Venezuela: Teclado y bastón

Por Geraldina Colotti, Resumen Latinoamericano, 26 de agosto del 2017

Desencadenarse, liberarse de las cadenas. Un término que se utiliza
frecuentemente hoy, en la Venezuela bolivariana, intencionada a romper
las jaulas del estado burgués blindando y relanzado las propias
conquistas. Un mensaje de rescate, organización, lucha, que viaja en
sentido inverso a aquel neocolonial, basado sobre “legalidad,
seguridad, decoro” e impuesto por bastones y teclados en la Europa de
los muros. Aquí, en el circo de la rendición incondicionada, la
dignidad está prohibida. Por esas partes, en cambio, es una bandera:
para devolverle cuerpo a la palabra – cuerpo sexuado – es necesario
escoger la propia barricada. Y asumir las consecuencias. Las noticias
que llegan, distorcionadas, desde Venezuela, deberían ser leídas
mirandola al espejo de lo que sucede en Italia y en Europa. Para salir
del recinto y no acostumbrarnos a la derrota.

El socialismo bolivariano ha acompañado las ocupaciones de casas y de
terrenos vacios, tutelando con la ley a las expropiaciones. Un
gigantesco plan de viviendas populares (la Gran Misión Vivienda
Venezuela) ha involucrado a los ciudadanos en el proyecto de
planificación urbana paticipativa fuera de las lógicas de los
especuladores. Una de las primeras leyes aprobadas por las derechas
venezolanas en la Asamblea Nacional luego de haber obtenido la mayoría
habría nuevamente abierto las sendas a los especuladores
inmobiliarios. Habría sido cancelada también la avanzadísima ley sobre
el trabajo, que las grandes empresas privadas sin embargo, han
continuado a desactivar.

Ambos intentos han sido bloqueados por el Tribunal Supremo de Justicia
(TSJ), punto de equilibrio de los cinco poderes sobre los cuales se
sostiene la República Bolivariana, que tiene carácter presidencial y
se basa sobre la democracia participativa y protagonica.

En cambio, mucho más difícil, es bloquear el ataque concéntrico de los
poderes fuertes a nivel internacional. Una poderosa tentativa para
erradicar el experimiento bolivariano y evitar que el proyecto
socialista todavía sea fuente de inspiración. El nuevo giro de
sanciones de Estados Unidos que define un bloqueo económico-financiero
similar a aquel que continúa a oprimir a Cuba, tiene este objetivo.

Y llega en estos días la decisión de un tribunal del Banco Mundial
(Ciadi) que impone al gobierno bolivariano a pagar 1.386 millones de
dólares a la multinacional canadiense Crystallex por la expropiación
ejecutada por Chavez en el 2008. En ese entonces, la multinacional no
había aceptado ni las condiciones ambientales y contractuales, ni las
compensaciones ofrecidas por el gobierno bolivariano por la
explotación de la minera de oro las Cristinas, en el Estado de
Bolivar. Y se había dirigido a los tribunales internacionales.

Ya en el 2016, había obtenido un pronunciamiento a su favor para la
indemnización de 1.202 millones de dólares más los intereses. Ahora,
el Ciadi estableció que “el comportamiento del gobierno venezolano
había sido arbitrario, poco transparente e incoherente” y pretende
obligar al mismo gobierno bolivariano, ya sancionado y asfixiado por
la guerra económica, a destinar el proprio dinero a la Crystallex en
lugar de la adquisición de alimentos y medicinas.

Pero, mientras tanto, en Venezuela las organizaciones populares
discuten las propuestas para “un nuevo modelo productivo”. La Asamblea
Nacional Constituyente (ANC), que está operando luego del voto del 30
de julio, mira a hacer irreversible la Misión Vivienda y las otras
Misiones chavistas a favor de los sectores populares.

En la ANC, se discute de como “construir nueva sociedad” escuchando
las instancias del poder popular organizado: andando más allá de la
“redistribución del bienestar” perseguida por el chavismo luego de los
años del neoliberalismo desenfrenado y de las “decadas perdidas”.

En Italia, en cambio, hemos regresado al pre-1968, al año cero de la
crítica antiautoritaria a la legalidad pequeño-burgués. Pero,
fortunatamente, con alguna señal de buena salud. Lamer o morder la
mano que te oprime? Contra los símbolos distorcionados o el negocio
del “buen samaritano”, desde el socialismo bolivariano surgen los
dilemas de las revoluciones. Surgen los rostros queridos de quiene han
venido antes, como fantasmas o guias.

Traducción Gabriela Pereira

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