Chile / Educación Transgénero. Virginia Meléndez: “En el colegio El Trigal es mal mirado discriminar”

Andrés Figueroa Cornejo / Resumen Latinoamericano / 16 de octubre de 2017 

  • Una de las educadoras fundadoras de El Trigal, Virginia Meléndez Palacio, expuso en Congreso Para una Educación Transformadora.
  • “Los valores son vitales en la cotidianidad del colegio. ¿Qué valores? El amor, la solidaridad, el respeto, el diálogo, la empatía, la responsabilidad ambiental, los derechos humanos de las niñas, niños y jóvenes”.

El sábado 14 de octubre, en el aula magna de la Universidad Católica Silva Henríquez y durante todo el día, se realizó la 1ª Versión del Congreso Para una Educación Transformadora, organizada por la Fundación Selenna: Comunidad de niñez y juventud transgénero, y la escuela de Educación Diferencial de la UCSH.

Virginia Meléndez, una de las educadoras fundadoras del colegio El Trigal, fue una de las expositoras protagónicas del encuentro educacional. Además de referirse a las matrices del proyecto de enseñanza del establecimiento, detalló la experiencia con la niñez trans en los casos de Selena e Ignacia.

“¿Qué hace que nuestro colegio haya tenido tan buenos resultados con Selena e Ignacia?”, abrió los fuegos Virginia.

“No hay que olvidar que los cambios en materia inclusiva no son sólo una propiedad del colegio como institución. También están los estudiantes, los profesores, los técnicos y las familias”, dijo.

Junto con hacer un relato de los orígenes del establecimiento escolar, Virginia relevó el ejercicio de las artes en el quehacer distintivo del colegio. “Las habilidades artísticas son el sello de nuestro colegio. Y a diferencia de lo que muchos piensan, las personas ligadas a las artes son muy creativas, ordenadas y disciplinadas, debido al rigor que significa cultivar una expresión artística”, y añadió que “este mismo sello hace que nuestros estudiantes sean más sensibles, respetuosos y afectivos.”

“El camino a seguir era el que nos mostrara Selena”

Virginia explicó que “los valores son vitales en la cotidianidad del colegio. ¿Qué valores? El amor, la solidaridad, el respeto, el diálogo, la empatía, la responsabilidad ambiental, los derechos humanos de las niñas, niños y jóvenes”.

“Cuando llegó Selena, nosotros no sabíamos nada de transgénero. Pero como nuestro colegio acoge a todos los estudiantes que cuenten con las capacidades cognitivas y emocionales para hacerlo, no nos aproblemamos. Naturalmente, partimos con una charla a los docentes sobre el tema con el fin de comenzar a informarnos y saber qué deberíamos hacer desde ese momento en adelante”, recordó la maestra.

“Allí nos percatamos que el camino a seguir era el que nos mostrara Selena. O sea, nosotros no haríamos nada que a ella le molestara. Si Selena deseaba contarle a sus compañeros que era transgénero, sería una decisión de ella y no nuestra. Cuando llegó ese momento, recién entonces el colegio comenzó a realizar charlas a los papás. Y ningún apoderado se quejó ni se fue. Todo lo contrario. ¿Quién nos ayudó? La Fundación Transitar y el Departamento de Diversidad de la Municipalidad de Maipú. Ellos fueron y son muy importantes en ese proceso. Y en la comunidad escolar toda no tuvimos resistencias de los apoderados. En el colegio es muy mal visto discriminar.”

“Un colegio que acepta a una niña o niño trans, recibe un regalo”

“En El Trigal no existen agresiones entre los estudiantes. Hay problemas conductuales, por supuesto, pero jamás ha habido peleas en las aulas o los patios. ¿Por qué? Porque desde que son muy pequeños a los niños les fomentamos el diálogo y la empatía para la resolución de conflictos. A un colegio así arribó Selena”, afirmó Virginia.

“Paulatinamente, la comunidad escolar comenzó a cambiar su estructura mental y social; la forma de relacionarse; los conceptos previos. Un colegio que acepta a una niña o niño trans, recibe un regalo”, expresó Virginia, “Un regalo que nos hace evolucionar. Hoy nuestra mirada respecto de la sociedad es mucho más amplia”.

