, sólo ha suscitado el aumento de la situación precaria de los ciudadanos haitianos con la excusa de mantener la  seguridad durante ciclos electorales, responder en momentos de revueltas que amenazaban con desestabilizar el país y entrenar la policía haitiana.

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