“Debimos cambiar el lenguaje”

La docente manifestó que “debimos cambiar nuestro lenguaje, porque como habitamos una sociedad machista, hétero-normada y patriarcal, tendemos a reproducir esas características opresivas. Pero eso ocurrió hace 3 años. En la actualidad, por política del Mineduc, los establecimientos reciben a niños trans a través de una Circular que les ofrece respaldo legal. Sin embargo, cuando llegó Selena carecíamos de apoyo a ese nivel. El 2015 partimos al Ministerio a consultar por la situación de Selena, y no tuvieron respuesta, por ejemplo, a cómo referirnos a Selena, si por su nombre ‘legal’ o por su nombre social, entre otras cosas, por el tema de la subvención. No nos dieron ni siquiera un consejo”.

“Luego que se supo del caso de una niña trans en Chicureo, nos telefoneó la Superintendencia de Educación para decirnos que nosotros ‘teníamos un problema con una chica transgénero’. Yo le respondí que no tenía ningún problema, sino que más bien una duda, pero con ellos. Le volví a plantear qué pasa si aparece el inspector de subvención al colegio y llama a Selena por su nombre ‘legal’. Me contestó que no sabía. Entonces le señalé que si llegaba un inspector de subvención, pasaba lista, e insistía en llamar a Selena por su nombre ‘legal’, yo no lo dejaría ingresar a la sala” y la profesora agregó que “Recién el 2017 fue dictada la Circular estatal sobre el tema”.

“Afortunadamente el docente puede ser un revolucionario en su aula”

“Un grave problema es que las políticas del Estado son patriarcales en su currículo. Entonces allí enfrentamos una contradicción. Pero afortunadamente el docente puede ser un revolucionario en su aula. Tiene la libertad de generar cambios en la sala. Por tanto, puede modificar el lenguaje y los conceptos para dejar de repetir los patrones dominantes. Por eso también necesitamos que en la formación universitaria de los profesores se hable de derechos humanos porque en definitiva el docente es un trabajador y un luchador social. Modifica a la humanidad del futuro”, aseguró Virginia.

Y enfatizó que “la única solución para nuestra sociedad es aprender a vivir en comunidad”.

“Selena e Ignacia llegaron para abrir caminos en su vida y en la nuestra. Juntas y juntos hemos ido creciendo. Lo único cierto que tenemos hoy, es que nuestra sociedad es altamente discriminadora. Ahora son ellas las variantes y nosotros los docentes los llamados a proteger y educar sobre la base del respeto y la diferencia. Como una de las grandes maravillas que tiene la naturaleza y de nosotros en ella, es que somos diversos y diversas”, terminó Virginia.

La Fundación Selenna

Evelyn Silva, presidenta de la Fundación Selenna, madre y apoderada de Selena, estudiante de El Trigal, señaló que a través de su organización “hemos logrado cambios en el fortalecimiento de los niños. Ellos hoy son capaces de hablar y ser un aporte significativo a la comunidad.”

-¿Cuál es la prioridad para la Fundación?

“Influir en la educación. El ámbito biométrico es parte del proceso, pero no lo más importante para nosotros. Apuntamos fundamentalmente al campo cultural, social y comunitario, a lo cognitivo y emocional para que desde allí los menores sean un aporte y enriquezcan el aula. Desde los derechos de los niños trans podemos capacitar sobre derechos de identidad, sexuales y reproductivos, compañerismo, fraternidad y amistad.”

Sobre la percepción que tiene la sociedad chilena sobre el mundo transgénero, Evelyn indicó que “es un tema problema. Creo hasta que no le toca al chileno o chilena en carne propia, simplemente no se hace cargo. En consecuencia, tenemos escasa colaboración de políticas y entidades públicas. De hecho, nuestros hijos son ‘ilegales’, porque su nombre no los representa de ninguna manera”.

-¿Qué estrategias emplean para que la sociedad comprenda la problemática?

“La misma estrategia que nuestros hijos tuvieron con nosotros. Considera que antes de que mi hija fuera trans, yo también era parte de una sociedad muy prejuiciada y conservadora. Ella es la que me enseña. Esto tiene que ver con el aprendizaje del coexistir respetuosamente con todas personas.”

-¿Cuáles son los desafíos de la Fundación?

“Trabajar en lo que corresponde a cómo la niñez trans vive, siente, se relaciona con su entorno inmediato, como la familia y los docentes. Queremos fortalecer a la comunidad. De todos modos, creo que estamos transitando hacia una sociedad mucho más inclusiva respecto de la niñez transgénero.”

En la foto, Virginia Meléndez

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